Pequeño tritón #5

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Espero que les guste~

Nota: Se supone que la "Crimson jimson weed" es una flor rara y de alguna manera mágica que se utiliza como medicina. No encontré nada muy claro de lo que hace pero así que decidí usarla.

Nota-2: Wow, ya voy por el capitulo 60 :3

Wukong sonrió con cariño, viendo al tritón darle un gran mordisco al durazno que le había entregado y escuchando sus ligeros tarareos de felicidad, riendo al notar que las aletas a cada lado de la cabeza ajena se movían ligeramente. Era lindo verlo tan feliz por solo una fruta. El menor termino, quedando solo con el corazón del durazno, extendiéndolo hacia el mayor con expresión suplicante. 

-Ya no puedo darte mas- negó, aun temía que mucha fruta le pudiera caer mal de alguna manera, no quería arriesgarse. -No pongas esa cara, Kid...- se sintió un poco mal ante el puchero que se formo en el rostro del niño. -...¿quieres algas en su lugar?- ofreció la bolsa llena de algas en forma de hoja de aspecto raro. El menor se quejo pero acepto, metiendo una de las tantas algas en su boca para masticas. El dios suspiro pero se enderezo de repente, sintiendo como algo se acercaba a gran velocidad y supo quien era casi de inmediato. -Rayos...- había olvidado que venia a visitarlo de vez en cuando solo para vigilarlo. -Kid, quiero que te sumerjas y no salgas hasta que yo te figa, ¿si?- no tenia ganas de lidiar con la mirada de fastidio del príncipe y su discurso de lo irresponsable que era. El tritón frunció ligeramente, obviamente confundido, pero asintió ligeramente y dejando la pequeña bolsa con algas en el suelo, se sumergió sin dudarlo, el agua quedando calma al poco tiempo, señal de que estaba quieto y tranquilo en el fondo. -Hola Nezha~- sonrió, levantándose de donde había estado sentado, mirando al príncipe que se acercaba. -Recuerdas que soy un dios, ¿no? Rey de los Monos...Gran Sabio...- se señalo a su mismo. -...no necesito que me vigiles-

-Necesitas estricta vigilancia...- bufo el príncipe con el ceño fruncido. -...en especial teniendo en cuenta tu loco legado lleno de travesuras y actos sin pensar- el mono bufo, rodando los ojos con algo de fastidio, sacándole la lengua solo para molestar al príncipe.

Mientras tanto, el pequeño tritón no pudo evitar asomarse con mucho cuidado, curioso ante la voz nueva que escucho, abriendo ligeramente los ojos con asombro ante el aspecto del extraño. Era realmente diferente a quien lo cuidaba y a quien venia a jugar con él pero era llamativo, se pregunto si el extraño se acercaría para verlo mas de cerca. Los miro hablar, sin entender porque se veían tan tensos, cuando el extraño hizo un rápida movimiento con su mano y de repente, había una lanza de aspecto extraño apuntando hacia el mono. Jadeo, asustado, estaba amenazando a su amigo, eso no era bueno. Debía quedarse bajo el agua pero no podía, no cuando quien le importaba estaba en peligro.

Había gritado mucho cuando fue atacado antes de llegar a estar junto al dios, tanto que su garganta aun estaba resentido después de unos cuantos días de té y descanso pero eso no importaba, no cuando quien lo había cuidado, lo había ayudado y lo había dejado quedarse sin protestar estaba siendo amenazado. Se acerco al borde, apoyando sus manos en el suelo, preparándose para lo que iba a hacer. Le iba a doler, de eso estaba seguro.

-Siempre con esa lanza...- bufo, apartando la lanza ajena con la mano. -...empiezo a pensar que estas obsesionado- se burlo, sonriendo ante el ceño fruncido en el rostro del príncipe.

-Escúchame Wukong, tu...- un grito sonoro lo interrumpió, haciendo que ambos tuvieran que taparse los oídos, retorciéndose de dolor. El grito era fuerte y poderoso, del tipo que podía romper vidrios y dejar a unos cuantos sordos si era necesario. Se detuvo después de unos tensos segundos y ahí es cuando pudieron ver al responsable. -Un tritón....- jadeo al ver al pequeño ser apoyado en el borde de su estanque, jadeando.

