Frío

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Algo raro y corto que se me vino a la mente

Espero que les guste~

Macaque recuerda la agonía de ser mortalmente herido por quien alguna vez había llamado amigo, sintiendo una profunda tristeza mientras lo veía alejarse rápidamente y sin siquiera mirar atrás de reojo, la resignación inundándolo rápidamente, sabiendo que no se levantaría del incomodo y sucio suelo, jadeando, sintiendo como la muerte se avecinaba a su existencia, reconociendo la calidez que se formaba bajo suyo como la sangre que no dejaba de brotar de sus heridas.

Murió, lo sabe, pero para su absoluta sorpresa, se despertó quien sabe cuanto tiempo atrás, con una horrible sensación de frio que venia de lo mas profundo de su ser y se extendía por todo su cuerpo, haciéndolo sentir incomodo y entumecido, por no mencionar lo confundido y perdido que estaba en esos momentos, sintiendo horror al escuchar una risa siniestra que resonó en el pequeño y desconocido lugar cerrado en el que estaba. La conocía, por las historias y rumores, escuchándola ofrecerle poder y algo mas que no se molesto en prestar atención, huyendo sin siquiera pensar y yendo lo mas lejos que pudo, aprovechando la oportunidad para revisarse. Las heridas que lo habían matado eran solo cicatriz ocultas por su pelaje, el cual era mucho mas oscuro que antes, con uno de sus ojos ciego y con una cicatriz palpable en su rostro pero estaba vivo, completo, con sus poderes intactos...y con un tirón frio en el fondo de su mente, uno que se dispuso a ignorar. Noto, después de lograr tranquilizarse y sentirse cómodo en su cuerpo nuevamente, la llave de aspecto extraño que colgaba flojamente y por una conta alrededor de su cuello 

No lo admitirá en voz alta pero se escondió en lo profundo de una montaña familia y en la que solía pasar el tiempo con el dios, sin poder dormir por un tiempo debido a la vaga sensación que no sabia como explicar que tiraba de su interior y luchando contra el frio intenso que lo invadía cada dos por tres.

En algún momento logra armarse de valor, adaptándose lo mejor posible a su nueva situación, creando un muro a su alrededor y volviéndose distante de todo, manipulando a quien pudiera con una sonrisa en su rostro y con la ligera culpa enterrado en lo mas profundo de su existencia, tirando la llave lo mas lejos posible y decidido a olvidarse de esa cosa, ignorando el tirón en el fondo de su mente que tironeaba para el lado contrario a donde iba.

Vive como puede, continua con la segunda oportunidad que nunca espero a tener, agradecido cuando en algún momento la presencia fría en el fondo de su mente hasta el punto de no sentirlo siquiera y se permite relajarse pero un día, mucho después, siente el firme y fuerte tirón en su interior, uno que lo hace tropezar, su pelaje erizándose por el repentino e intenso frio que lo invade. Sabe, incluso sin verla, que ella esta de vuelta y que lo necesita, algo que no le gusta.

Odia sentir sus frías garras incrustándose en su cuerpo, mordiéndose la lengua para no darle la satisfacción de escucharlo gritar mientras ve con total horror como el hielo rodea sus dedos y se extiende rápidamente, llegando a ocupar la mitad de su cuerpo, el frio que siempre sentía volviéndose insoportable. 

Siempre se sintió como tener una cadena que lo mantenía unido a ella, sin importar cuanto intentara alejarse, pero al final, cuando decidió que ayudar era lo mejor que podía hacer, sintió el cambio instantáneo cuando la gran armadura de ella se derrumbo y se rompió, una bienvenida sensación de vacío inundando su cuerpo, jadeando sin poder evitarlo al sentirse libre por primera vez desde que había despertado nuevamente. Ignoro sin darse cuenta al grupo que festejaba a gritos su victoria y Lucho contra la sonrisa que se quería dibujar en su rostro, aliviado. Se había ido, era libre de ella, ya no tenia control sobre él.

-¡Macaque!- se sobresalto y se volteo ante el llamado, viendo como el chico que lo había convencido de ayudar se le acercaba a paso rápido. -¿Estas bien?- pregunto, preocupado, y el mono se pregunto que clase de expresión estaría haciendo en esos momentos.

-Yo...- estaba abrumado y con sus manos temblando por el alivio. -...si, estoy bien, Kid- estaba dispuesto a esconder sus manos tras la espalda para esconder su temblor pero MK se le adelanto, avanzando a grandes pasos y agarrando sus manos entre las suyas, siendo firme y suave.

-Ganamos- sonrió con tranquilidad y cariño genuino, dando un ligero apretón a las manos del mayo, la cola de este moviéndose con mas tranquilidad, relajándose en su lugar.

-Si...- asintió, dejando de luchar y mostrando una suave sonrisa. -...ganamos- le devolvió el apretón, la sonrisa del menor agrandándose ligeramente.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora