~Monkie Kid~ 2️⃣

Gran Tritón

Espero que les guste~

Nota: Técnicamente, el tritón Sun Wukong pertenece a otro AU pero no encontré mucha información de ello, así que hice lo mejor que pude :3

En un mundo donde los demonios vivían entre los humanos, donde se conocía que los celestiales existían y donde era el sucesor del gran dios Sun Wukong, MK pensó que lo había visto todo...hasta que se demostró que estaba equivocado.

Estaban en el gran barco de Sandy, justo en medio del agua, con cada quien haciendo algo por su cuenta: Pigsy sentado en el borde e intentando pescar con poca suerte por el momento; Tang durmiendo plácidamente la siesta en algún lugar del interior; Sandy tarareando una suave melodía mientras preparaba te y le daba algunas caricias a Mo posado en sus hombros; Mei riendo a carcajadas mientras jugaba videojuegos con un muy furioso Red Son; MK siendo golpeado en el entrenamiento con Wukong en plena cubierta. Fue por un golpe dado en su pecho que salió volando por encima de la baranda, cayendo al agua con un grito poco masculino y hundiéndose rápidamente, haciendo un puchero en su mente. Agradeció mentalmente que no tenía ni su campera favorita o su teléfono encima, se hubieran estropeado.

-Me volvió a ganar- pensó con una mueca. Se dispuso a nadar a la superficie, cuando pudo ver moverse algo a gran velocidad de reojo. No podía girarse exactamente, sus movimientos algo torpes por estar bajo el agua y fuera de su terreno. Se sobresalto cuando de repente había un rostro muy cerca del suyo, llevando sus manos a su boca para evitar jadear del asombro. Quien estaba frente suyo tenia el cabello castaño y algo corto, extrañamente esponjado para estar mojado, unas pequeñas aletas color doradas sobresaliendo de los costados de su cabeza donde deberían haber orejas, con algunas pulseras que se veían de oro y con algunos detalles rodeando sus muñecas, por no olvidarse la larga y gran aleta de pez completamente dorada que hasta parecía tener algo de brillo. Podía jurar que era mas grande que él. Parpadeó, se veía familiar, como ver a una versión semi-humana de su maestro.

-¡Hola!- sonrió aquel ser, mostrando que tenia dientes algo afilados, sus ojos dorados mirándolo fijamente. MK hizo un pequeño sonido, abriendo los ojos con pánico al sentir sus pulmones arder, se estaba quedando sin aire y no creía que fuera capaz de llegar a la superficie a tiempo. Abrió la boca sin poder evitarlo, el poco aire que le quedaba escapando en burbujas que se elevaron rápidamente, sintiendo como el agua entraba por su boca y su nariz, desesperado mientras se ahogaba y amenazaba con perder la coincidencia muy pronto. Cerro los ojos con fuerza y es entonces que algo rodeo de repente su muñeca, abriendo la boca y dejando entrar una gran bocanada que trajo un gran alivio a sus propios pulmones.

-¿Eh?- abrió los ojos, confundido al poder respirar normalmente de repente, alzando su mano para poder ver que era lo que tenia en su muñeca. Era una pulsera dorada, con detalles grabados y un pequeña piedra rojiza incrustada en el centro.

-¿Esta mejor?- hablo la criatura, sonriendo cuando el chico asintió con asombro. -Tienes mucha suerte de que me llames la atención, ¿sabes? No suelo prestar mis pulseras a cualquiera- comentó, nadando alrededor del menor, mirándolo al parecer.

-¡Gracias!- decidió sonreír, aliviado de poder respirar, la criatura deteniéndose en seco frente suyo para verlo fijamente. MK no pudo evitar removerse ligeramente, sonriendo con nerviosismo, aquellos ojos dorados parecían analizarlo de alguna manera.

-Eres lindo~- sonrió de repente, luciendo cariñoso de alguna manera, estirando su mano para agarrar la del niño y apoyando su palma contra la ajena, alineando sus dedos. MK no pudo evitar parpadear, confundido y curioso, la mano de la criatura era más grande que la suya, con dedos finos y uñas algo largas, luciendo como pequeñas garras negras de alguna manera. -Y pequeño~- tarareo, feliz al parecer por aquel detalle. -Eres mío ahora~- declaro con seriedad mientras entrelazaba sus dedos con los ajenos, la confusión en el menor solo creciendo. 

-Ammm...mi amigos me están esperando arriba- señalo, estaba sorprendido de que ninguno de sus amigos se hubiera lanzado ya al agua con lo que seguro estaba tardando.

-Soy Sun Wukong- se presento, al parecer ignorando lo que había dicho, MK jadeando con sorpresa.

-¡Tienes el mismo nombre que Monkie King!- chillo sin poder evitarlo. 

-¿Quien?- ladeo la cabeza, al parecer confundido.

-¡Monkie King! Es el mono que estaba peleando conmigo allí arriba, en el barco- señalo.

-Oh...el que te empujo- tarareo.

-Tecnicamente...me pateo- el niño soltó una ligera risa llena de nervios. -¡Soy MK!- recordó presentarse. -¿Te importaría...subirme, por favor? Mis amigos deben estar preocupados por mi- lo miro, suplicante.

-Bien, te ayudare...- bufo, no luciendo muy feliz. -...pero quiero llevarte a que conozcas a mi mejor amigo en todo el mundo, mi hermano en mas de un sentido- sonrió, emocionado.

-Esta bien, solo déjame avisarle a mis amigos- asintió sin mucho problema.

-¡Genial!- soltó su mano solo para poder nada con mucha facilidad hasta posarse tras el menor, quien soltó un ligero chillido al ser repentinamente rodeado por los brazos ajenos. -¡Sujétate, pequeño!- MK soltó una carcajada cuando se movieron rápidamente, asombrado por lo rápido que podía nadar el tritón que lo sujetaba firmemente. Bufo al llegar a la superficie, agitando ligeramente la cabeza para sacar su mojado y largo cabello de su vista, escuchando los gritos de sus amigos.

-¡Lo siento mucho, Kid!- Monkie King se veía avergonzado.

-¡MK!- Mei estaba inclinada por encima de la baranda, siendo sujetada por Red Son con el ceño fruncido, obviamente para que no se caiga. .-¡¿Estas bien?!-

-¡Estoy bien!- asintió rápidamente, aun sintiendo los brazos ajenos que lo rodeaban, sujetándolo y manteniéndolo a flote. -¡Me ayudaron!- y es entonces que todos los presentes parecieron notar  la extraña criatura, quien soltó una ligera risa, al parecer divertido por las expresiones llenas de asombro que todos tenían.

-¡Hola, simples caminantes!- sonrió.

-¡¿Quién rayos eres tu?!- gruño Pigsy con el ceño fruncido.

-Un humilde servidor que decidió ayudar...- tarareo. -...y quien se va a llevar a este adorable pequeño conmigo por un rato- anuncio, riendo cuando los presentes empezaron a quejarse, ordenando que devolviera al menor.

-¡No puedes llevártelo!- bufo Monkie King, con su pelaje erizado por la molestia que sentía en esos momentos.

-¡Puedo hacer lo que quiera!- le saco la lengua en un puro gesto infantil, algo que solo hizo enojar aun mas al dios. -Se los devolveré...quizás- sonrió y antes de que alguno de ellos pudiera reclamar, el tritón se hundió en el agua nuevamente, llevándose al menor consigo. MK solo se dejo llevar, tarareando para si mismo, este era uno de los secuestros mas extraños que había experimentado hasta ahora.