Espero que les guste~
Nota: ¿Cómo creen que reaccionarían los compañeros de viaje de Reborn ante MK?
MK se mantuvo concentrado, con los ojos fijos en el tablero de dos colores que tenía en frente, analizando que mover a continuación.
-Jaqué Mate- tarareo Macaque con una sonrisa, el menor gruñendo con frustración mientras se despeinada con molestia.
-¡No es justo!- hizo un puchero, siendo la quinta vez que perdía. -¿Para qué me sirve esto?- volvió a preguntar, sin entender el objetivo de jugar ajedrez.
-Para que aprendas a planificar y pensar rápido- contestó con toda la tranquilidad del mundo, su sonrisa creciendo ligeramente ante la frustración ajena. -Además, me gusta mi recompensa-
-Ya voy, ya voy- bufo, levantándose para ir a la cocina, dispuesto a cumplir y hacer toda la gelatina posible para el ganador, murmurando algo entre dientes sobre la suerte del mono y su propia mala suerte en los juegos de mesa. Macaque sonrió, divertido ante las quejas ajenas, moviendo lentamente su cola y acomodándose en su asiento.
-Puedo sentir tu mirada...- hablo, rompiendo el repentino silencio que se había formado. -...preferiría que fueras directo, ¿sabes?- no se sorprendió cuando un insecto voló hasta el sillón ahora desocupado, transformándose con un destello de luz en un mono que se había vuelto muy familiar de alguna manera. No era algo raro verlo, siempre siguiendo al chico a todos los lados que podía, dejándose guiar y llevar para donde sea, siempre que el menor estuviera presente.
-Se supone que estas muerto- comentó, acomodándose en su lugar, mirando al otro mono fijamente. -¿Cómo es que estas aquí?- obviamente era una pregunta que había estado rondando por su cabeza durante un tiempo.
-Cierta demonio loca y vengativa me revivió para que obedeciera pero me negué y de alguna manera, aquí estoy...- se encogió de hombros, aunque aún no se sentía muy cómodo con aquel suceso. -...aunque no estoy seguro que paso con el Macaque de tu mundo...- tarareo, pensativo. Las reglas de los mundos y las diferentes versiones que existían en cada uno eran raras, poco estables en cierto modo, variaban todo el tiempo. -...pero tengo la sensación de que esa no es la razón por la que me vez tan feo-
-...lastimaste a MK- frunció el ceño, luciendo molesto, el pelaje de su cola erizándose ligeramente.
-Más de una vez...- asintió, sería hipócrita negar lo sucedido. -...y si, no me merezco una segunda oportunidad. Ese chico debería odiarme o al menos, estar resentido pero...- hizo una mueca, recordando la gran sonrisa que el menor le había mostrado y la confianza de que le cuidaría la espalda que había depositado en él. -...es demasiado amable...e indulgente, perdona con mucha facilidad-
-Si, lo es- asintió, de acuerdo con las palabras ajenas.
-¿Estas aquí para amenazarme?- era una suposición que estaba seguro que era acertada, MK tenia una capacidad de agradar rápidamente y un aura de inocencia que hacia que todos ellos quisieran protegerlo casi al instante.
-Si le haces daño otra vez, vendré y me encargaré de que sufras tanto que suplicaras estar muerto- sonrió, mostrando sus colmillos luciendo y con sus ojos dorados brillante con una obvia advertencia, luciendo casi sádico.
-Oh...- y con eso, Macaque confirmó su teoría. Wukong seguía siendo Wukong, sin importar de que mundo fuera o que extraño se viera, no cambiaba su actitud infantil y su protección. Además, estaba seguro de que MK tenía el poder de hechizar a cualquiera versión del gran sabio de la montaña. -Es...bueno saberlo...creo- hizo una mueca, sin demostrar abiertamente lo asustado que lo había puesto las palabras ajenas, sintiendo que ese Wukong en particular era mucho más fuerte y aterrador que el que conocía.
-Bien- asintió, al parecer satisfecho, recostado su espalda contra el respaldo del sillón en el que estaba y moviendo la punta de su cola, algo que llamó la atención ajena.
