~Monkie Kid~ 2️⃣

El Novio

Lo siento por el extraño final pero no sabia como terminarlo xD

Espero que les guste~

Petición de: Claudi_Chamaco

MK sonrío enormemente, caminando y dando pequeños saltitos a medida que avanzaba, el chico con el que estaba saliendo actualmente sosteniendo su mano y mirándolo con diversión, siguiéndolo con paso tranquilo.

-Estas muy emocionado, más de lo normal- comento, enmarcando una ceja. -¿Alguna razón en especial?- preguntó.

-¡Vas a conocer a mi familia!- chillo, deteniéndose solo para poder ver a su novio a la cara, mostrando una gran sonrisa y ojos brillantes. -¡Estoy super emocionado! ¡Sé que te amarán!-

-¿Estas...seguro de eso, corazón?- preguntó, preocupado. Había escuchado tanto de los familiares ajenos y a pesar de que confiaba en MK, no sabía si realmente le caería bien a todos. Además, sin querer decirlo en voz alta, pero tenía algo de miedo de ser asesinado por alguna razón.

-Estoy seguro- asintió sin duda y luego empezó a caminar, arrastrando a su novio con él, su emoción solo aumentando al ver la tienda de fideos a la vista. Abrió la puerta, sonriendo enormemente al ver a su familia allí reunida. -¡Ya vine!-

-Al fin llegas- sonrió Pigsy, saliendo de la cocina.

-Hola MK- sonrió Tang, moviéndose lentamente en dirección de la cocina, solo para ser empujado de vuelta a su asiento por el chef.

-¡MK!- Mei fue la primera en levantarse, corriendo hacia él para abrazarlo con fuerza, gesto que el menor no dudo en corresponder con fuerza.

-Hola MK- Nezha sonrió, abriendo los brazos, el menor lanzándose para abrazarlo con una gran sonrisa.

-Hola- Sandy estaba sentado, con un juego de té en la mese que tenía enfrente y una taza entre sus manos, mostrando una gran sonrisa y con Mo sentado en sus hombros.

-Hey Kid~- saludo Macaque con una sonrisa, sentado cómodamente en una de las tantas sillas. En una silla no muy lejos estaba Wukong, con un durazno en mano y la boca llena al parecer, saludando con su mano libre.

-¡Tardaste demasiado, niño de los fideos!- reclamo Red Son con la punta de su coleta en llamas.

-Lo siento, lo siento- sonrió, avergonzado por haber tardado. -Quiero presentarles a alguien- volvió para mirar a su novio, quien estaba tieso bajo el marco de la puerta, mirando a todos los presentes con los ojos bien abiertos. -Ven~- rio ligeramente, tomando la mano ajena para guiarlo hacia adentro. -Nadie muerde aquí-

-...estoy bastante seguro de que si lo hacen- pensó con temor ante la presencia de demonios pero mostró una sonrisa, ocultando su miedo. Fue presentado como el novio, recibiendo algunas burlas de parte del dueño, del hombre de anteojos y de la chica con mechones verdes. Mantuvo su sonrisa, sintiéndose lentamente más cómodo a medida que pasaba el tiempo y justo cuando estaban por sentarse a comer, gritos se empezaron a escuchar.

-¡Hoy no!- MK se levantó con una mueca, sabiendo lo gritos significaban algún tipo de ataque.

-¿Quieres que vaya yo?- Wukong se ofreció pero el menor fue rápido en negar con la cabeza.

-Es mi responsabilidad- hizo un gesto, haciendo aparecer su bastón, girándolo entre sus dedos después de hacerlo crecer. Le dio un rápido beso en la mejilla de su pareja y camino hacia la puerta. -Volveré~- salió y con su bastón, se alejo rápidamente. El novio se quedó quieto en su lugar, ligeramente incómodo, sin saber si debía decir algo o no. Trago en seco, sintiendo de repente las miradas fijas de todos los presentes en su pequeña persona, y no pudo evitar temblar. Tenia la sensación de que no les gustaba a nadie de allí, una sensación que solo creció ante la mirada brillante de Wukong y Macaque. Rayos, esperaba salir de allí con vida por lo menos.