Mis días con Él Cristina Y Frederico - años después

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Capítulo VI - Nuestras vidas

Cristina está con su hijo en el regazo y está subiendo las escaleras hacia el dormitorio, cuando pasa al lado de la empleada con la caja y la serpiente salta dentro de ella, haciendo que Amenadiel agarre aún más fuerte la caja y Cristina se asuste y desequilibre rodando escaleras abajo con su hijo en brazos.

- Cristinaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa..... - grita Federico corriendo hacia su mujer, que estaba en el suelo.

- ¡No la toque, señor! - dijo Bibi. - Llamemos a una ambulancia.

- Mi amor, mi vida, quédate conmigo.

- Fredy, estoy sangrando, siento algo caliente entre mis piernas, Miguel no se mueve, míralo, no puedo sentir nada bien.

- Me duele papá, me duele la cabeza. - dijo el niño aferrándose a su madre.

- Tranquilos los dos, amor papá no puede tocarte ni el pecho, puede que te hayas hecho daño por dentro, pronto iremos al hospital y todo irá bien.... - Ni siquiera cuando dijo estas palabras para calmar a su hijo y a su mujer, Federico se lo creyó, sabía que algo iba muy mal.

Al cabo de un rato llegó la ayuda, Bibi se quedó con Benjamin y Sofía. Federico se paseaba de un lado a otro en la recepción del hospital, preocupado por sus seres queridos. Amenadiel llegó con la Sra. Bibi.

- Sr. ¿Cómo están usted y mi hijito? - preguntó esperanzada.

- Todavía no sé nada de ellos, les están haciendo pruebas y todo lo demás. Me estoy poniendo nerviosa de tanto esperar.

- Cálmese señor, todo saldrá bien, tenga fe. - dijo el hombre.

Esperaron un poco más cuando el médico de Cris salió de la sala de reconocimiento y se dirigió hacia donde estaban ellos.

- ¿Cómo son? - preguntó Federico.

- Miguel está bien, sólo se golpeó ligeramente la cabeza, Cris le protegió de la caída. Pronto saldrá de observación, aquí están los medicamentos para él y lo que debe observarlo durante los próximos días. - hizo una pausa y entregó la receta a Federico. - Cris está con Mansur, aún no he subido a verla, pero Federico necesito saber algo, ¿la hemorragia se produjo después de la caída o se había producido antes, se quejó de algo?

- No, dejamos la consulta y nos fuimos a casa, no dijo nada. Bibi, ¿Cris se quejó de algo, se quejó de dolor?

- Ella dijo que tenía un poco de dolor de cabeza, justo después de que la dejaste en casa, se quedó con la señorita Sofía, luego se fue a la cama, y se despertó con los chicos gritando. Nada más que eso.

- ¿Qué le pasa a mi mujer?

- Ha tenido una hemorragia importante, estábamos tratando de comprender mejor la situación, voy a dar el alta a Miguel, que se vaya a casa, hoy se acabaron las tonterías, no puede dormir en las próximas dos horas.

- ¡Bibi! - Federico consintió y tú dijiste que cuidarías de él. - Tú vuelve a casa, yo me quedaré con Cris y le avisaré.

- DE ACUERDO. Lo haré. Amenadiel puede coger el coche y yo estaré esperando. - El hombre se marchó y pronto el Dr. Yunet acercó al niño a su padre.

- Papá, me dio dos estrellas, me porté muy bien, me dio una para dársela a mi hermano. - A Federico se le llenaron los ojos de lágrimas al ver a su hijo tan bien. - Hola Bibi, me voy a casa pap ¿Puedo comer las magdalenas que hizo Maha?

- Sí Bibi, él y sus hermanos pueden comerse las magdalenas y luego irse a la cama. Cariño, quédate con tus hermanos y luego me iré a casa, Bibi y Maha te cuidarán hoy hasta que papá y mamá vuelvan a casa, ¿vale?

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