-No sé qué habrá sido del Macaque de tu mundo...- hablo sin mirar al otro mono, como si estuviera simplemente comentando algo en general. -...pero si yo fuera tu, buscaría cerca de esa vieja montaña donde siempre íbamos a descansar...- había estado escondido ahí durante unos años, apenas digiriendo el haber sido revivido y lidiando con el frio que ella había dejado atrás. -...solo digo- dejo el comentario así, flotando en el aire entre ellos, sin esperar una respuesta en general y decidido a no ver la cara pensativa del otro mono.
... ... ... ...
-¡Niño de los fideos!- llamo Red Son mientras se acercaba a la tienda con pasos firmes y decididos, satisfecho cuando le menor fue rápido en levantar la vista para mirarlo. Estaba allí, simplemente parado en la entrada, luciendo como si estuviera esperando a algo o a alguien. -Tu...yo...entrenamiento, justo en este momento- era una orden directa que no dejaba lugar a una negación.
-Me encantaría...- sonrió y ya el pelirrojo estaba hinchando el pecho, entusiasmo con la idea de vencer a su rival, incluso si era solo en un entrenamiento. -...pero hoy no puedo, Monkie King dijo que íbamos a entrenar transformaciones. Hoy tocan los tigres- flexiono sus dedos para simular garras, dejando escapar una imitación de un gruñido animal, riendo ligeramente para si mismo. El demonio frunció el ceño, molesto por el repentino rechazo, estirando su mano con toda la intención de agarrar la muñeca ajena y arrastrarlo al entrenamiento, solo para que una cola rodeando muñeca de una manera casi doloroso lo detuvo en seco.
-¿Pero que...?- quedo tieso ante la gran y seria versión del gran sabio que estaba parado junto al humano, luciendo amenazante con aquellos ojos dorados brillando y alta figura que se alzaba por encima suyo. Trago, repentinamente nervioso, pudiendo sentir la oleada de poder que emanaba el cuerpo de aquel ser.
-¿Vienes a causar problemas, Red Boy?- sonrió de una manera burlona y amenazante, el pelirrojo mordiéndose la lengua para no reclamar ante aquel extraño y odioso apodo que no había escuchado en años, sintiendo la cola que rodeaba su muñeca apretarse un poco. Había una amenaza silenciosa en aquellos ojos, como si le dijera sin necesidad de palabras que iba a arrepentirse si estaba allí para causar cualquier tipo de problema.
-N-No- casi escupió aquella simple palabra, negándose a mostrar el miedo que lo invadía ante el intimidante mono.
-Por tu bien, eso espero- lo soltó, su sonrisa volviéndose tranquila y cariñosa de alguna manera cuando fijo su vista en el menor, quien pareció no notar la tensión. -¿Listo para irte, MK?- extendió su mano.
-¡Por supuesto~!- asintió con entusiasmo infantil, agarrando la mano que le ofrecían y soltando una carcajada al ser alzado, tarareando al estar sentado en los hombros ajenos. -¡A la carga, mi valiente!- rio.
-A las ordenes, mi capitán- hizo aparecer su nube y después de mirar de reojo al quieto demonio de cabello rojo, se subió, alejándose a gran velocidad mientras el humano gritaba despedidas y diciendo que podrían hacer algo juntos cuando volviera. Red Son se quedo allí, tenso mientras veía al par desaparecer en el cielo, asombrado y algo temeroso, sin siquiera girar la cabeza al escuchar pasos acercarse.
-No me dijiste que estaba aquí...- ver aquella extrañamente seria versión de Sun Wukong fue casi aterrado, de una manera tan horrible que no quisiera repetir.
-Quería ver tu rostro al verlo~- Mei sonrió, divertida, con sus ojos fijos en la pantalla de su teléfono donde se reproducía un video. -¡Oh, cielos! Te veías tan asustado- soltó una carcajada, divertida ante la expresión en el rostro ajeno que mostraba en el video.
-¡Dame eso!- demando, corriendo tras la sonriente chica, lanzando pequeñas bolas de fuego controladas en un intento de borrar la evidencia de su miedo. Nadie debía ver eso, ¡nadie!
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~Monkie Kid~ 2️⃣
Fanfic¡Libro cerrado! ¡Segundo Libro! Si algo se me ocurre, aquí lo publicare ^_^ Nota: La imagen de portada no me pertenece, la encontré en Pinterest. Derechos a su respectivo creador Nota-2: Aceptó ideas~ Nota-3: Cuidado, hay Spoiler :3 Nota-4: No escri...