-Kid...- el dios se preocupo de inmediato, sintiendo una sensación de horror cuando lo vio toser y algo rojo cayo al suelo. El ser acuático levanto la vista, preparándose nuevamente, sus ojos fijos en la lanza tirada en el suelo, un gesto que el mayor noto. -Nezha, guarda tu lanza- ordeno.

-¿Qué?- lo miro sin entender.

-¡Guarda esa maldita lanza!- gruño y a pesar de que el príncipe hizo desaparecer la lanza, el niño ya estaba abriendo la boca. -¡Kid, no!- pero fue muy tarde y muy pronto, un nuevo y sonoro grito se empezó a escuchar, los inmortales tapándose los oídos con una mueca de dolor, apretando los dientes con fuerza. Wukong se tambaleo, aturdido y adolorido por el potente grito pero se obligo a si mismo a acercarse a grandes pasos, cayendo de rodillas junto al estanque, destapando sus orejas solo para poder a apoyar una de sus manos en la nuca ajena y usando la otra para tapar la boca del niño, deteniendo el grito. -Hey, Kid...- sonrió suavemente cuando los ojos ajenos se abrieron para mirarlo. Había lagrimas tan brillantes saliendo de los ojos del niño, parecían como si tuvieran alguna especie de brillantina ligera. -...todo esta bien, tranquilo. Nadie esta atacando a nadie, te lo aseguro- destapo lentamente la boca ajena, preocupado al verlo toser nuevamente y sintiendo pánico al notar la sangre que salía de su boca. Se había lastimado la garganta y esta vez era peor. Froto suavemente la espalda del pequeño tritón mientras este tosía con lagrimas brillantes corriendo de manera silenciosas por sus mejillas. Alzo la vista, notando que el príncipe los estaba mirando, luciendo tenso y algo culpable.

-Puedo ayudar- y con esas únicas palabras, se alejo, volviendo después de unos cuantos minutos y preparando un té, uno de un suave color dorado y que tenia un dulce aroma. -Ten- se arrodillo en el suelo y le extendió la taza al tritón, quien retrocedió ligeramente y con desconfianza, mirando al mono en busca de una guía.

-Adelante, Kid- sonrió, confiando en que el príncipe no le daría nada dañino al niño. El menor asintió y tomo la taza, dándole un sorbo tentativo, tomando el resto cuando el sabor le gusto. Tarareo, sonriendo y con las aletas a cada lado de su cabeza agitándose con gusto, relajándose en su lugar. Ya no tosía y tampoco lloraba, así que eso significaba que el té le había ayudado en algo. -¿Que le diste?- pregunto el dios después de unos segundos de silencio.

-"Crimson jimson weed"- respondió. -Es una flor rara y que crece en un solo lugar cada cierto tiempo pero se usa en medicinas para curar ciertas cosas...- miro al niño, quien lo estaba mirando de reojo, sus pequeñas manos aferradas a la taza aun. -...pensé que podría ayudar- porque por lo que entendió, había sido la causa de la angustia del pequeño.

-Gracias- suspiro de alivio, feliz de ver que el tritón ahora lucia mas tranquilo.

-M-Monkie...K-King...- se sobresaltaron ante eso y se voltearon a ver al menor, quien los estaba mirando fijamente y con una mano en su garganta, haciendo una ligera mueca.

-Kid...- abrió los ojos con asombro. La voz del niño sonaba rota y rasposa, de seguro por la falta de uso y el daño en su garganta, pero era la primera vez desde que estaba allí que decía algo. Wukong soltó un chillido de pura emoción, lanzándose para alzar al niño y abrazarlo con fuerza, prometiendo múltiples y deliciosos pescados como recompensa por hablar, mientras que el niño solo se rio, correspondiendo los abrazos, feliz por el cariño. Nezha los miro, sin entender pero extrañamente conmovido por la escena, decidido a dejarlos por el momento, ya luego iba a poder exigir respuestas.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora