Capítulo 56: El Mal Antiguo.

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No puedo creer que ese muchacho, mi Pupilo, a quien vi ponerse de pie en plena adversidad y luchar con una valentía y determinación que solo vi en los tiempos en los que se formó mi leyenda.

Creo que sobra decir que todo el ambiente y el ánimo luego de que Lia diera la noticia se fue a los sub suelos muy terriblemente, Lia se limitó a dar la noticia a quienes estábamos presentes, ya que dar esta noticia a quienes están en otros mundos, podría afectarlos significativamente al igual que fue aquí.

Intente ir a ver como estarían sus doncellas, pero al llegar a su habitación no las encontré, ni en los lugares donde ellas solían estar, simplemente se desvanecieron. A quienes si vi fueron a las pequeñas entidades fantasmales que también estaban con Memo. Las 3 estaban sentadas en su cama, notablemente tristes y llorosas, pero al no saber ni que decirles, simplemente las deje solas.

Cuando cayó la noche la cosa no cambio mucho, la chica a la que había estado entrenando, partió de regreso a su hogar y fue cuando decidí ir a ver a Lia.

Arthuria: ¿Y ahora qué?

Lia: ... Debemos seguir con nuestra tarea, es lo que él hubiese querido, ¿no lo crees así?

Arthuria: Definitivamente debemos honrar su memoria, y continuar lo que el inicio, pero su ausencia dejo un gran vacío en la moral de todos.

Lia: Lo es mejor que nadie Arthuria. Mande al primer humano que conocí y al que pude considerar como un gran amigo a su muerte.

Arthuria: Lo que paso no fue tu culpa Lia.

Lia: Yo los envié a ese lugar.

Arthuria: Memo eligió pelear, él tomo su decisión, lucho como un guerrero hasta el final.

Lia: Porque pareciera que siempre fallo en querer protegerlo...

Me acerque a ella y puse mi mano en su hombro.

Arthuria: Por más que lo intentes, siembre habrá cosas que no podrás predecir o proteger, la vida es así, y no importa quien seas, como estas van a pasar, yo lo sé mejor que nadie. Memo perdió a mucha gente, y eso lo afecto, lo podía ver en su mirada, el como escondía todo lo que sufría detrás de su sonrisa, pero aun así siguió adelante, eso es lo que tenemos que hacer ahora Lia.

Lia: ... Lo entiendo.

Arthuria: Me alegra saberlo.

Esa misma noche, mientras reposaba en mi cama, no podía conciliar el sueño, y por lo mucho que Alter se movía sé que ella tampoco.

Arthuria: ¿Estás despierta?

Alter: ... Si...

Arthuria: Después de la noticia no has dicho ni mera palabra, ni siquiera comiste bien, ¿estás bien?

Alter: Creo que es más que obvio que no...

Arthuria: ¿Te encariñaste con él cierto?

La vi encogerse en su cama mientras me daba la espalda.

Alter: Él era diferente Arthuria.

Arthuria: Lo sé, lo supe desde el primer día que lo vi, estaba algo loco y a veces era bastante instantáneo, pero era un gran muchacho, mejor caballeros de los que en nuestros tiempos conocí. Es normal que estés dolida, y no hay nada malo con eso, todos lo estamos de alguna manera.

Alter: ... No pudimos hacer nada para ayudarlo.

Arthuria: Y cómo, tú misma viste lo que paso allá, ese sujeto... estaba a otro nivel, Memo sacudió la tierra entera con el poder del ataque que le arrojo y aun así ni siquiera lo toco.

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