Capítulo 03: El Despertar de la Fuerza.

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Hasta el momento de tener a Gatomon conmigo. Nunca entendí a esas personas que tenían gatos en su casa. Por ejemplo: El hecho de que debías quedarte postrado si el gato desidia usarte de cojín, o si el gato estaba en tu asiento no podías bajarlo, yo lo fuera bajado, pero justo a la mañana siguiente, al ver a esa gata blanca dormir con tanta calma en mi pecho un sentimiento me impidió gritarle como a soldado de guardia para ver su reacción.

En cambio tuve que esperar a que le diera por despertar, lo cual por suerte no tardo mucho y en cuanto sus grandes ojos me vieron, solo sonrió para saludarme.

Gatomon: Buenos días.

Guil: Igualmente, tienes el sueño bastante pesado, llevo rato soplándote a las orejas a ver si reaccionabas.

Gatomon: Estaba muy cómoda como para notarlo, ¿te han dicho que tu corazón late a un ritmo armónico?

Guil: No. Es la primera vez que me dicen eso, pero ya que estas de pie, es hora de echarle algo al buche, a la cocina, hay que ver que desayunar.

Gatomon: Me parece una gran idea.

Con una parada rápida al baño para lavarme la cara y demás, ella me espero en el mesón de la cocina moviendo sus patitas con alegría, no lo negare, eso fue muy Cute.

Guil: Sabes algo, a veces es difícil creer que eres una Digimon del nivel de un Greymon.

Gatomon: ¿Lo dices por mi tamaño?

Guil: Y por lo tierna que eres. Ósea te veo y no siento que seas un peligro, pero luego veo tus garras y recuerdo lo que puedes hacer con ellas.

Es bueno tener compañía, así sea para hablar con ella mientras preparo el desayuno de ambos y luego servirnos.

Guil: Eres pequeña pero comes mucho.

Gatomon: Tú mismo lo dijiste, las apariencias engañan.

Guil: No puedo negarlo.

Gatomon: Oye puedo pedirte algo, sé que apenas nos conocimos ayer, y estamos entrando en confianza y todo eso.

Guil: ¿Dime?

Gatomon: Me... ¿Me dejarías decirte hermano?

Mi ceja derecha se levantó con intriga mientras bebía mi café.

Guil: ¿Y eso?

Gatomon: Estuve sola en el Digital World, todos vivimos por nuestra cuenta, ha sido así siempre, pero siempre había quienes se juntaban para vivir su vida en compañía con alguien pero yo no pude hacerlo.

Guil: Entiendo.

Gatomon: Y bueno ahora que estoy contigo pensé que podría tener eso que antes no pude.

Guil: Ohh ya, bueno como hijo único puedo decir que pase por algo similar a ti, además tengo a una prima a la cual prácticamente se podría decir que críe yo y por eso ella me llama hermano, así que no creo que eso sea un problema.

Nunca pensé en las repercusiones que esto traería a futuro.

Gatomon: ¿De verdad?

Guil: Date gusto.

Gatomon: ¡Gracias!

Ya a este punto el que una gata informática de otro universo paralelo me llame hermano no creo que cambien mucho las cosas, deberían darme un premio por lo bien que estoy manejando todo ese desmadre.

Estuve memorizando lo que esa Señorita me dijo anoche en mi sueño, a tal punto que ni caso le estaba haciendo al televisor, Gatomon por otra parte, se enganchó tan rápido con las caricaturas, que no presto atención a otra cosa que no fuera eso.

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