~Monkie Kid~ 2️⃣

Mi Amada

Espero que les guste~

Petición de: Mikaelagamercrak

Él puede recordarla. Una mujer amable y dulce que se acercó a ayudarlo incluso cuando todos sus compañeros demonios lo abandonaron. Ella curó sus heridas con tranquilidad y sin miedo, él mirándola con asombro, viendo como aquellas pequeñas manos de movían con agilidad.

Era hermosa, con el cabello castaño tan oscuro que parecía negro y que caía libremente por su espalda, con los ojos brillantes y llenos de alegría, junto a una gran sonrisa que dejaba ver pequeños hoyuelos en sus mejillas y que estaba seguro que podía iluminar cualquier lugar oscuro. Era amable y dulce, decidida y algo aventurera, alguien que no dejaba atrás a nadie h estaba dispuesta a ayudar.

Él la amo y ella le correspondió a pesar de que todos a su alrededor decían que no debía pasar nada entre demonios y humanos, ambos ignorando los insultos y malas miradas. Él vivió a su lado todo lo que pudo, haciendo todo lo que estuviera a su alcance para mantener aquella sonrisa que adoraba pero era humana, ella creció y muy pronto para su gusto, envejeció. No le importo, se mantuvo a su lado, abrazándola con suavidad mientras hablaba con algo de pánico, sintiendo como el corazón de ella empezaba a latir cada vez más lento. Lloro desconsolado cuando ella murió, sintiendo como algo en su interior se rompía. Le hizo una pequeña tumba que él mismo se encargo de limpiar y poner flores. Vivió lo que le quedaba a su lado, sin querer ir muy lejos, y cuando murió, esperaba poder reencontrarse con ella pero se convirtió en un fantasma, un espíritu que vagaba por ahí, buscándola pero son e contarla.

Y un día, la vio.

-Mi amada...- era ella, incluso si se veía diferente, con el cabello mucho más corto y ahora peinado hacia arriba, vistiendo extraña y colorida ropa que le sentaba de alguna manera. Podía reconocer esos ojos brillantes de alegría y aquella gran sonrisa que había iluminado su vida durante años. Se acercó, manteniéndose invisible para no llamar la atención de los de a su alrededor, sonriendo con cariño. Era ella, estaba seguro de eso. -Hola mi amor...- se inclino, dejando un suave beso contra la frente ajena, viendo como se sobresaltaba. -...al fin te encontré- y ahora que lo había hecho, no iba a volver a separarse de ella.

Mientras tanto, MK se estremeció, con fuerza, sintiendo una repentina frialdad rodeándolo. Era raro, el clima estaba algo cálido y él tenía una campera pero aún así, ahora tenía la piel erizada.

-¿Estas bien?- preguntó Mei al notar que su amigo miraba a su alrededor.

-Si, si...- asintió, acercándose a ella para acurrucarse contra su costado, queriendo que aquella fría sensación desapareciera. -...estoy bien...- la chica enarco una ceja con confusión pero no dudo en rodearlo con sus brazos para abrazarlo con fuerza. MK hundió su rostro contra el hombro de su amiga, aún sintiendo frío en su nuca y hasta podía jurar que podía escuchar un susurro lejano que no podo entender. Eso no debía ser nada bueno.