Un Favor

1.8K 189 44
                                    

Espero que les guste~

Nota: Tengo ganas de hacer un libro de "Papa Macaque" o algo así. Quizás de como MK se ajusta a su nueva vida o algo así, todavía no lo tengo decidido. Es una idea al aire por el momento~

Wukong no esperaba nada en particular en ese día, estaba decidido que iba a hacer lo de siempre: dormir y comer, quizás incluso jugar un poco con sus monos. Justo cuando eataba acomodándose en su nube para tomar otra siesta, lo escucho, una voz que no esperaba escuchar desde aquella lucha años atrás. Dio un salto sin dudar, aterrizando con algo más de fuerza de lo necesario, viendo a quien estaba parado a las afueras de la catarata que mantenía su hogar seguro. Macaque se veía diferente, vestido con ropa de calle, aunque mantenía una expresión tranquila.

-¿Que rayos haces aquí?- miro a su repentino invitado con el ceño fruncido.

-Vine en paz...- levantó las manos como una especie de gesto de paz. -...y necesito un favor- el ceño del dios solo se profundizó.

-No te debo nada, lárgate- gruñó, su cola moviéndose con molestia, sin saber que es lo que su contraparte quería siquiera.

-Lo que hago por este niño...- fue lo último que pudo escuchar antes de ser sumergido en la oscuridad, flotando por unos segundos antes de emerger, su hermosa y adorada montaña ahora reemplazado por lo que parecía ser una cocina muy limpia y organizada. Se volteo, dispuesto a reclamar, solo para que una mano tapando su boca se lo impidiera. -Escúchame, le gusta que lo llamen MK y hoy es su cumpleaños...- se veía serio, aunque eso solo aumentaba la confusión del dios. -...ha tenido una mala semana y se que ver tu horrible cara lo animará...- señaló hacia un costado, donde de seguro llevaba a otra habitación. -...así que necesito que vayas allí y hagas lo que mejor sabes hacer: presumir y sonreír- y de repente, Wukong estaba siendo empujado, tropezando ligeramente y viendo a su alrededor con curiosidad, abriendo los ojos con sorpresa cuando lo vio. Un niño, un humano estaba seguro, sentado cómodamente en el sillón que allí había y comiendo fruta, mirando lo que estaba seguro era su serie por cómo sonaba. El niño levantó la vista, abriendo los ojos asombro al verlo.

-Hey, Kid~- sonrió, decidido a esconder sus repentinos nervios. Había estado aislado durante mucho tiempo, no tenía ni idea de cómo interactuar con nadie además de sus monos pero no iba a demostrarlo.

-Eres...- se levantó de un pequeño salto y el mayor no pudo evitar sonreír ante el pijama del chico, rojo y con monos de estampado. -¡Eres Monkie King!- se veía tan feliz y emocionado mientras daba pequeños saltos en su lugar que Wukong sintió que algo en su interior se aflojaba.

-Ese soy yo- se agachó e hizo un ligero gesto, el niño corriendo para acercarse y el mayor se aprovecho de esos para tomar sus pequeñas manos entre las suyas. No podía sentir ningún sello ni nada en el menor, aunque si podía sentir las protecciones que su ropa tenía. -Cierto mono emo me contó que hoy es el cumpleaños de alguien~- tarareo con una sonrisa, recordando lo que le habían dicho.

-¡El mío, el mío!- su sonrisa solo se agrando. -Papá me hizo panqueques con doble chocolate para el desayuno~- parecía absolutamente feliz con ello. Mientras tanto, Wukong mantuvo externamente una sonrisa pero por dentro se estaba atragantado y retorciendo ante lo que había escuchado.

-¡¿Papá?!- pensó con un chillido.

-¿Viniste a saludarme por mi cumpleaños, Monkie King?- preguntó el menor, llamando la atención del dios.

-Exacto~- se inclino, sonriendo ante la emoción ajena. -Feliz cumpleaños, MK-

-¡Y sabes mi apodo!- chillo con puro entusiasmo y se lanzó a abrazar al mono, quien quedó tieso por un segundo antes de corresponder con torpeza. -¡Muchas gracias, Monkie King!- Río alegremente, sin poder creerlo del todo, escondiendo su gran sonrisa en el hombro ajeno. El dios tarareo, no había recibido un abrazo que no viniera de sus monos en mucho tiempo. Wukong no pudo evitar sonreír con cariño, rodeando al chico con sus brazos y después de asegurarse que tenía un buen agarre, se levantó, riendo al escuchar el suave chillido del chico.

-Muy bien...- le mostró una gran al niño, quien no dudo en devolverle el gesto. -...¿Qué quiere hacer el cumpleañero?- preguntó con felicidad, dispuesto a quedarse un rato.

-¡Quiero mostrarte mis dibujos!- hablo con entusiasmo, emocionado de que el gran Monkie King estuviera en su casa por su cumpleaños. -También podemos jugar algunos juegos y...y...- sus ojos brillaron cuando algo se le vino a la mente. -¿Me dejarías ver tu nube?- preguntó con emoción, mirando al mayor con ojos brillantes.

-Por supuesto~- su sonrisa se agrando, notando de reojo al mono de pelaje oscuro acercándose a paso lento. -Quizás hasta podamos convencer a tu "papa" para que te deje dar un paseo- sonrió con diversión ante la mala cara de su contraparte, riendo ante el jadeo que vino del menor.

-¿Puedo, papá? ¿Puedo, puedo?- miro a su papá con expresión suplicante, emocionado por la posibilidad de dar un paseo en la nube voladora.

-...lo pensaré- extendió sus manos, el dios entregando al menor sin mucho problema. Wukong los miró, estaba muy sorprendido por toda la situación, aunque lo que más lo sorprendía y hasta lo chocaba era el hecho que Macaque era papá al parecer, papá de un niño humano y pequeño que parecía adorarlo. -Ahora, ve a buscar tus dibujos y mientras se los muestras a Wukong, yo haré el almuerzo-

-Esta bien~- MK sonrió enormemente, estirando sus brazos para abrazar al mono de pelaje oscuro. -¡Te quiero, papá!- internamente, Wukong aún se databa retorciendo ante eso.

-Y yo a ti, pequeña sombra- Macaque sonrió con cariño, dejando un suave beso en la frente de su hijo, al parecer sin importarle que el dios los mirara con asombro. -Ahora, ve- lo bajo y el menor no dudo en correr con un risa, yendo a donde de seguro era su cuarto. -¿Qué?- enarco una ceja ante la mirada que el dios le estaba dando.

-...tengo tantas preguntas- se rasco la nuca. Nada de lo que estaba sucediendo le parecía algo que Macaque tendría o haría pero nada a su alrededor olía a falsedad o manipulación de ningún tipo. No había hechizos o sellos sobre el niño, así que no estaba siendo controlado ni nada por el estilo, aunque si podía ver muchos sellos de protección a su alrededor y en la ropa del niño.

-Supongo que te debo algunas respuestas...- murmuró entre dientes, no estaba feliz con eso pero si resignado. -...pero mas tarde...- hizo un gesto, escuchando como su hijo se acercaba a paso rápido. Ya debía haber encontrado su cuaderno de dibujos.

-Bien- asintió, podría esperar un poco. Sonrió al ver al niño corriendo hacia él con un cuaderno entre sus brazos. Si, su día no resultó como esperaba pero supuso que no era tan malo después de todo.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora