5 - Matrimonio y futuro
Esteban cogió a María en su regazo, y entre besos le preguntó donde estaba el dormitorio, ella sonrió y le indicó las escaleras, se besaron más y más llegando arriba él la puso en el suelo apoyándola contra la pared y quitándose la ropa, ella estaba con una chaqueta, su camisa no tenía botones porque antes Esteban se los arrancó y solo estaba pegada al pantalón pues allí mismo solo eran de partes íntimas y entre besos llegaron al dormitorio.
M: se que esto va a ser una locura, pero me encanta la locura y si acepto ser tu mujer, te acepto en mi mundo, que a partir de hoy será nuestro mundo nuestras vidas. - ella lo empujó sobre la cama y se subió encima de él, su miembro ya estaba más que latente, era deseo mutuo, se querían, se deseaban, eran almas gemelas.
Y: Mi María, mi amante, mi mujer, mi esposa, Mi María. - Besos y más besos, caricias, Esteban sujetaba la cintura de María. Pasó sus manos por su espalda, quitándole el sujetador, ella le sonrió, él tocó sus pechos cada uno con una mano, ella gimió, rodando encima de él, solo sus bragas y calzones los separaban íntimamente, él la hizo girar y se colocó sobre ella, besó su cuello, bajando hasta la mitad de sus pechos, se llevó uno a la boca y chupó, ella le puso la mano en el pelo animándole a continuar, Ella arqueó la espalda con deseo, él bajó besando todo su vientre, le dio la vuelta boca arriba, besando toda su espalda, ella se retorcía, tocándose sus propios pechos, lo que le volvía loco, le quitó lentamente el último trozo de su cuerpo, pasando su mano por su culo, apretando, con la voz anegada de excitación le preguntó. ..
I: Ponte a cuatro patas, quiero sentir tu sabor así. - Ella obedeció, se puso a cuatro patas, con el culo estirado, él le devolvió el beso, y se deleitó con su intimidad, la chupó y la mordió, sus gemidos resonaban en la habitación, sabía que estaba a punto de explotar, pero quería que se corriera con él dentro, se detuvo y le dio la vuelta, besándola.
M: estas deliciosa, vamos a entrar en mi, te deseo.
E: te deseo tanto mi María, te amo con locura, oí mi nombre con mucha excitación salir de su boca.
La penetró, tranquilo y lento, ella lo atrajo para besarlo, y se movió, sintió sus uñas recorrer su espalda, intensificó los movimientos, más rápidos y fuertes, ella movía sus caderas junto con él.
M: Eso es Estevão, más rápido, vamos...
A su petición aumentó la velocidad y la fuerza, sentía que se iba a correr, pero quería mirarla a los ojos, como su prometida y futura esposa cuando viniera a disfrutar con él, se dio la vuelta dejándola encima, la agarró de la cintura, ella sonrió y empezó a subir y bajar, cabalgando sabrosamente, fue aumentando el ritmo, mientras él dedicaba las caricias en seis pechos, pasando de ellos a la espalda, culo, no había lugar que no acariciara, demostrando que era suya, solo suya. Sintiendo que ambos se iban a correr, ella se inclinó, con los movimientos más intensos, él se llevó un pecho a la boca, ella gimió fuerte y se corrió, él la siguió explotando dentro de ella, y como un susurro lo llamó.
M: Esteban, mi amor. - Se besaron, ella apoyó la cabeza en su pecho.
E: Ahhh María, me haces el hombre más feliz del mundo. - Ella le miró sonriendo, le besó.
M: Has entrado en mi corazón, solo te pido que lo cuides, porque ahora no hay forma de negarlo, te amo, soy enteramente tuya, de cuerpo, alma y corazón.
E: Eres mi tesoro, mi todo, desde la primera noche, tú y mi vida, te amo, cuidaré el corazón que me has dado como mío, si ríes reiré, si lloras lloraré, somos uno mi amor. - La besó, y juntos esa noche se amaron, como dos almas que fueron hechas la una para la otra.
Semanas después de lo sucedido en la cabaña, Caroline tuvo un encuentro no muy agradable con María, en un restaurante, se suponía que era un encuentro con Esteban, porque él había llamado para entablar una conversación, solo que ella no sabía que María había insistido en que la conversación fuera de mujer a mujer y Esteban ya no estaría cerca de esa golfa de la cabaña.
M: Hola Carolina, ese es tu nombre correcto. Quiero hablar contigo. - miró a María de arriba abajo con aire de desprecio y María sintió que un escalofrío le recorría la espalda pero no dejó que le afectara, le tendió la mano para saludar a Caroline, que no la correspondió.
C: He reservado para comer y me estás estorbando. - María sonrió y se sentó, no iba a montar un espectáculo allí y no permitiría que Caroline lo hiciera.
M: Si estás esperando a mi marido, pues Esteban no va a venir. Él organizó este almuerzo para que yo pudiera hablar contigo, o mejor dicho, vine a darte solo una advertencia, no quiero que lo tomes como una amenaza, es una advertencia. Mantente lejos, muy lejos de mi marido, sí, Esteban y yo nos casamos en unas semanas, porque si huelo tu perfume perdido cerca, o si entiendo que te has acercado, llamado, mandado un mensaje de texto, una señal de humo o lo que demonios sea para él, tú Caroline desaparecerás del mapa, te evaporarás como lluvia sobre tierra caliente. Creo que he sido claro, ¿no? - Ah, la cabaña en la que estabas ya no pertenece a los San Román, así que ten cuidado cuando entres ahí y deja atrás el hedor de tu perfume, si es que podemos llamar perfume a la colonia barata que usas. - Maria se alejó sonriendo dejando a Caroline sin palabras, sin palabras y entendiendo más que perfectamente el mensaje.
Después de la conversación que Maria tuvo con Caroline, desapareció dejando solo a Esteban, claro que algunas cosas pasaron mientras Maria y Esteban se llevaban bien, pero como todas las relaciones, no siempre son rosas, a veces vienen con espinas, pero cuando el amor es real y verdadero lo vence todo, o casi todo. María siempre estaba metida en su trabajo, proyectos, construcciones, a veces se pasaba toda la semana sólo hablando con Esteban por teléfono. Esteban exigía más interés de María en los preparativos de la boda, y ella argumentaba que si quería más tiempo después de la boda para ellos, ella debería dejar su vida profesional en orden.
Por fin llegó el gran día, María y Esteban se iban a casar, en una pequeña ceremonia para unos pocos amigos, en un lugar encantador, María estaba preciosa con un vestido blanco de encaje por encima, el pelo recogido en un elegante moño, un maquillaje perfecto y una sonrisa encantadora. Esteban con un elegante traje gris ambos dejaron encantados a los invitados con tanta belleza juntos y tanto amor, porque sí estaban radiantes y llenos de amor.
Todo salió según lo planeado poco después de la fiesta María y Esteban se fueron de luna de miel, y así planeando más que un futuro juntos, tendrían una vida juntos.
M: Es hermoso este lugar Esteban, como encontraste este lugar. - Dijo ella abrazándolo y dándole besos.
E: Yo también tengo mis trucos María, al igual que tú tenías la cabaña de tu amigo, yo también tengo amigos. - El se rió y ella le dio una leve bofetada. - Venga vamos a ver como es la casa por dentro.

ESTÁS LEYENDO
Cuentos cortos en español ✅
FanfictionAquí encontrarás las historias o shortfics que escribí, pero ahora serán traducidas al español. Espero que los disfrute.