4 - Después de la tormenta llega la calma - Felicidad anunciada
María y Esteban siguieron el camino de regreso sin intercambiar palabra, después de un rato ella rompió el silencio.
M: Sólo te lo preguntaré una vez y dependiendo de tu respuesta lo que empezó termina aquí y ahora. La mujer que estaba en tu chalet vestida como una vagabunda de carretera, ¿tienes algo que ver con ella, estabas con ella cuando fuiste a mi oficina después de regresar de Nayarit? - ella no le miró, estaba esperando la respuesta.
YO: No - fue directo y sincero. - El romance que tuve con Caroline terminó mucho antes que tú, incluso antes de nuestro primer encuentro, donde me enamoré de ti. - levantó la vista y esbozó una media sonrisa.
M: Estupendo, solo espero no encontrármela otra vez, desvíate por esa carretera y gira a la izquierda por el camino de piedra. Cuando volvamos lo arreglarás.
Tras un rato conduciendo llegaron al destino que María les había indicado, ante un gran portón bajó la ventanilla del coche y María le informó de su nombre, y el portón no tardó en abrirse.
M: María Fernández Acuña está aquí. - era una casa enorme, una cabaña grande, cuando se acercaron un señor salió de detrás de la casa para hablar con ellos.
M: Buenas noches señora Acuña, hoy no la esperamos por aquí, pero en un momento les diré que preparen la casa para usted.
M: No es necesario Manolo, déjalo para esta noche y mañana avísame que estoy en la casa, tenemos comida y hoy la cocinaré yo. Gracias y puedes irte a casa. - Habló con cierta intimidad con el hombre que se marchó, dejándolos en el umbral de la escalera de acceso a la cabaña.
Es: ¿esta es tu casa? -dijo, intrigado y mirando a su alrededor.
M: No, es de un amigo que vive en Europa, y como me gustan los refugios de montaña vengo aquí siempre que puedo o cuando necesito alejarme de las cosas que me... Bueno, venga, vamos dentro que aquí fuera empieza a hacer frío. Esteban entró con las cosas dejando las bolsas en el salón cerca de las escaleras y se llevó la comida a la cocina, María ya había puesto vino, sino copas y puso agua a hervir para hacer algo sencillo y rápido. - ¿Qué te parece la pasta con pesto?
La cena estuvo lista pronto y Maria puso la mesa y llamo a Esteban que estaba en la veranda admirando la noche y preguntándose porque Caroline estaba en su casa de campo y como sabia que iría allí con Maria, también pensó que desde que llegaron Maria había estado distante y fría con él.
M: Viene Esteban, vamos a cenar.
E: claro vamos - volvió a la cocina era una cena sencilla además María hizo que pareciera un festín. - Que bonito mi amor, que bien huele. - dijo abrazándola con cierto temor de que ella lo rechazara. María no lo hizo al contrario, sonrió y lo abrazó.
M: Esteban, necesito hablarte de algo que me preocupa mucho. - él asintió y María continuó. - Bueno, no sé cuántas miles de mujeres has tenido y no me importa en este momento, pero no admito ser traicionada mucho menos engañada, quiero que seas sincero conmigo siempre como yo lo soy contigo, quiero claridad, quiero hablar sin rodeos, quiero amor verdadero, sin mentiras ni engaños, estoy aquí como tu novia, pero si solo quieres una más para tu lista creo que es mejor terminar ahora. - la miró asustado y admirado con todo lo que decía, le dio un beso en la frente fue donde su mujer y cogió una caja roja con un lazo dorado encima y se la dio.
E: tenía que ser en mi camarote contigo en mi cama, pero desde que nos interrumpieron, no tengo ni quiero otra mujer que no seas tú, y te quiero para el resto de nuestras vidas. - la abrazó por la cintura le dio un beso ardiente y luego dijo - ¿María quiere casarse conmigo, ser mi esposa, novia, compañera, amante de todo lo que podamos estar juntos hoy y siempre? - le dijo toda esa verdad a los ojos y ella llorosa le respondió con un beso.
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Continúa....
PD: El CAP fue corto, pero pronto será más largo, tendremos un paso del tiempo, y será un CAP largo.....
Comenta, dime que te parece, tus comentarios me ayudan a hacer nuevos capítulos. besos
