Un asunto diplomático VII

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Isabel correspondió al beso con deseo y se abrazó a él metiendo los brazos dentro de su saco. La llevó a un rincón oscuro y la besó con fuerza. Su mano invadió su blusa que al sentir su piel, suave y tersa, tomó más voluntad subiendo y encontrando su pecho, firme lleno, llenó su mano, Isabel gimió, dando el permiso necesario a Navarro.

- ¡Ah diplomático, nuestro asunto ahora somos solo tú y yo! - la suspendió, Isabel enseguida lo agarró más fuerte con sus piernas.

- ¡Aquí no Navarro!

- Sí, puedes bailar así con un desconocido, pero yo no puedo agarrarte en una esquina.

- No, ¡no puedes! -una voz gruesa suena detrás de ellos y se oye el chasquido de una pistola al ser amartillada-.


- Mierda Bruce

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- Mierda Bruce. - se aparta de Navarro, se arregla la blusa y mira a Fernando, poniendo su mano sin mi cara. - Vamos a mi casa. - él le sonríe atractivo y confirma.

Ella coge la mano de Navarro y juntos salen del pub, delante estaba el coche con Dominika al volante esperándoles, Bruno abrió la puerta e Isabel subió y después Navarro, estuvieron todo el rato cogidos de la mano dentro del coche, Isabel sonreía pícaramente mirándole que le correspondía de la misma manera. No tardaron mucho en llegar, cuando el coche entró en el garaje acercándose al ascensor para ellos, Isabel tocó el hombro de Dominika que bajó del coche al igual que Bruce.

- ¡Fernando espérame aquí un momento! - le confirma y se baja cerrando la puerta, mira a Bruce y Dominika y les habla muy seriamente. Momentos después Bruce abre la puerta para que Fernando baje del auto, luego habla.

- Sr. Navarro, le pido disculpas por lo ocurrido dentro del pub, no volverá a ocurrir.... Pero me gustaría que entendiera que somos nosotros los que le protegemos. - Isabel vio como su puño quería darle un puñetazo a Bruce, no era lo que le había dicho, era solo para disculparse por lo sucedido. - Si le pasa algo a la señora Mitchel, seremos responsables por no haber hecho nuestro trabajo.

Isabel se adelanta a Navarro dando por terminada la conversación, le coge la mano.

-Lo entiendo, no serán necesarias más explicaciones, sé quién es, y lo importante que es que la protejas. - Le besa la mano.

Caminan hacia el ascensor, Isabel al entrar saca una llave de su bolsillo y nada más entrar irían directos a la casa, aunque hubiera alguien esperando el ascensor subiría sin parar. Navarro la mira y sonríe y se acerca a ella.

- ¿Sin paradas? - pregunta seductoramente.

- Sí, pero no lo hagas así, no me mires así aquí dentro, no sé qué tienen los ascensores cuando estás deseando a alguien. - Mueve la mano hacia atrás y le acaricia el culo, que gime cerrando los ojos. - Aquí no, hay cámaras. - ella levanta la vista para indicar las cámaras.

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