Sun Wukong: Reborn #6

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Espero que les guste~

Nota: Algo más corto de lo habitual xD

Se mantuvo quieto, sentado sobre los hombros del gran mono y con sus dedos acariciando de manera distraída el pelaje ajeno, mirando a su alrededor con asombro y curiosidad, encantado por el paisaje totalmente salvaje en el que estaban. De alguna manera, ahora estaban en lo que parecía ser el mundo del gran mono, a quien podía escuchar que estaba murmurando entre dientes.

-¿Gran King?- llamó, algo preocupado por la ligera tensión que podía sentir que venía del mayor.

-Estoy bien, estoy bien...solo...- y siguió avanzando a grandes pasos, buscando con ojos atentos. El niño chillo de la sorpresa cuando de repente el mono aceleró, corriendo a gran velocidad solo para detenerse al poco tiempo, no muy lejos de lo que se veía como un pequeño y rápido campamento, con una fogata que cocinaba un pescado de gran tamaño y unas personas sentadas en el suelo. -¡Hey!- llamó, llamando la atención de quienes estaban acampando.

-¡Wukong!- el que tenía un aspecto notable de pez sonrió, agitando una de sus manos en forma de saludo.

-¡Al fin muestras tu fea cara, mono!- uno de ello, quien parecía ser un cerdo de gran tamaño y gordo, con una sonrisa que mostraba los dientes y su piel de un extraño azulado levanto su mano.

-El único feo aquí eres tu, cerdo- bufo el mono, avanzando a grandes pasos.

-Wukong...- habló el único que parecía humano, vestido de monje y sin cabello, mirándolo con algo de seriedad.

-Maestro...- fue rápido en arrodillarse frente a él, respetuoso y mientras tanto, MK se encogio ligeramente en su lugar, sintiéndose repentinamente intimidado. Había un aura de calma y seriedad que rodeaba a aquel hombre.

-Es bueno tenerte de vuelta...- una suave y pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, el menor soltando un pequeño sonido de sorpresa cuando los ojos oscuros del monje se fijaron en él. -...y acompañado por lo veo-

-Wow, son versiones muy...extrañas- pensó para si mismo al ver a los amigos del mayor, sin saber cómo sentirse al respecto. Eran notablemente diferentes a sus amigos, hasta chocante de alguna manera. -¡Hola!- decidió saludar, mostrando la mejor sonrisa posible.

-¡¿Un niño?!- chillaron los dos demonios allí presentes al ver al menor sentado sobre los ojos ajenos.

-Hola, pequeño- devolvió el saludo, ignorando el escándalo que el par estaba haciendo. -¿Que es lo que haces ahí arriba?-

-Compañía~- rio ligeramente, sintiendo las grandes manos de Wukong bajo sus brazos y dejándose bajar, sintiéndose repentinamente pequeño. Ese mundo tenía gente grande y de aspecto serio, era algo raro. -Gran King terminó en mi mundo, así que nos hicimos familia y cuando dijo que ya había encontrado la manera de volver a su casa, quise acompañarlo- sonrió, enorme y brillante, los ojos del monje agrandándose ligeramente ante las palabras ajenas.

-¿Familia?- miro al mono con curiosidad, esperando una respuesta al parecer.

-Fue...convincente- Monkie King se rasco la nuca, algo avergonzado, cruzándose de piernas y haciendo un ligero gesto, el menor dejándose caer a su regazo con una corta y divertida risa, tarareando para si mismo y sin molestarse cuando el mayor empezó a revisar su cabello en algo que ya se había vuelto muy familiar entre ambos. Los presentes no pudieron evitar mirarlos fijamente, sorprendidos de ver a alguien como Sun Wukong tan tranquilo y cariñoso con un niño que ninguno de ellos conocía. Se preguntaron que rayos había pasado mientras el dios estuvo desparecido.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora