Cuentos cortos en español ✅

Quisiera parar el tiempo I

Hola mis amores, esta historia es mi amorcito, la hice con hace poquito, así que es bastante reciente, espero que les guste. Avísenme cual quieren que traduzca, ¿ok?

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Victoriano Santos, un hombre de campo de 60 años, creció en la granja que heredó de su familia, vive en la casa principal con su madre, Cecilia, de 85 años, lúcida pero restringida, y sus dos hijos, Emiliano, de 29 años, veterinario, y Lucía, de 20, que estudia Derecho...

Él és un hombre serio, que sufría la pérdida de su esposa, fallecida a consecuencia de una caída del caballo, y ahora con su madre, la señora necesitaba cuidados y su hermana menor, Amanda, decidió contratar a alguien sin que Victoriano lo autorizara.

- No, Amanda, ¿cómo voy a conseguir un cuidador para mamá sin siquiera conocerla?

- Mi hermano, mamá necesita cuidados y tú en las tareas de la granja, todo el tiempo no hay manera, yo como médico puedo ayudar, la recomendación vino del centro clínico del hospital. Ella es muy buena en lo que hace. No va a ir a un centro de cuidados, como usted dijo, ella nos cuidó a nosotros, ahora nosotros la cuidamos a ella. - dijo la mujer sentándose frente a él.

- Déjeme hablar con ella primero, no quiero a una extraña merodeando por mi casa. Y sí, cuidaremos de ella. Hábleme de ella. Sobre esta enfermera.

- Inés Huerta, enfermera jefe del centro terapéutico, especialista en geriatría. Ahora mismo necesita un trabajo fuera del hospital, un médico despedido la acosó y sólo no llegó a las manos porque ella gritó. - Amanda dejó la carpeta en su escritorio.

- Vaya, esto es serio, ¿lo arrestaron?

- Ya sabes cómo son estas cosas, ella es enfermera, él es un jefe y un director lleno de mucho dinero.

- ¡Imbécil, ese tipo de hombre debería ser castrado!

- ¿Entonces?

- Voy a hablar con ella. - se levanta y va al lado de su hermana. - Puedes traerla mañana y comer con nosotros. Ya has hablado con mamá, ella también tiene que aceptarlo.

- Sí, de tal palo tal astilla, hablé con ella antes, porque sabía que aunque aceptaras, la aprobación final era de la señora Cecilia Santos. Ella mandará a Inés a hacer el té, si lo hace bien se quedará.

- Maldita prueba del té, ¿recuerdas cuando trajiste a Carmen? Dios, la señora Ceci tiró la taza, pero menos mal, sólo buscaba dinero y nada más.

- Hermano, ¡cuándo vas a encontrar a alguien que te quiera por lo que eres y no por lo que tienes!

- No lo sé, es complicado. Hablemos con mamá, ¡tiene que enseñarle a la enfermera a hacer ese té para mañana!

Se rieron, fueron a hablar con la Sra. Ceci y luego irían a trabajar...

[...]

Inés Huerta, soltera, 30 años, jefa de enfermería, su carrera universitaria en salud le ha valido buenos empleos. Actualmente, es jefa del equipo de enfermería de un reconocido hospital, su área de cuidados intensivos con pacientes mayores de 60 años. Inés está pasando por un grave proceso personal, interno, fue acosada por un cirujano jefe, rico y renombrado, ella nunca cedió a sus insinuaciones, pero en una ocasión él inició una agresión física, que no ocurrió algo más enserio porque Inés gritó. Inés también volvió, pero tenía miedo de aquel médico y por eso pidió su baja, que le fue concedida, y buscó un nuevo puesto.