7 - No me pidas perdón...

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✯ 7 ✯ -Constantemente mia🔥🔞

La cena fue ligera, Emilio contó como se cayó en la plataforma y todos rieron, a Candelaria casi le da un síncope cuando dijo que al caer al mar la sangre atrajo la atención de los tiburones y que el equipo lo rescató primero.

- Chico ten cuidado, si, vas a ser padre de dos hijos, vamos a necesitar manos y brazos. - dijo la señora Graci.

- No pasa nada, ya le he dicho a Ale que nada de alcohol.

- Me parece bien, la cena estuvo increíble y deliciosa, pero me voy a retirar. Tía, en cuanto sepas el sexo de los bebés, avísame, mañana temprano salgo para la ciudad. - dijo Felipe

- Pero mi amor, ¿ya llegaste y te vas? - Dijo Alejandra.

- Necesito ver un piso para mí, quiero uno cerca del trabajo.

- ¿Piso? ¿Trabajo? - Emilio miró a Alejandra.

- Sí, tío, cuando me gradúe vendré a la ciudad a trabajar.

- Felipe, sabes que puedes quedarte en casa. - se levanta. - También es tu casa, siempre.

- Hablando de casa, ¿volverá Alejandra a nuestra casa?

- Ya hablaremos Emi, ahora tengo que tomar la medicina. Cande ¿Puede traer el té de menta?

- Claro mi niña, ¿todavía se siente mal con ellos?

- Mucho, el sabor a hierro es horrible, me da sabor a clavos en la boca.

- Pero Ale, Maribel dijo que había que tomarlo con jugo de naranja.

- Sí, lo tomo, pongo unas veinte gotas en el zumo y luego como algo y me tomo la infusión.

Se rieron de ella, pero de verdad, tomar hierro es malo, se le antojó cuando tomó el jugo, luego comió un pedazo de pastel y bebió el té. Emilio y Alejandra se quedaron un rato en la sala hablando de los bebés, ella hablaba cuando sentía antojos, las amas de llaves cortaban el doble y Ricardo el chofer se esforzaba por encontrar la comida al amanecer.

 Emilio y Alejandra se quedaron un rato en la sala hablando de los bebés, ella hablaba cuando sentía antojos, las amas de llaves cortaban el doble y Ricardo el chofer se esforzaba por encontrar la comida al amanecer

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- Una vez le grité a Ricardo, estaba muy enfadada con él. - se incorporó mejor. - Candelaria le pidió que fuera a comprar melaza, porque quería palomitas con melaza, y ella dijo, ese era el trabajo del jefe, ir detrás de los deseos de la mujer, yo era una fiera y le dije que se fuera de ahí, tomé la llave del carro y fui a comprarla yo misma.

- ¿Salió sola al amanecer?

- Cande me acompañó, no me dijo nada, pero sabía que yo estaba molesto con el comentario de Ricardo, después de que ella hizo lo que le pedí me puse a llorar hasta el hartazgo y apagué todo.

- Pero me encantaría salir a comprar sus deseos, y Ricardo ¿qué pasó?

- Sé que lo haría, lo dejé unos días, luego me pidió disculpas y seguimos con nuestra vida.

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