Quisiera parar el tiempo XI

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Amanda y Orlando estaban acostados, ella recibiendo cariño de él.

- Amor, si no quieres una casa, simplemente vivimos juntos, no es gran cosa. Me encantará llevarte al trabajo de vez en cuando y recogerte. - dijo con calma.

- ¡Vale, pero sabes que a veces salgo de madrugada a ver pacientes!

- Lo sé, pero lo único que te voy a pedir es que no te quedes siempre en el pub, sólo con tus sobrinos o conmigo.

- ¡Y con mi hermano!

- Amanda, Victoriano no va al pub. - Ella levanta la cabeza y lo mira. - ¿Estoy mintiendo?

- No. No va, ahora sí. Inés es su mujer.

- Me di cuenta cuando fui a hablar con ellos. - Amanda se da la vuelta y mira la hora.

- Voy a dormir un poco más. Ahora en casa los sábados son para quedarse hasta tarde en la cama.

El passado de ellos...

Orlando se rió y abrazó a Amanda, su historia era complicada, cuando los Ortega llegaron a la ciudad, Orlando y Amanda empezaron a salir, él quería casarse, pero ella no. Hasta que se quedó embarazada, su padre en una fiesta dijo que la mujer de su hijo se quedaba en casa cuidando de la familia y de su marido.

Amanda se enfadó mucho con el comentario del señor, ella y Orlando tuvieron una fea pelea, con tanto estrés que pasó, Amanda acabó perdiendo el bebé. Fue entonces cuando decidió que sería mejor quedarse sola.

El presente de ellos...

Orlando todos estos años ha tratado de convencerla de lo contrario, él realmente ama a Amanda. Tanto que la esperó durante 20 años. Y en ese momento supo que sería para siempre. La abrazó más fuerte y le besó el pelo.

- Duérmete amor, después vamos a la granja. ¿Y Amanda?

- hum...

- ¿Vamos a comprar esa casa?

- ¿La casa al final de la avenida?

- Sí. - él habla amorosamente y ella lo besa.

[...]

En la granja, la casa estaba en silencio, todos seguían durmiendo, aún era muy temprano. En la casa de invitados, Inés y Victoriano seguían durmiendo. Ella se movió aún boca abajo y sintió que él estaba acostado sobre su espalda y su mano sobre su culo. Inés lo sintió y se rió.

- ¿Victoriano?

- Hum.

- Tu hermana está mandando un mensaje. - escuchó el móvil que estaba al lado de la cama.

- Me pregunto que querrá Amanda a estas horas, no son ni las 7 de la mañana. Amor, mira lo que quiere, por favor, estiy sin fuerzas para moverme. - Inés se da vuelta y lo mira.

- Victoriano, si estás sin fuerzas, es señal de que tu noche fue....

- Magnífica, espléndida. - Se tumba mejor y tira de ella hacia arriba. - Coge ese móvil y tíralo por la ventana.

- Dijo que vendría a tomar café a las 9. Y viene Orlando.

- Gracias a Dios, por fin dejaré de preocuparme por ella y le pasaré la carga a Orlando.

- Jesús,  Victoriano, es tu hermana pequeña, tienes que cuidar de ella.

- Tengo dos hijos, una mujer embarazada y una madre anciana. Demasiadas preocupaciones para un viejo como yo.

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