Hipnotizada II

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Heriberto calmó a Victoria, dos policías recogieron las muestras de su cuerpo, después la sedaron porque estaba nerviosa y por prescripción de Heriberto.

- Cálmese señora Sandoval, su hija sólo ayudó a Osvaldo, la sangre que tenía encima era de él, vamos a resolver esto, según el médico que los atendió, después de que ella llamó al servicio de rescate se dio cuenta de que estaba teniendo un shock anafiláctico, es decir, tuvo una reacción alérgica. Y Victoria hizo lo que pudo para ayudarle, pero no pudo.

- Y toda la sangre en ella y en él. - dijo Carmen, muy asustada.

- Ella le hizo respiraciones y primeros auxilios, pero Osvaldo tuvo una pequeña hemorragia pulmonar. Todo relacionado con su alergia.

- ¿Alergia a qué? A Cristo.

- Según el informe preliminar, tenía alergia a los cacahuetes y a las almendras.

Horas después, Victoria es dada de alta del hospital y acude a comisaría para aclarar la situación. Dada su declaración, es puesta en libertad y regresa a casa.

- ¿Sabías que Osvaldo era alérgico, Victoria? - pregunta Carmen junto a Antonieta, su abogada y amiga.

- No, bueno en realidad una vez, comí pan de almendras a su lado y Osvaldo me dijo que no podía besarme porque no le gustaban las almendras.

- Mira, hay lagunas en tu declaración y por suerte estaba tu médico y te hizo rellenarlas, pero es raro. Vicky, estuviste a punto de casarte con Osvaldo, ¿él nunca habló de sus alergias? - niega ella. - Ni siquiera sus padres sabían que tenía novias. Creo que ni siquiera saben de sus alergias.

- Antonieta, ¿conoces al Dr. Ríos?

- ¿El renombrado psiquiatra?

- No sólo es un gato, también es viudo, aunque la investigación sobre la muerte de su mujer en París sigue sin resolverse.

- Jesús Antonieta, Victoria acaba de salir de un episodio traumático y aquí me vienes con esto. Amor durmiendo, su gato doctor  le dio medicina para hoy, y le dijo que si la necesitaba que lo llamara.

Los días pasaron, Victoria trabajaba y dos días a la semana tenía cita con su terapeuta. Ese día en cuestión descubrió que la mamá de Osvaldo salió del edificio donde Heriberto tenía su oficina. Pero resultó que en ese edificio había varios médicos y terapeutas.

- Hola señorita Sandoval, el doctor Ríos ya la está esperando. - la joven secretaria sonrió y se acercó a la puerta.

- Hola, gracias - ella entra, Heriberto estaba de espaldas mirando por la ventana cuando Victoria entró, llevaba un pantalón negro que marcaba las curvas de su trasero, sus muslos, y la camisa blanca le daba aún más ilusión a la fantasía que Victoria imaginaba en ese momento.

- Hola señorita Sandoval. - Dijo sin mirarla.

- Hola, la vista desde aquí es hermosa.

Heriberto voltea y sonríe, cuando le pone la mano en el hombro comienza su sesión. Momentos después, él sentado en el sillón y ella recostada en el sofá, le cuentan algunas cosas de su vida.

- Victoria. - ella le oye llamar, como si estuviera en trance.

- Hola, yo no...

- Tu relato de hoy me tiene un poco preocupado, veámoslo de esta manera, si esta amiga tuya Antoinette no lo es, si sientes que no es tan amistosa aléjate de ella.

- ¿Hablábamos de ella? - Victoria se sienta en el sofá y le mira, él con sus gafas y tomando notas.

- Sí, pero entonces, como dijimos vamos, trata de entender si realmente es tu amiga, si merece tu confianza. Si desconfías de ella tampoco deberías tenerla a tu lado.

- Siempre estuvo enamorada de Osvaldo, y fue ella quien nos presentó.

- Razón de más.

- Bueno, gracias por lo de hoy Heriberto.

- Te lo agradezco. Si puedo ayudar y te sientes bien, me alegro.

- Sé que puede sonar extraño, pero ¿podríamos cenar alguna vez?

- No suelo salir con pacientes, pero haré una excepción contigo. Déjame ver cuando estoy libre.

- Me siento halagada.

- Perfecto, esta noche estoy libre, podemos ir ahora si quieres, eres mi última paciente del día. - le sonríe seductoramente, quien le devuelve una mirada encantadora.

Durante la cena Heriberto escuchó atentamente todo lo que Victoria decía, ella contaba sobre cuando modelaba y los lugares que conoció. Por un momento Heriberto tuvo que atender una llamada y hacer otra, luego regresó.

- Lo siento Victoria, trabajo.

- No pasa nada, lo entiendo.

- Señores, siento informarles, pero estábamos cerrando. - El Metro anuncia el cierre del restaurante.

- Es tarde. - dijo mirando el móvil. - Mi madre me ha llamado y me ha mandado un mensaje y Antonieta también.

- Vamos, te llevo a casa. - dijo él quitándole la atención del teléfono.Por el camino rieron y charlaron amistosamente y cuando Heriberto aparcó el coche frente a la casa de Victoria, Carmen se bajó y fue a su encuentro.

- Hola mamá, ¿qué tal?

- ¿Has hablado hoy con Antonieta?

- No, me llamó y me dejó un mensaje y no escuché, estaba cenando con Heriberto.

- Señora, buenas noches, ¿pasó algo?

- Antonieta chocó su auto y no sobrevivió. Estaba bebiendo de nuevo.

- ¿Está muerta? - dijo Victoria, tomando la mano de Heriberto, quien enseguida la abrazó.

- ¿Está muerta? - dijo Victoria, tomando la mano de Heriberto, quien enseguida la abrazó

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