Victoriano se levantó, se puso la camiseta del pijama, salió al balcón y vio que la luz de la casa seguía encendida, bajó las escaleras y se dirigió a la puerta de la casa donde estaba Inés, llamó y esperó, como no le contestaron se volvía a su casa.
- ¿A dónde va Victoriano? - preguntó ella, de pie en la puerta.
- A casa, no quería... bueno, anoche dormí bien, así que quería... - sonrió y bajó la mirada.
- Pasa. - ella le dio el visto bueno. - He tardado un poco en abrir la puerta porque estaba tumbada, vamos. - ella le coge de la mano y él cierra la puerta rápidamente y la sigue hasta el dormitorio.
- Inés, solo duermeremos, ¿vale? - ella se rió y le cogió de los brazos, Victoriano le sujetó la cintura.
- Vale -ella le besó y se quitó la bata, llevaba puesto el camisón de la cocina.
Victoriano se fue a la cama, no solía dormir en pijama, dormía sólo en pantalón, pero se dejaba puesta la camiseta. Inés se acostó y se echó en sus brazos, se acostó igual que la noche anterior.
- Me siento bien contigo, ¿sabes? - le dijo con la mano en el pecho.
- Yo también me siento bien. Ya ves que a todo el mundo le ha encantado que estemos juntos, sabes que eso me hace pensar que tendremos que hacer una fiesta aquí en la finca.
- ¿Fiesta?
- Sí, una fiesta de compromiso, qué te parece, podemos organizarla en cuanto llegue el verano, dentro de un mes.
- Victoriano, creo que es demasiado pronto para una fiesta, qué van a pensar, comprometiéndose con una mujer sola, sin recursos, como los tuyos.
- Y más joven que yo, si fuera así no me habría casado antes.
- ¿Era más joven?
- No, tan joven, digamos que Antonia y yo nos llevábamos unos 10 años, yo creo que incluso menos, quiero decir sin recursos, ella trabajaba en la empresa de un amigo, era la secretaria de la familia, y nos conocimos en una fiesta.
- Hum, vale, pero mañana firmarás mi dimisión y buscaré otro trabajo.
- Mañana lo hablamos, que ya es tarde. - Inés se rió y se levantó.
- Buenas noches. - le besó los labios, era un simple beso de buenas noches, pero se convirtió en más....
- Morenita, yo... - se movió y abrazó a Inés, poniéndola encima de su cuerpo. - Inés no me toma el pelo así, besándome de esa manera.
- No lo hago por provocaciones, es como si necesitara besarte.
Victoriano la besa apasionadamente, la tiene encima y la acaricia mientras la besa. Inés lo iguala y hace que todo sea más intenso, cuando le sube la camisa, ella se levanta y se quita el camisón. Victoriano siente que su cuerpo coincide con el de ella, se quita la camiseta y atrae a Inés contra su cuerpo.
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