Animatronicos #5

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Alguien me pidió a Nezha, así que aquí esta :3

Espero que les guste~

Deambular solo por el extraño lugar no era exactamente la intención de MK pero tan pronto salió de la enfermería, con su muñeca vendada y una paleta en la boca, la estática volvió a su cabeza. Fue ensordecedor, abrumador y decidió correr para alejarse nuevamente, solo queriendo que la estática y la risa de ella se fueran de una vez por todas. Se perdió, por supuesto que lo hizo porque no conoce nada de ese lugar, así que ahora está solo, deambulando, esperando encontrar a alguno de los robots que ya había conocido. Continúa caminando, esquivan a los robots vigilantes y corriendo cuando alguno de estos empieza a chillar, sintiéndose cansado. Solo quiere volver a su cuerpo e irse a casa para dormir durante horas, es lo único que quiere. Suspiro, entrando al ascensor, frunciendo el ceño al darse cuenta que parece estar subiendo en vez de bajar, haciendo un puchero.

-Tonto ascensor...- salió y después de vagar un poco más, llegó a una zona nueva. Parecía una pista de patinaje, con un área con una mesada donde había múltiples patines de todos los tamaños y colores, con una gran parte para patinar justo en medio de la gran zona. -Wow...- esta asombrado, el extraño lugar es horriblemente grande y tiene la sensación de que se va a perder mucho a estas alturas. Jadeó al ver a alguien allí, patinando con agilidad y soltura, reconociéndolo rápidamente. Es Nezha, está claro que es él, con un rostro sorprendentemente humano, junto su cabello negro algo largo y algo de ello atado en media cola, con la superficie de su cuerpo pintado de un suave color rosa y rojo, con unos cuantos detalles en dorado, con unas grandes ruedas doradas bajo sus pies, al aparecer funcionando como una especie de patines de algún tipo. Duda pero se arma de valor, recordando lo amable que habían sido los demás robots con él, caminando con pasos lentos y silenciosos, deteniéndose en lo que está seguro es la entrada a la pista. -¡Hola!- su voz se rompe por el nerviosismo y la ligera tensión pero logra llamar la atención ajena, el robot deteniéndose al instante y volteándose para mirarlo con sus ojos brillantes.

-Hola- parece sorprendido de verlo pero se acerca lentamente, deslizándose con facilidad por la pista. -Supongo que eres el pequeño niño que todos están buscando- tiene un tono tranquilo, amable.

-Eso creo...- roza la venda que rodea su muñeca con sus dedos, indeciso. -¿Podrías ayudarme...a volver con los demás?- porque estar con ellos debe ser mejor que estar solo, en especial si ella lo está persiguiendo.

-Por supuesto...- ladeo ligeramente la cabeza con algo de curiosidad, un gesto que a MK le recuerda a su propio Nezha. El parecido sigue siendo impresionante. -...aunque la mayoría dijo que huiste-

-Vi...y escuché...algo que me asustó mucho...- se siente patético decirlo en voz alta pero es la verdad, no había sido su intención huir de los animatronicos, estaba huyendo de ella y mala presencia. En su propio mundo había tenido sus poderes, su bastón y a todos sus amigos, había podido enfrentarla y derrotarla a pesar del temor, pero aquí no tiene nada de eso, aquí es solo un niño pequeño indefenso y perdido en un lugar horriblemente enorme.

-¿Algo que te asustó?- ahora la versión robótica del príncipe frunce ligeramente el ceño, luciendo serio y parándose más derecho de alguna manera.

-Vaya, te encontré al fin pequeño intruso~- MK tembló ante la repentina voz y no duda en lanzarse para esconderse tras Nezha, abrazando su pierna, temeroso. Se asoma apenas, aunque ya sabe quien es. Es Mayor, con su cabello perfectamente peinado y su uniforme impecable, manteniendo las manos tras la espalda, con una sonrisa para nada amable en su rostro y sus ojos fríos en él, algo que le da al niño escalofríos. -Yo me encargaré desde aquí, Nezha...- justo sobre sus hombros una figura trasparente se presenta, es ella, con sus ojos rojizos y su sonrisa cruel, su cabello largo y blanco flotando ligeramente a su alrededor. Es tan aterradora como la recuerda. La estática vuelve, aunque está vez en más suave, dejándole escuchar el susurro de "te tengo" que ella dice. -...puedes volver a tu patinaje- su sonrisa se agranda, al mismo tiempo que el miedo de MK aumenta.

-Por favor, no me entregues...por favor, no dejes que me lleve...- súplica en su mente, esperando que aquella versión de su amigo lo ayudara.

-Me temo que no puedo hacer eso, guardia de seguridad Mayor...- hablo Nezha de repente, rompiendo el tenso silencio que se había formado entre ellos. -...tengo órdenes estrictas de llevarme al niño perdido a la oficina para entregarlo al guardia de seguridad Tang- se inclino para alzar al menor, quien no duda en aferrarse, aliviado, apoyando su mejilla el hombro ajeno.

-Puedo llevarlo yo mismo- su sonrisa ahora se ve más tensa y su tono de voz es frío ahora. Esta molesto, eso es obvio.

-Yo solo obedezco ordenes, no las digo- no da a lugar a discusión con su tono. -Debo irme, me despido- sale de la pista sin apartar la vista del adulto enojado, manteniendo la distancia, dándole la espalda después de retroceder unos cuantos centímetros. Se aleja con rapidez gracias a las ruedas bajo sus pies, abrazando con cuidado y firmeza al niño, quien está dejando de temblar. La estática desaparece mientras más se aleja y cuando desaparece por completo, MK se desploma contra el hombro de quien lo sostiene, aliviado y cansado.  Murmura agradecimientos que de seguro suenan casi como sollozos, mientras que Nezha le susurra suaves palabras palabras de consuelo, asegurándole que estaba a salvo y que no lo iba a entregar, afianzando su agarre como una especie de prueba de sus palabras. El niño parpadea lentamente, cerrando los ojos con un pequeño bostezo. Esta cansado y ahora mismo está protegido, así decide que puede descansar por un rato...antes de que ella lo vuelva a encontrar porque sabe que lo hará.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora