Capítulo 05: Porque es lo que un Hombre Hace.

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El despertar de alguien de mi edad puede ser de pocas maneras, entre ellas está el despertar igual de cansado como te acostaste, despertar poseído por la felicidad o despertar con la bandera izada, si bien la última no es mala. Que te ocurra cuando hay damas en tus aposentos puede ser muy mal interpretado.

Para mi mala suerte eso es lo que está pasando, lo bueno es que las penumbras de mi cueva apenas si dejan ver algo.

Guil: Justamente tenía que ser hoy... maldición quien me manda a beber tanta agua anoche... ok, si puedo ir al baño esto se arreglara, el problema es levantarme sin que ellas reaccionen...

Dije eso casi en un silencio, por miedo a las orejas de Gatomon y nuestra inquilina.

Ambas duermen tranquilamente, el problema es que Gatomon duerme en mi pecho y no sé en qué momento se me metió debajo de la costilla la otra chica que dormía conmigo.

No alargare mucho el cómo me las arregle para salir de allí, solo sé que todo fue con la música de misión imposible de fondo, de otra manera creo que no hubiese podido.

Cuando regrese a mi habitación luego de cumplir con las necesidades biológicas, Gatomon aun dormía, pero la otra chica no. Está estaba sentada en la cama mirando hacia donde yo estaba con las orejas rectas.

Guil: Oh buenos días este...

¿Ella tendrá algún nombre? Quisiera creer que sí.

Guil: Creo que no nos hemos presentado formalmente, mi Nombre es Guillermo, pero quienes me conocen tienen la costumbre de decirme Memo. —Le hable con calma al sentarme en mi silla acercándola un poco a ella. —Sé que me puedes entender Señorita, lo sé por como tus orejas se mueven cuando hablo y el cómo me sigues con la mirada, no hay razón para que me temas, como pudiste ver, no planeo hacerte ningún mal ¿Puedes decirme cómo te llamas?

La mirada de alguien puede decir mucho de lo que piensa, y en este momentos sus ojos me dicen que ella está pensando en que decir, confirme eso al ver como abría la boca.

¿¿??: A... Au-Aurora...

Joder si, ¡hablo! Sabía que podía hablar, ahora se su nombre, es un muy lindo nombre el que tiene, le queda como anillo al dedo.

Guil: Así que te llamas Aurora, es un nombre muy bonito. Si definitivamente lo es, y queda perfecto con tu lindo rostro.

De estar mi mejor amigo aquí estaría sosteniendo un cartel que dijera "Nosborn que galán." Pero tenía un objetivo con eso, y era, hacerla sonreír, con solo ver su cara sé que lo conseguí, así que cien Puntos para mí.

Aurora: G-Gracias...

Parece que le cuesta hablar, no por timidez o algo, es más como si tuviera problemas para hablar o algo, como si le doliera.

Guil: Bien ya que despertaste, y Gatomon aún no lo hace, creo que serás mi compañera en la cocina ¿te gustaría?

Le extendí la mano y ella la tomo, y así la lleve hasta la cocina y la senté en uno de los bancos del mesón para que me viera desde allí.

Ahora tengo otra boca más que alimentar, ella no es de aquí, eso es seguro, y me gustaría saber de dónde rayos viene ella.

Aún no la bombardeare con todas esas preguntas, las haré poco a poco. Ophanimon debe saber algo, ella sabe mucho, ojala cuando la vea me pueda echar una mano con esto.

No me quito los ojos de encima mientras hacia el desayuno, creo que parpadeaba y era mucho, a donde yo iba, sus ojos y sus orejas iban, como si fuera la cosa más importante del mundo.

Ya con la comida terminada fui al estante de medicinas a buscar algo que creo que me sería útil.

Guil: Aurora ¿podrías decir Ahhh y sacar la lengua?

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