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Esa Mujer X

Capítulo 10 - La caída - el final

Mientras tanto, en la capital, un delegado recibe a su antiguo amigo de la universidad, los dos hablan de la detención de tres sospechosos.

- Lo que más me desconcierta es cómo se consigue tanta información sobre el intento de secuestro? - le preguntó a Claudia.

- Como ya te he dicho, la señora que ideó todo, lo planeó y se le escapó, y como sabes que tengo un pie en la investigación, pensé que era mejor pasar la información.

- Sí, a mis hombres se les pagó para que hicieran el trabajo y como tenemos fotos y todo solo estamos a la espera de hacer la detención, porque por lo que vimos la señora a la que te refieres no es otra que Alba San Román, se quedó en el coche, no interactuó con los detectives y solo por eso no detuvimos a todos los que estaban allí, pero por la información que hay estará el día del secuestro.

- Quiero ver la caída de la gran señora Alba de San Roman. - habló con odio.

- ¿Fue ella la culpable del suicidio de tu padre? - habló con todas las letras, sabía que eso era lo que más dolía en el corazón de Claudia.

- Sí, ella hizo que se suicidara por amor, o mejor dicho, por obsesión, cuando ella no quiso estar con él, él dijo que dejaría a mi madre por ella, pero ella no aceptó estar con él, y por eso se quitó la vida. - Dijo ella, con la voz entrecortada.

- Bueno amigo, sabes que no puedo hacer tal cosa, pero por tu bien haré una excepción. Iremos juntos en la redada que ocurrirá mañana por la noche, quédate a mi lado en su detención, sonrió a su amigo.

***

Alba acabó discutiendo con Carmen, que sólo quería darle la noticia, pero ella, mala como siempre, no la dejó, y humilló a su hermana que se fue llorando a su habitación.

- Señora, disculpe... - dijo Rebeca entrando en la habitación de Alba. - Ha llamado el señor Demetrio y dice que viene a hablar con usted.

- Maldito sea, no lo quiero aquí, yo lo llamaré, gracias Rebeca, puedes retirarte. - Alba salió de la mansión momentos después y se reunió con Demetrio, y se dirigieron a la casa de Servando.

- Dije que ganaríamos con esto, el rescate será de 10 millones de dólares. - dijo Demetrio.

- ¡Eso es todo el patrimonio de María! - dijo Alba con sorna. - Deberías pedir más.

- Las cartas de petición de rescate están listas. - Servando observó que Demetrio estaba más interesado en los objetos de valor que en el bienestar de los niños.

 - María irá en el coche con ellos, quiero a María sin un rasguño.

- ¿De verdad vas a secuestrar a María y tenerla cautiva para siempre Servando? - Alba sonreia ya que ganaria la batalla contra Maria, la tendria fuera de su camino, pero a los niños los queria a su manera. Sabía que no habría secuestro, pues le pidió a Arnaldo que fuera a la finca a avisar de que Esteban no volvería el domingo. Y se interpusiera en sus planes.

Pero cuando Servando le dijo que quería a María para él, ella pensó que era mejor que Arnaldo no fuera a avisarle, y le dijeron que ya no fuera, solo que recibiera la información de que la pareja y los niños no vendrían el domingo sino el martes, lo que ella y los demás no sabían de tal información.

De vuelta al chalet...

María y Esteban estaban en el salón al calor de la chimenea que calienta el lugar, él había preparado todo en el chalet para ellos, ambos con copas de vino en las manos, él la miraba con cariño mientras sorbía el líquido burdeos. María quería más en ese momento, y al escuchar la voz de Esteban sus deseos se cumplieron en ese instante.