Un asunto diplomático X

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Tema Musical: Il Divo - Capítulo Uno: El Pianista (Aquí Esperándote) la canción estará al final del capítulo y entenderás por qué.

Navarro la besa con cariño y la coge de la mano como sellando ese amor, de lo que hablarían después, eso sería para otro día. Ella se gira hacia él, estaba guapísimo, sexy, incluso después del susto, sonríe perversamente, con un gesto le parte las bragas en dos, caricias que no piden permiso.

- Ahhhhhhhh - siente cada centímetro de su cuerpo, Isabel le mira con cariño, sintió como un miedo invadía su pecho. - ¡Dónde has estado todo este tiempo! - susurra, besándole el cuello.

- ¡Esperando a que vinieras! - habla él dibujando su piel en su mente. Isabel siente cada roce, su piel se pone en guardia contra su tacto, el suave toque de amor de Fernando. Un dedo traspasa sus labios invadiendo su boca, Isabel investiga con su lengua y le oye gemir, Navarro la besa y zigzaguea con su boca mojando su cuerpo hacia sus pechos, que están duros esperándola, besa su borde y los aprieta suavemente. - Dulce como la miel, es delicioso. - Besa sobre la piel del vientre y besa dulcemente mis bragas.

- Hummmm, Isabel, qué mujer más caliente eres, siento tu piel ardiendo.

- Ahhhhhhhh ¡estoy ardiendo!

Isabel siente que va a alcanzar su placer... Y siente que algo me empuja a un delirante e intenso orgasmo, tenía sus labios en tu intimidad, Navarro comenzó a darme besos muy sabrosos, y muy fuertes, con leves mordiscos, mientras sus manos recorrían todo tu cuerpo acariciándote.

- Oooooooooo Isabel, donde has estado mujer. - Busqué su boca y luego indagué en su cuello, comencé a besarlo muy despacio hasta sentir el estremecimiento de su piel.

- Tienes el gusto de un dios. - Bajé a lamerle donde quise. Y deje muchas marcas por el camino.

- ¡Te encanta!

- ¡Sí, mi caliente! - Se intensifica y se pone cada vez mejor, cada vez más duro.

- Ahora me tienes caliente, voy a correrme y hacerte mía para siempre. - La tira del pelo y le hace un chupetón en el cuello.

- Quiero tenerte otra vez, ¡ahora córrete y explota para mí! -le dice de forma maliciosa y llena de deseo.

- ¡Traviesa! - dijo con un impulso que ni yo podía creer.

- No me dejas respirar, ¡quieres más y más sin parar! - afirmó con la cabeza.

- ¡Delicioso!

Sus cuerpos ya están completamente cubiertos de sudor y placer. De repente él la voltea sobre la cama y sin permiso la penetra de nuevo. Está completamente encima de Isabel, y la lleva casi al placer absoluto, hasta que ella le besa, y su cuerpo queda pegado al de ella. Isabel estaba completamente rendida por él.

- MÍA, ¡y ya está bien! ¿Quieres que pare?

- ¡Noooo! - dijo ella extasiada. Navarro la amaba cada vez más deliciosamente, con más fuerza. Sus piernas encontrándose en sus manos, su vientre con el de él y sus intimidades más cerca que nunca.

- Más rápido, ahhhhhhhhhhhhhhhh, Fernadooooo. - la hizo correrse con la penetración intensamente.

- Ahhhhh Isabel, preciosa mía te quiero así siempre. - jadeaba, casi le da un infarto, pues sus 60 años estaban haciendo mella en ese momento.

Él con sus manos en su culo, ayuda a que cada segundo se convierta en penetración. La abofetea con fuerza, casi haciendo que se corra. Navarro gime cada vez más intensamente, ella sigue el ritmo y los gemidos de placer. Sus respiraciones desaparecen poco a poco.

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