Enséñame a amar - Cristina y Frederico VI

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6 - Una nueva familia - FIN

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Hemos llegado al final de otro single que se convirtió en un shortfic.

Gracias por leer .

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- Desde que entraste por esa puerta a mis brazos. - le mordió la punta de la oreja. - ¿Y luego casarte conmigo?

- Federico, este es un paso importante para los dos ¿no crees? - ella se levanta de la cama y se pone su bata.

- ¿No quieres ser mi mujer?

- ¡Federico, esto es un juego sucio! - En algún momento, mientras hacían el amor, él le preguntó que era suya, y ella respondió con todo gusto: "su mujer".

- ¿Qué fue ese ruido? - ella se acercó a la ventana y vio llegar a su hermana con su novio. - Vi y James llegaron, que si....

- Que si nada, tú y yo somos adultos y solteros. Déjate de tonterías, nos vieron aquí, se lo diremos mañana.

- Estás loca, me matará, me acosté con su marido.

- Ex-marido, bueno, en realidad nunca estuvimos casados, somos el padre de Caetano, eso es todo.

Federico tiró de Cristina para cerrarle la boca, dándole un beso impresionante, los dos se quedaron allí en la cama amándose hasta que se durmieron abrazados.

A Vivían, que nunca hizo un nudo, le pareció extraño que la luz del dormitorio que nunca usaban estuviera encendida, después de que James recogiera sus cosas y se fuera a duchar, entró en la casa grande y subió al dormitorio, puso la cara en la puerta y oyó la voz de Federico hablando de placeres con alguien, y se quedó helada cuando oyó la voz de la mujer que estaba con él, nunca le había importado, Federico era un juguete para ella, pero cuando oyó que su hermana se declaraba a él sintió celos por primera vez.

Salió de la puerta y se dirigió a la habitación de su hijo, que dormía serenamente, iba a herir a Federico donde más le dolía.

Esa mañana Federico miró a la hermosa morena en su cama, ella dormía con una sonrisa en los labios. Le había hecho el amor como ningún hombre la había hecho vibrar.

- Umm, ¿qué hora es? - ronroneó mientras se estiraba.

- Aún es temprano, bajaré a preparar el desayuno.

- Estás en la ducha, ¿ni siquiera me has esperado?

Se acercó a ella y la besó, un beso largo, ambos sintieron que algo había cambiado, le besó la frente, y salió de la habitación.

Federico fue directo a la cocina, cuando llegó se topó con Vivían.

- ¡Buenos días!

- Buenos días, te has levantado temprano, ¿tomamos un café juntos? ¿Dónde está James? Voy a llamar a Caetano.

- No están aquí, hay una visita en la sala, creo que será mejor que borres esa sonrisa de tu cara. - se dirigió a la sala, y Federico iba justo detrás, cuando llegó vio a unos agentes de inmigración.

- Sr. Federico Rivero, queda usted detenido por encontrarse ilegalmente en el país. - El agente no le dio tiempo a reaccionar ni a decir nada, Federico fue brutalmente dado la vuelta y esposado como un criminal.

- Vivían, ¿qué has hecho? - fue lo único que dijo mientras le arrastraban fuera de la casa.

Cristina, que vio en shock lo que estaba sucediendo, miró como lo detenían y su hermana tenía una mirada malvada. Cristina se acercó a ella, parecía que estaba enfadada con Vivían.

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