1 El regreso
Después de vivir fuera de su país durante cinco años, Federico Rivero, decide regresar a México, pero no por voluntad propia. Regresaba a su tierra natal, tras recibir la noticia de que su padre moría.
Años antes...
Federico era el único hijo de Francisco y Carmen, era un buen hombre de negocios que se ocupaba del negocio familiar, la plantación y ganadería de la hacienda Ojo D'agua. Dirigía muy bien el negocio de su padre, mientras este se ocupaba de las prácticas de la finca. Don Francisco era un hombre bajo y grueso, hablaba lo que quería sin importarle los sentimientos de los demás, Dana Carmen aguantaba callada muchas de sus groserías, y a veces se iba de casa para alejarse de los ataques de Francisco, un día lo dejaría, porque no aguantaría más. Y ese día estaba más cerca de lo que imaginaban.
Francisco estaba en su despacho cuando Federico entró para saber qué quería su padre de él, que le había mandado llamar para hablar porque su mujer le había dicho que pronto Federico se casaría con la gringa americana y le daría muchos nietos. A Francisco no le gustó lo que escuchó, para su hijo quería una chica mexicana, y de preferencia la hija de uno de sus amigos cercanos o incluso de uno de sus socios de negocios.
- ¿Qué consiguió? ¿Una gringa americana que se baña desnuda? - dijo Francisco Rivero sentado en su imponente sillón detrás de su escritorio.
- No es una cualquiera, papá. Me gusta.
- ¿Vas a vivir de una mujer? ¡Eres un Rivero, tío! Y te gusta irte a la cama con ella, la gringa es joven, hace su voluntad, pero mi pregunta es: ¿Hasta cuándo lo hará?
- No me voy a casar con ella, papá, solo estamos saliendo, eso es todo.
- Eso es lo que quiero saber, ¡llevan mucho tiempo juntos!
- No voy a discutirlo más. Voy a cenar con Vivían y parte de su familia. Hasta luego.
Federico salió de la oficina de su padre, fue a prepararse y luego ir a conocer a su nueva novia, Federico tenía el don de atraer a nuevas mujeres a sus romances, pero a veces ellas los lazaban de tal manera que lo dejaban a cuatro patas para ellas, Vivían era la única que había logrado la hazaña de lazar al galán, por tanto tiempo, llevaban juntos alrededor de 6 meses y esa noche sería la primera vez que conocería a un miembro de la familia de Vivían.
Federico esperaba en la barra del restaurante cuando al llamar al camarero para pedir otro trago de su bebida, se fijó en una hermosa morena que bebía como un hombre, y seguía quejándose.
- Maldito sea, yo aquí de idiota, incluso, mientras planeo aumentar la familia, ejecuta la secretaria, poniendo esa cosa suave en ella. ¡Maldito sea él! - grita la hermosa morena.
- ¿De verdad ha hecho eso? - pregunta entrometido Federico.
- Sí, ¡los hombres pensáis que mejor! ¡Yo quería hijos y él quería chicas más jóvenes!
- Sí, no lo voy a negar, estoy en un gran problema, llevo seis meses con una chica, pero no sé cómo deshacerme de ella, me gusta, me gusta tener sexo con ella, pero pronto sé que querrá algo más, o para el caso, querrá regresar a su país, y salir de México, yo no estoy dispuesto a eso todavía. - Dijo dando un sorbo a su tequila. Federico ya se había tomado unos cuantos más y mostraba signos de ligera embriaguez.
- ¡Hola, mis amores! Veo que ya se conocen... - dijo Vivían acercándose a los dos.
- ¿Es tu semental? ¡Esto va a ser divertido! - Cristina no podía creer lo que acababa de pasar.
- ¿Es Cristina tu hermana? ¡Madre puta! - bajó la cabeza, negando el momento. - Así que esta es la famosa Cristina.
- Sí, amor, esta es mi hermosa y maravillosa hermana Cristina, y Cris, este es mi amor Federico Rivera.
El momento incómodo ya había pasado, y los tres estaban platicando durante la cena, Cristina estaba odiando todo eso, aún más después de que Federico le había hablado de su nueva chica, pero algo ya estaba sobre el límite para ella, además de que la relación, había terminado por una traición escuchar eso de su cuñado fue demasiado para ella y ya no pudo soportarlo explotó.
Después de que Vivían contara la historia de los dos, de cómo se conocieron, el padre mantuvo dos familias, y después de que supieran la verdad, Cristina, la mayor, le prometió a Vivían que ninguna mentira los separaría y que la verdad siempre sería su unión.
- Y entonces hermanita, cuéntame ¿cómo van los preparativos para la llegada de mi sobrino o sobrina, y ¿cómo está, Diego? - preguntó Vivían ingenuamente sin saber por lo que estaba pasando la pareja???
- ¿Cómo? - Cris miró a su hermana.
- Esto va a estar bueno, ¡cuéntanos de Diego!
- Es increíble. - Dijo incómoda.
- El Diego de Cris es Diego Fernández, el tipo que produce las mejores troleadas nacionales de México.
- ¡Vaya! - Federico estaba más sarcástico que nunca en ese momento.
- Cris hace su marketing, es la responsable de su imagen y de las bandas que produce. Y están completamente enamorados, ¿no?
- Vaya, ¡completamente enamorados! - dijo en un tono que irritó aún más a Cristina, que cogió su copa de vino, la llenó y se la bebió de un trago.
- Ok, bueno, no más que un hombre de edad media, que se enamora de jovencitas que son buenas en la cama, y luego, aunque folla bien, no sabe cómo acabar contigo, porque es un romance de libro de Sabrina.
- ¡Cris, whoa, buena chica!
- Ok Vi, ok.- levanta las manos en señal de paz.
- ¿Quieres probar mi filete? - Federico estaba pinchando al jaguar.
- ¡No, amor, gracias! - Vivían, muy ingenua para toda la situación que se le presentaba, le respondió.
- Eres increíble, absolutamente el mayor sinvergüenza que he conocido en mi vida.
- ¿Qué pasa?
- ¿Cris?
- Usted es un seductor incorregible, hermosos ojos, un buen conversador, usted sabe cómo tomar una mujer, un mujeriego travieso. Te aprovechaste de que acababa de salir de la universidad, era tu presa perfecta, joven, deliciosa, ¡a que sí!
- Cris, basta, ¿quién eres tú para estar con alguien? ¿Cuántos años tenías cuando te escapaste de casa con Juan?
- ¡Pensé que estaba embarazada!
- ¡Estoy embarazada!
- ¿Qué? - dijeron Federico y Cristina a la vez.
- Quería decírtelo antes, Fred, pero Cris me hizo anticipar la sorpresa.
- ¡Menuda sorpresa! - Cristina tomó otra copa de vino.
- Vaya, qué manera más bonita de saber que voy a ser padre, Vivían, ¿va en serio? Hablemos de ello, pero ahora no, necesito un poco de aire. - se levanta de la mesa sin dejar que Vivían diga nada más.
- ¡Gracias Cristina! - Cris levanta la copa y saluda a su hermana.
Federico caminaba por la calle intentando comprender que esa noche, atraído por Cristina, quiere romper con su joven hija, que ahora está embarazada. Después de caminar durante horas, toma una decisión.

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Cuentos cortos en español ✅
Hayran KurguAquí encontrarás las historias o shortfics que escribí, pero ahora serán traducidas al español. Espero que los disfrute.