Roba Voces #3

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Espero que les guste~

Nota: Fue el mejor final que se me ocurrió xD

Caminaron a paso lento por el cementerio, ella luciendo obviamente cómoda y él sintiendo escalofríos que ignoro por completo, así como ignoro como su teléfono seguía vibrando en el bolsillo de su campera.

-La primera vez que robe una voz fue por accidente...- habló Lily, llevando sus manos a su pecho. -...una señora que venía a visitar a alguien camino a través de mi...y le robe algo...- mostró sus manos, una pequeña esfera de luz acunado entre estas. -...solo cuando intento hablar y nada salió de su boca, me di cuenta que era su voz. Me sentí tan mal mientras la veía llorar- hizo una mueca, la pequeña esfera volviendo a desaparecer dentro de su pecho. -Intente devolverla tantas veces pero nada funcionaba y la gente que venia de visita no podían verme, así que seguían pasando a través de mi y sus voces se acumulaban...- hizo una mueca. -...y en algún momento me di cuenta de que...de aquí podía salir-

-¿No podías salir del cementerio antes de eso?- preguntó con curiosidad y sintiendo la tristeza inundarlo.

-No, antes no podía pasar más allá del portón...- llegaron a la entrada, ella mirando el portón cerrado, acercándose un par de pasos y su mano atravesando las rejas. -...pero entre más voces robo, más lejos llegó-

-Por eso estabas en el karaoke- tarareo, pensativo ante las palabras ajenas, la niña asintiendo como respuesta.

-Yo solo quería llegar a mi lugar especial...- sollozo. -...para poder estar con ella otra vez...- MK la miro con tristeza, acercándose y apoyando suavemente su mano en su pequeña espalda, ignorando la frialdad y decidido a consolarla.

-¿Ahora puedes ir?- preguntó con suavidad.

-Eso...Eso creo...- asintió después de unos segundos de dudas.

-En ese caso, vamos...- le mostró una amable sonrisa y extendiendo su mano, decidido a ayudarla. -...te acompañaré a tu lugar especial-

-¿En serio...irias conmigo?- lo miro con sorpresa, una pequeña sonrisa dibujando se en su pálido rostro al verlo asentir sin duda. -Gracias- tomo la mano ajena y justo, después de abrir el portón, salieron, caminando por las veredas iluminadas y viendo a algunas personas pasar a sus lados, de seguro yendo a sus hogares a descansar después de un largo día. MK tarareo una melodia, ella uniéndose al poco tiempo, ambos caminando a paso lento y tranquilo, él dejándose guiar y reconociendo después de unos segundos el camino.

-¿El parque?- y ahí estaban, en uno de los parques de la ciudad, bien iluminado y sin gente a la vista. -¿Aquí esta tu lugar especial?- se adentraron más en aquel lugar, llegando hasta el árbol de gran tamaño que estaba en la zona central, uno hermoso y bien cuidado con los años.

-Mamá y yo veníamos aquí cuando no estaba en el trabajo...- se adelantó, soltando la mano del chico y sentándose suavemente a los pies del árbol, cruzando las piernas y acomodando la falta de su vestido. -...solo nos sentábamos aquí y pasamos el tiempo juntas...- hizo un gesto, él acercándose para sentarse a su lado, escuchándola con atención e ignorando a su vibrante teléfono que no paraba de recibir mensajes y llamadas. -...la extraño tanto...- se apoyo en ligeramente contra el costado ajeno, él dudando un poco antes de poner su mano sobre la cabeza de ella, quien cerró los ojos y se relajo, contenta de haber llegado a su lugar especial después de tanto tiempo. Se quedaron así, en calma, cuando de repente el cuerpo de la niña se iluminó suavemente, desapareciendo de manera lenta y contante hasta que ya no estuvo allí, dejando en su lugar una pequeñas esferas coloridas, las cuales se quedaron quietas unos segundos antes de salir disparadas en diferentes direcciones de la ciudad, de seguro las voces volviendo a sus dueños. MK suspiro, aliviado, relajándose en su lugar y sacando su teléfono, haciendo una mueca ante las llamadas perdidas y los mensajes que no leyó, sus amigos preguntando donde estaba y reclamando la falta de respuestas. Se sobresalto cuando una llamada entró en ese momento, notando que era Pigsy, atendiendo después de un segundo de duda. Tuvo que alejar el aparato cuando gritos se empezaron a escuchar pero no pudo evitar sonreír, al menos, su jefe tenía su voz de vuelta.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora