¨6 - Infinito mientras dure
Esteban le mostró a María toda la casa, todo era hermoso, le mostró cada detalle, cada parte de la casa. Iban cogidos de la mano y siempre que podía Esteban la abrazaba y la besaba. No la llevó a ver la parte de arriba de la casa, la llevó a una carpa que tenía en la playa, todo era precioso y era solo para ellos dos.
M: Esteban, que hermoso. Todo es perfecto. - Ella le rodeó el cuello con los brazos y lo besó, un beso tierno que él hizo más intenso. Lentamente llevó a María hasta la cama que había allí. Detuvo el beso y juntó sus frentes.
E: A partir de hoy somos uno, tú y yo y nuestro amor. - sacó una cajita del bolsillo de su pantalón y la abrió, María tenía lágrimas en los ojos. Era un sencillo pero precioso collar con un colgante. - Que sea infinito. - La beso con amor y le puso el collar.
M: Es el regalo más bonito, me encanta. - Esteban cogió dos copas de champán e hizo un brindis.
E: Hoy empezamos una vida juntos, celebraremos el Amor, la pasión, el compañerismo y la amistad, todo esto será infinito.
Cogió la copa de ella y la puso en el suelo junto con la suya, subió lentamente con las manos por las piernas de ella levantándole el vestido, era un vestido blanco claro con tirantes finos y una abertura en el lado derecho, Esteban acariciaba su cuerpo con pasión, María tenía los ojos cerrados sintiendo el tacto perfecto de su marido, se mordía los labios de tanta excitación.
E: María me siento tan hombre a tu lado, eres la dinamita que faltaba en mi vida. Eres fuego y calma, eres todo Mi Maria. - hablaba mientras frotaba sus labios contra su cuello, su cara, su regazo.
M: Ahh Esteban, eres mi mundo, te amo tanto, este amor nunca imagine que lo sentiria Esteban te amo tanto. - él ya estaba excitado y su miembro pedía espacio en su ropa. Las manos de ella le acariciaban la espalda, luego empezó a quitarle la camisa, botón por botón le pasaba las manos por el pecho.
Esteban le tocó los hombros y vio cómo se le hinchaban los pechos, le bajó los tirantes del vestido que cayeron como una ligera pluma, dejándola sólo en bragas. Acarició sus pechos uno a uno con sus manos y luego lenta y dulcemente chupó, succionó, mordió ligeramente y lamió el pezón, haciendo gemir a María, acarició su miembro por encima del pantalón, abrió el botón y bajó la cremallera dejando caer el pantalón.
Esteban tumbó a María en la cama y con el sonido del mar besó todo su cuerpo, sus manos alcanzaron la única pieza que llevaba puesta para quitársela ella dobló las piernas para facilitar la extracción. La puso boca arriba y le besó el culo, colocó una almohada debajo de ella a la altura de su vientre.
E: Mi María quiero tu cariño, te deseo. - Ella enseguida arqueó la espalda y él la cogió, chupó fuerte que María gemía fuerte, lamió, dio chupadas fuertes y suaves, mordió ligeramente y cuando la sintió vibrar introdujo su dedo en su intimidad que estaba empapada de placer, hizo movimientos intensos, y cuando María ya no podía más se corrió con la última chupada que le hizo Esteban. María jadeaba y gemía sin poder contenerse por el intenso placer proporcionado.
M: Ahhhhh Mi amor, me haces la mujer más feliz del mundo, te quiero tanto.
E: Te quiero María. Te quiero más que a mí mismo. - Esteban la volteo para que sus miradas se conectaran. El se acostó y la jaló para que ella estuviera encima, María besaba su cuerpo y acariciaba su miembro. - Quiero estar dentro de ti toda mi vida, entonces acepto tu regalo, sí, ahora déjame entrar en ti. - María se incorporó rápidamente y con su miembro en las manos lo colocó dentro de ella, ambos gimieron al contacto. Esteban la sujetó de la cintura para ayudarla en los movimientos arriba y abajo, ella rodó sobre sí misma, hasta apoyar sus manos en la pierna de él intensificando los movimientos, Esteban gimió fuerte y apretó los muslos de ella, que jadeó, cuando sintió que el gozo estaba cerca se inclinó hacia delante besando sus labios apasionadamente con locura y juntos alcanzaron la cima del placer, fue una explosión de deseo y felicidad en ese gozo fabuloso.
Se quedaron conectados, recuperando el aliento y animando sus respiraciones que no estaban sincronizadas, cuando María rompió el silencio.
M: Amor mío, ¿quieres tener hijos? Creo que nunca hemos hablado de ello.
E: Mi amor, realmente quiero tener hijos contigo, mientras nuestro amor pueda. Pero antes de tener hijos, quiero practicar mucho. - E: Mi amor, comamos, tengo hambre. - Mi amor, comamos, tengo hambre.
M: Hum comer, creo que ya comimos. - sonrió con picardía.
E: Comida María, comida y luego tú de postre. Delicioso. - Sonrieron y se fueron a comer, en la carpa había un richô con comida para ellos, frutas, agua y champagne, todo para seguir celebrando el amor.
Después de comer, conversar y planear el futuro, sus cuerpos volvieron a disfrutar del placer, y se amaron allí, al son del mar y la luna como testigo.
María se despertó con los primeros rayos de sol, abrazó a su marido, se levantó y se dirigió hacia la casa, se duchó y no tardó en llegar Esteban.
E: que guapa esta mi María, - dijo entrando en la ducha con una sonrisa pícara.
M: mi amor, no me dijiste que habitación íbamos a usar, así que me metí en esta que tiene unas vistas preciosas a la playa si no te importa. - Le echó los brazos al cuello y le besó.
E: Si mi amor, esta habitación es para nosotros, solo para nosotros.
María y Esteban pasearon por Puerto Vallarta, almorzaron en un restaurante sencillo pero acogedor, su día era hermoso cuando regresaron a casa, María decidió ir a la playa.
M: Nena vamos a la playa conmigo, quiero meterme al mar, ven conmigo. - Ella llevaba un bikini y unos shorts vaqueros, descalza y con el pelo suelto, cuando Esteban la vio no pudo resistirse a quitarse la camiseta que llevaba y abrirse el botón del pantalón, fue hacia ella tan rápido como un rayo, la suspendió y la llevó contra la pared, besándola con fuerza.
E: Así no vamos a ninguna parte, te quiero y te quiero ya. - gimió ella cuando los labios de él rozaron los suyos y luego dejaron un rastro de besos.
La luna de miel fue preciosa, disfrutaron mucho, pero todo lo bueno dura poco, después de una semana volvieron a casa, Esteban y María decidieron quedarse en la casa de él, porque era más grande y así lo decidieron.
Su rutina no se vio afectada por la unión, su trabajo era lo que les quitaba más tiempo, pero nada que una escapada de la rutina no solucionara, siempre podían estar juntos en un hotel cerca de la empresa de ella y así siguió su vida. El amor siempre triunfante, nada ni nadie les estorbaba, era un amor sin medida, un amor para toda la vida.
Continúa.....
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Cuentos cortos en español ✅
FanfictionAquí encontrarás las historias o shortfics que escribí, pero ahora serán traducidas al español. Espero que los disfrute.