Tonto #3

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Espero que les guste~

-...y eso fue todo lo que paso- terminó de contar Wukong, riendo ligeramente cuando su cachorro lo empezó a trepar hasta pararse en sus hombros, podía sentir las manos del pequeño palmeando suavemente la parte superior de su cabeza.

-Nada de eso tiene sentido...- bufo Macaque, pensativo, notando como el menor lo miraba fijamente desde donde estaba. -...es pequeño- señaló, el pequeño soltando un chillido.

-Lo sé, yo tampoco lo entiendo pero ya sucedió y esta aquí...- alzó las manos para agarrar al menor, bajándolo de donde estaba y dejándolo en el suelo, el niño corriendo hacia la pila de almohadas y juguetes que había no muy lejos. Wukong miró a su cachorro dejarse caer entre las suaves y esponjosa almohadas, soltando un chillido que muy pronto se volvió risa, luciendo contento con su pequeño lugar. -...no tengo idea de que hacer- porque esa era la verdad. Él no había sido niño, no había tenido infancia, había nacido de la piedra ya como todo un adulto y desde entonces no se había detenido pero su cachorro fue diferente, nacido de un piedra como un niño que aprendía sorprendentemente rápido, aunque parecía preferir soltar chillidos a usar las palabras.

-Podrías empezar por abastecer tu despensa...- comentó el mono de las sombras, haciendo un gesto hacia el pequeño que se retorcía entre las almohadas. -...porque ese niño come mucho más que solo duraznos y no creo que puedas alimentarlo siempre con comida hecha con tu pelo, ¿no?- enarco una ceja.

-Si, supongo- pensar que debía ir a la ciudad lo llenaba de fatiga, no quería ir. -¿No puedes ir tu?- miro a su contraparte con ojos brillantes.

-Tu lo creaste- señaló hacia la puerta con expresión seria.

-Bien...- bufo con tristeza, levantándose. -...pero te toca cuidarlo- el mono de pelaje oscuro rodó los ojos con algo de fastidio.

-Si, si, si. Largo de aquí- hizo un gesto, no había aceptado en ningún momento ser niñera pero supuso que no era lo peor que podía hacer en el día.

-¿King?- se erizaron, sin haber visto al pequeño que se les había acercado en algún momento y que ahora estaba abrazando la pierna del dios, mirándolo con tristeza y haciendo suaves sonidos suplicante.

-Awwww, tranquilo- se inclino para alzar a su hijo, abrazándolo, sintiendo la cola ajena rodeando si muñeca. -Solo iré a comprar unas cosas...- se separó ligeramente para ver a su pequeño, mostrando una suave sonrisa ante el puchero ajeno. -...volveré muy pronto y tendrás todos los mimos que quieras, ¿si?- frotó suavemente su nariz contra la de su hijo, escuchando una suave risa que venía del pequeño.

-Ok- aun no parecía muy feliz pero desenredo su cola, así que eso era una buena señal. Wukong dejó un ligero beso contra la frente de su hijo antes de bajarlo y salir rápidamente por la puerta antes de que el niño decidiera cambiar de opinión. El pequeño vio con tristeza la puerta durante unos segundos, haciendo un puchero, para después voltearse y mirar al mono de pelaje oscuro, soltando un suave chillido. -¿Mac?- extendió los brazos en una petición silenciosa.

-Ya, ya...- Macaque se levantó y se acercó, alzando al menor, sintiendo como este se acurrucaba en su hombro rápidamente. -...él volverá, no te preocupes- tarareo, bufando con diversión al ver la cola de pelaje castaño oscuro se movía para rodear su muñeca. Era un pequeño pegajoso. Frotó su mejilla contra la cabeza ajena, ganándose una carcajada del parte del pequeño, quien levantó la cabeza de su hombro solo para estirarse y copiar el gesto, flotando su cabeza contra la mejilla del mono de las sombras.

... ... ... ...

-¡¿Qué rayos pasó aquí?!- grito Wukong, soltando las bolsas que había comprado, viendo el desastre que ahora era el interior de su casa, viendo a Macaque de aspecto cansado sentado en el suelo en medio de toda la zona de guerra y abrazando al al cachorro, quien parecía estar sollozando suavemente.

-Resulta que el chico realmente no sabe controlar todo sus poderes...- bufo el mono de pelaje oscuro, levantándose lentamente, haciendo una mueca. -...y los clones son, sorprendentemente, más activos que el original...- se acercó al dios, quien extendió las manos con expresión de preocupación, sin saber su sostener a su cachorro o al cansado Macaque.  -...parecían tener mente propia...- se estremeció, afirmando su agarre en el pequeño.

-Eso nunca me pasó...- murmuró para si mismo el dios, pensativo. Apoyo una de su mano en la espalda de su contraparte, usando la otra para acariciar suavemente la cabeza de su hijo. Miró a su alrededor e hizo una mueca, tendría que limpiar.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora