Tonto #4

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Espero que les guste~

Nota: Me falta una parte pero me iba a quedar muy largo, así que supongo que lo pondré en el siguiente xD

Los chillidos de los monos de pelaje blanco se empezaron a escuchar, Macaque levantando la vista y Wukong enderezándose de repente. Eran gritos de advertencia, que decían que alguien se estaba acercando y no tenía buena cara.

-¿Tu crees que...?- el mono dejó la pregunta sin terminar, viendo como el dios se levantaba con el ceño fruncido. Rayos, eso no era una buena señal.

-Quédate aquí...- ordenó, viendo de reojo a su cachorro, quien estaba acurrucado en un nido de mantas almohadas y algunos peluches, durmiendo plácidamente. -...yo me encargo- y salió de su pequeña casa, cerrando la puerta tras de si, caminado a paso firme para enfrentar al repentino intruso en su montaña. Lo vio, flotando a pocos centímetros del sueño con aquellos anillos bajo sus pies, con esa expresión seria que siempre parecía tener y haciendo girar su gran lanza entre sus manos.

-Wukong...- no se veía para nada contento de verlo pero eso no era nuevo.

-Nezha...- se cruzó de brazos, moviendo la cola con algo de impaciencia. -...¿Qué te trae por aquí?- preguntó con tono desinteresado.

-Los celestiales sintieron una perturbación poderosa que venía de aquí...- miro a su alrededor de reojo, obviamente buscando la fuente de aquel poder. -...así que me enviaron a verificar- miro al dios, entrecerrando los ojos con sospecha.

-Yo no sé nada~- canturreo con una sonrisa burlona, aunque por dentro se estaba retorciendo con preocupación. Ellos no sabían de su hijo, ellos no se enteraría, él se aseguraría de eso. Se enderezó, sin estar realmente asustado cuando sintió la punta de la lanza ajena rozar su mentón.

-Habla o te obligare, Wukong- gruñó el príncipe, apretando firmemente el mango de su arma. El mono abrió la boca, dispuesto a burlarse lo mas seguro, pero un borrón repentino que cruzó en medio de ambos llamo su atención, volteándose al mismo tiempo para ver a quien se había cruzado y le había arrebatado el arma al azabache en el proceso. Los ojos del par se abrieron, uno con alarma y el otro con sorpresa.

-¡No!- ahí estaba el pequeño, con el ceño fruncido y la cola erizada, sus pequeñas manos aferradas con firmeza a la lanza que se había robado.

-¡MK!- jadeo Wukong al verlo, sin importarle la presencia ajena.

-¿MK?- El príncipe frunció el ceño, mirándolo fijamente.

-Es de "Monkie Kid"- bufo Macaque, quien estaba emergiendo de una sombra justo al lado de ellos. -No tenía mucha imaginación- era una broma ligera.

-Se suponía que debías cuidarlo- gruñó el dios, mirando a su contraparte con molestia.

-El niño salió disparado, ¿Qué se suponía que hiciera?- el de pelaje negro le devolvió el gruñido.

-¿Qué rayos hiciste, Wukong?- hablo el azabache, llamando la atención del par.

-Te lo explicaré más tarde- el dios miró a su cachorro, adelantándose un par de pasos de manera lenta y cuidadosa, sonriendo suavemente hacia su pequeño. -Hey Kid, ¿puedes soltar eso?- señaló hacia la lanza.

-¡No!- los ojos del menor se fijaron en el príncipe, retrocediendo al verlo acercarse.

-Dame eso- ordenó con voz sería.

-¡No!- repitió, solo apretando su agarre en la lanza. -¡Ibas a lastimar a mi papá!- el corazón de Wukong se derritió por completo ante esa simple palabra. Su hijo lo había llamado "King" desde el principio ye escucharlo decir "papá" lo llenaba de calidez y cariño. -¡No te la voy a dar!- les dio la espalda y se alejo, corriendo con rapidez. Nezha estaba a punto de salir disparado para seguirlo pero un repentino agarre en su ropa lo detuvo. Frunció el ceño cuando estuvo cara a cara con el dios, quien tenía el ceño fruncido.

-Si lastimas a mi hijo...- su pelaje se erizo, con los ojos brillantes y un aura tan peligrosa que hasta el príncipe no pudo evitar temerle. -...los celestiales y tu sufrirán mi ira. Los destruirse a todos y cada uno...sin piedad...- era una promesa, una que iba a cumplir sin pensar. -...¿Entendido?- lo soltó bruscamente al verlo asentir. -Bien- y se dispusieron a seguir al menor, quien de alguna manera ya había llegado al pie de la gran montaña, viendo a su alrededor con los ojos bien abiertos. -¡MK!- llamo apenas lo vio, sonriendo ligeramente apenas se volteo a verlo. -Vamos, Kid...- se arrodillo, extendiendo las manos hacia su hijo. -...suelta esa cosa y ven aquí-

-Iba a lastimarte- murmuro, haciendo una gesto hacia la lanza que se negaba a soltar.

-Quizás...- ignoro la mirada fulminante del príncipe en su nuca. -...pero tu me salvaste...- su sonrisa se agrando. -...eres mi pequeño héroe~- una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro del menor, quien pareció relajarse ligeramente en su lugar. -Ahora, ven aquí. Papá quiere darle un gran abrazo a su pequeño héroe~- canturreo, haciendo una gesto con las manos.

-Oh...- miro la lanza y la soltó, dejándola caer al suelo, ignorándola y corriendo hacia el mayor, riendo alegremente al ser abrazado. Wukong suspiro de alivio, relajado ahora que tenia su cachorro entre sus brazos, enderezándose sin mucho problema y haciendo una mueca ante la mirada fulminante que le estaba dando Nezha después de recoger su arma del suelo.

-Rayos...- bufo. -MK, el mono emo quiere un abrazo- eso hizo que el menor levantara la vista, buscando al mencionado con los ojos.

-¡Mac!- sonrió al verlo, ya estirándose con los brazos extendidos hacia el de pelaje oscuro, dispuesto a dar abrazos. Macaque tarareo, acercándose para alzar al menor, aprovechando la cercanía para golpea con su cola la nuca del dios. Acomodo al pequeño entre sus brazos, les hizo un gesto de despedida con una sonrisa burlona y se hundió en una sombra, MK dejando escapar una carcajada.

-Es una historia complicada- Wukong se volteo a ver al príncipe, haciendo una ligera mueca.

-Tengo tiempo- Nezha frunció el ceño. Así que empezaron a subir la montaña a paso lento, con el dios explicando lo mejor posible lo que había sucedido y con el príncipe mordiéndose la lengua para no gritarle sobre su tonteria.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora