Protector

2.5K 188 96
                                    

¡Muchas gracias a quien me dio la idea!

Espero que les guste~

Nota: Erlang Shen, sobrino del emperador de Jade y quien es enviado para someter a Wukong para que este pague por los estragos que causó. Tiene un tercer ojo (que no es muy claro si tiene visiones o puede ver formas verdaderas) y también un perro seguidor. Él logró derrotar a Wukong pero lo hizo con ayuda de algunos dioses, su fiel perro y atrapando al mono desprevenido.

Nota-2: Lo siento si me equivoque en algo, fue lo mejor que pude encontrar en Internet, sean amables conmigo :3

Wukong es alegre y despreocupado, bromista y torpe, despistado y bastante tonto, arrogante y un poco creído, sin olvidar imprudente. Él era todo eso y mucho más pero por sobre todo aquello, era protector con aquellos que consideraba como sus amigos y esa cualidad resaltaba aún más con aquello a los que consideraba familia. A quienes consideraba su familia eran pocos, casi contados con los dedos dedos de las manos, pero era bastante obvio que uno de ellos era MK, a quien llamaba su adorado sucesor frente a todos los demás y lo llamaba su hijo cuando hablaba con sus monitos.

Así que cuando un tal Erlang Shen apareció, con una sonrisa confiada en su rostro y con su mano rodeando el cuello de MK con firmeza, eso fue la primer señal de problemas.

-Kid...- el niño se veía maltratado y golpeado, con una expresión llena de miedo y lágrimas silenciosas corriendo por sus mejillas, retorciéndose en el agarre ajeno.

-M-Monkie King...- sollozo, jadeando ligeramente cuando los dedos que rodeaban su garganta se apretaron.

-Esperaba algo más de tu sucesor, Wukong- se burló Erlang Shen, luciendo decepcionado, mirando al niño con algo parecido al desprecio.

-Eres un maldito...- el dios apretó los dientes, su cuerpo temblando de ira reprimida. -...te mataré- su voz se vuelva más grabe de repente, sonando tenebroso al decir verdad, el mono de las sombras haciendo una mueca y retrocediendo un paso sin pensar, ya sabiendo que todo se va a ir al diablo en poco tiempo.

Macaque recuerda haber visto a Wukong furioso una sola vez en su larga vida y aunque nunca va a admitirlo en voz alta, fue una de los momentos más aterradores de su vida, algo de nunca iba a olvidar y que no sabía si quería volver a enfrentar. Lo bueno es que esta vez, él no era su objetivo, eso es un alivio.

-Oh no...- retrocedió unos pasos más, tratando en seco al ver a su contraparte. Era impresionante como alguien tan despreocupado como Wukong podía cambiar drásticamente para verse aterrador, con el pelaje erizándose y haciéndolo ver más grande de lo que es, con un destello rojizo en sus ojos dorados, sus rasgos de mono viéndose más salvaje mientras muestra los colmillos, los cuales se ven más afilados de alguna manera, con un gruñido profundo y con sus uñas viéndose como garras afiladas. Se agazapa, su cola erizada moviéndose constantemente, luciendo dispuesto a arrancar cabeza sin dudar ni un segundo y de la manera más salvaje posible.

Wukong ruge, su furia sintiéndose en ese sólo sonido, antes de lanzarse sobre Erlang Shen, quien suelta al menor para bloquear el repentino ataque, un momento que Macaque no duda en aprovechar para moverse rápidamente y tomar al niño entre sus brazos antes de que pudiera llegar al suelo. Frunció el ceño sin poder evitarlo, MK esta inconsciente y jadea con cada respiración, un feo moretón con forma de mano ya formándose en su cuello junto a unos cuantos moretones más. Acuno al menor entre sus brazos, levantando la vista apenas solo ver destellos de lo que seguro se convertirá en una pelea violenta y llena de destrucción. No dudo en hundirse en una sombra e ir directamente a la montaña del dios, sabiendo que debía estará lejos de esa pelea. Curo las heridas de MK lo mejor posible, sacándole los zapatos y la campera ante de colocarlo sobre un nido rápido que hizo con todo lo que pudo, recostándose de igual manera, pasando suavemente una de sus manos por el cabello castaño oscuro del chico que aún duerme.

No presta atención al tiempo que pasa, simplemente espera, tarareando para si mismo y moviendo ligeramente la cola con algo de impaciencia, revisando periódicamente al niño acurrucado contra su pecho, susurrando suaves palabras de consuelo cuando lo veía fruncir apenas el ceño. Mueve las orejas al escuchar pasos fuera de la casa, enredando sus dedos en el cabello del menor para acariciar suavemente su cuero cabelludo, sintiendo como se relajaba. Alzó la vista al escucharlo acercarse, viendo entonces a Wukong, haciendo una ligera mueca ante el hedor metálico que el otro tiene.

-¿Lo mataste?- preguntó en tono de burla ante la sangre que mancha la ropa y el pelaje ajeno. No es una pregunta seria, en especial sabiendo que Erlang Shen es un ser inmortal.

-El bastado es como una cucaracha, se sigue levantando sin importar cuanto lo pises...- bufó, para después mirar a su contraparte y sonreír enormemente, mostrando sus colmillos. -...pero le arranque unos dedos, estoy seguro de que los extrañará- infló ligeramente el pecho, orgulloso por lo que había hecho.

-Eres un asco...- y a pesar de sus palabras, no pudo evitar sonreír ligeramente, aliviado. El bastado ya no parece estar por allí y el dios se ve más calmado ahora, eso es una buena señal. -...espero que no te lo hayas comido-

-No loco, no cómo ese tipo de basura- bufo con una mueca de asco.

-¿Admites que comes basura?- sonrió con diversión ante las palabras ajenas.

-Vete al infierno- gruñó con mala cara, su cola moviéndose con algo de molestia.

-Ye he estado allí~- tarareo. -Ahora, ve a bañarte antes de que el niño te vea así- ordenó con una mueca.

-Bien, bien- rodó los ojos, aunque su sonrisa no se borro. -¿Como esta él?- preguntó, viendo a su alumno acurrucado contra su contraparte. Se ve mejor que antes, aunque el aspecto de sus moretones no le gustan para nada.

-Profundamente dormido- suspiro, sonriendo ligeramente con algo de diversión al escuchar al menor quejarse, aunque se acomoda rápidamente y no se despierta. Wukong suspiro con alivio y fue a darse una ducha, volviendo al poco tiempo limpio y con ropa cómoda, dejándose caer dentro del nido al lado del menor, quien parece esforzarse por abrir los ojos.

-¿M-Monkie K-King?- bostezo, parpadeando lentamente, intentando que su vista fuera más clara. -¿M-Macaque?- está adolorido y cansado, ya puede sentir que se está quedando dormido rápidamente.

-Estamos justo aquí, Kid- sonrió el dios, levantando una de sus manos para apoyarla suavemente sobre los ojos ajenos. -Vuelve a dormir- rio ligeramente cuando MK no tardó mucho en dormirse nuevamente, demasiado cansado como para quejarse al parecer.

-Él volverá, ¿no es así?- preguntó el mono de las sombras, rompiendo el silencio de repente.

-No si sabe lo que le conviene- gruño con un brillo peligroso destellando en sus ojos, su pelaje erizándose apenas ante el solo pensamiento de que Erlang Chen volviera.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora