Cuentos cortos en español ✅

Un asunto diplomático V

Fueron tres semanas las que Fernando pasó con su nieta, y fue la mejor experiencia que había tenido, conoció más a su hijo como padre, y le gustó lo que vio, a pesar de haber pasado mucho tiempo fuera, se dio cuenta de los verdaderos valores que tiene un padre para un hijo. Eduardo había aprendido. La calidad de su relación mejoró mucho, Duda llamó a su padre para que viera su producción en el teatro, le pareció muy gratificante el reconocimiento que tenía su hijo, era su mundo, la realidad donde Eduardo Navarro era la estrella, y estaba muy contento.

- Ya has visto, papá, te ha llamado riéndose. - dijo Duda con María Fernando en su regazo, y la niña pedía el regazo del abuelo.

- Es la niña del abuelo - el bebé hizo una fiesta para ir en el regazo de Navarro. - Hijo, ¿sabes cuándo volverá la señora Mitchel? - dijo intentando disimular, pero Duda se dio cuenta.

- No lo sé, pero pregúntale a MJ, si sigue aquí es señal de que Isa va a volver.

- ¿Ella no se queda aquí mucho tiempo?

- No, viene poco, se ocupa de una parte que se llama Misiones Este, y nunca para aquí, se queda semanas.

- Ya veo. - dijo jugando con su nieta.

- Cuando Isa vuelva podemos ir juntas al bar donde toco, a ella le encanta bailar, y creo que pronto tendremos una noche latina. - se limitó a sonreír y a confirmar por su hijo. No quería dejar claro ni demasiado en su cara que sentía atracción por Isa.

[...]

En casa de Isabel, MJ dejó todo preparado, porque ella había llegado esa mañana, pero estaba en la capital estadounidense visitando a cierto Jefe de Gabinete, y avisó de que llegaría por la noche.

- Vendrá sobre las 9 de la noche, vamos a preparar todo y luego os podéis ir. - dijo la señora a una de las chicas que ayudaban a organizar la casa.

- Señora, ya he terminado de ordenar las habitaciones y el despacho. - dijo Briana.

- Estupendo, bueno, creo que esta semana conoceréis a la señora de esta casa, es reservada, no le gusta que la gente hable alto cuando está trabajando en su despacho, y no le gustan las especulaciones, como ya dije cuando firmaron el acuerdo de confidencialidad, lo que hace aquí es muy serio e Isabel le gusta que todo esté correcto.

- Sí, señora. - Dijo Nicoly. - Hemos sido informadas por Triny, y realmente queremos este trabajo.

- Triny ha destacado aquí, y por eso está donde está. Isabel valora eso, el rendimiento y los estudios, el conocimiento es importante, y por supuesto si lo hacéis bien tendréis el mismo camino que Triny. -MJ se marchó, dejando a las dos jóvenes mirando.

- ¿Has elegido lo que quieres hacer? - preguntó Nicky.

- Sí, quiero estudiar derecho, has pensado que si puedo traer a mis padres de Guatemala, será la gloria. ¿Y tú?

- Quiero hacer negocios. Entonces tal vez un día me convierta en una mujer de negocios.

- Así es. - Las dos siguieron hablando de trabajo y de lo amable que había sido Triny al recomendarlas.

MJ se quedó a distancia escuchándolas a las dos, eran buenas, y esperaba que Isabel también estuviera en ello. Trabajar para Isabel era una norma, tenías que estar estudiando o cuando empezaras a trabajar empezarías a estudiar, porque cuando Isa se fuera del país podrían tener algo en lo que crecer, por supuesto cuando las chicas entraban a trabajar, incluso como remisas James hacía un estudio de la vida de las chicas, para no tener problemas futuros, era un trabajo de temporada, pero daba sus frutos. Era un trabajo estacional, pero compensaba. De seis meses a un año trabajando con Isabel valía más que cinco años en cualquier otro empleo sin posibilidades de crecimiento.