Pequeño Tritón #4

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Espero que les guste~

Wukong no podía apartar la vista de la extraña escena que estaba presenciando. Ahí estaba Macaque, sentado de piernas cruzadas al lado del estanque que había hecho no hace mucho atrás, la punta de su cola moviéndose con curiosidad y con los ojos fijos en el pequeño ser acuático que se asomaba, devolviéndole al mono la mirada, casi parecía que tenían una competencia de miradas en entre ellos. Ambos ladearon la cabeza al mismo tiempo y para el lado contrario, una ligera risa saliendo del menor, quien sonrió de tal manera que mostro sus pequeños y afilados colmillos, las aletas a cada lado de su cabeza agitándose ligeramente. El mono enarco una ceja, las comisuras de sus labios inclinándose ligeramente hacia arriba sin su consentimiento, agitando ligeramente su propias orejas. El pequeño soltó un pequeño y cortado sonido, riendo con entusiasmo, para después extender una de sus manos al mayor, quien tarareo ligeramente ante el gesto. Tardo unos segundos pero agarro la pequeña mano, viendo con cierta diversión como el menor parecía inspeccionar sus manos con toda la curiosidad del mundo.

-¿De donde te lo robaste?- levanto la vista para mirar fijamente al dios, quien se erizo ante esas palabras.

-No me lo robe- gruño, cruzándose de brazos, molesto por la insinuación.

-¿Estas seguro?- enarco una ceja, sin creerlo. -Porque puedo recordar las veces que te volviste codicioso y decidiste robar...- comento con tono burlón, sonriendo al ver el ceño fruncido en el rostro ajeno. Como le gustaba molestarlo. -...incluso puedo darte una lista por orden alfabético o por orden cronológico, tu decides-

-¡No me lo robe!- lo interrumpió bruscamente, solo molestándose aun mas al ver la sonrisa en el rostro ajeno. No lo estaba echando a patadas solo porque el niño se veía entretenido, solo por eso. -¡Me robe objetos y comida pero nunca me robe a nadie!-

-Quizás...- acepto. -...pero siempre hay una primera vez para todo, en especial teniendo en cuenta que te gusta hacer muchas tontearías- rio ligeramente al ver al dios haciendo gestos exagerados, pudiendo escucharlo gruñir insultos entre dientes, obviamente molesto. Bajo la vista al escuchar un chapoteo y al sentir un tirón insistente en su mano, enarcando una ceja al encontrarse con que el tritón lo estaba mirando fijamente. -¿Se te ofrece algo, Kid?-

-Quiere que te agaches- bufo Wukong, acercándose a paso lento.

-¿Agacharme?- estaba curioso, no podía negar eso.

-No creo que haya salido del agua hasta que...bueno...yo lo encontré...- era una suposición basada en la curiosidad y el asombro del niño por todo lo que veía. -...investigar cosas nuevas es su pasatiempo favorito, así que...- hizo un gesto hacia su contraparte.

-Oh...- eso tenia cierto sentido. Las sirenas y tritones era conocidos por historias y rumores, todos variando entre ellos, sin ningún tipo de prueba, así que supuso que su especie se había mantenido bien oculta durante mucho tiempo y de seguro algo aislada de todo lo demás en la superficie, hasta que ese pequeño termino en manos de Wukong.

-Dale el gusto y agáchate- gruño el dios, apoyando su mano en la nuca ajena y obligándolo a inclinarse. Macaque abrió la boca, dispuesto a insultarlo, pero cerro la boca de la sorpresa al sentir pequeñas y mojadas manos de repente en su mejillas, encontrándose de repente con unos ojos oscuro brillante que lo miraban fijamente. Se quedo completamente quieto, tieso ante el repentino toque, sintiendo las manos ajenas palmeando ligeramente sus mejillas, moviéndose lentamente para acariciar su pelaje y logrando rozar con sus dedos las orejas del mono, quien se quejo cuando dedos insistentes empujaron sus labios, el menor admirando sus colmillos al parecer. El menor lo soltó después de un rato, dejando que el mayor se enderezara y se sacudiera ligeramente. -Hueles a mono mojado- se burlo.

-Como si tu olieras mucho mejor- bufo, mirándolo con mala cara. Se miraron, casi peleando entre ellos en silencio, solo para desviar la vista y mirar al menor al escuchar un constante chapoteo. El niño los estaba señalando con insistencia, sonriendo enormemente y con emoción, haciendo unos suaves sonidos.

-Oh...- Wukong se relajo, sonriendo ligeramente. El niño era adorable, era difícil estar molesto en su presencia. -Nos parecemos, ¿no?- recibió un rápido asentimiento.

-Aunque yo soy mejor- sonrió Macaque, contento ante la mala cara que se gano de parte de su contraparte. El niño aplaudió, hundiéndose en el agua, saliendo al poco tiempo solo para escupir un chorro de agua directamente a la cara del dios, quien hizo una mueca, bufando entre dientes.

-Gracias, Kid- hizo una mueca ante el agua que ahora goteaba de su rostro y pelaje, secándose un poco con la manga de su ropa. El mono de pelaje oscuro ni siquiera pudo burlarse antes de recibir el mismo trato, parpadeando con algo de sorpresa. El niño rio, divertido y orgulloso por su travesura, volviendo a hundirse para dar algunas vueltas

-No me espere eso- se seco ligeramente con su propia roba.

-Le gusta hacerlo- miro al menor y le saco la lengua como gesto infantil, el menor devolviendo el gesto, hundiéndose solo para poder escupir nuevamente un chorro de agua a la cara del dios. -Algún día encontrare la manera de vengarme por esto- gruño entre dientes, sonriendo al ver al menor reír y escuchando la ligera risa del mono de las sombras.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora