Cuentos cortos en español ✅

Quisiera parar el tiempo IX

Se rieron y entonces Victoriano dijo que Inés era su novia, que se quedaría en la casa principal y que sería la señora de la casa. Amanda le informó que se quedaría definitivamente en el piso de la ciudad, ya que de sus preocupaciones por la finca se ocuparía Inés. A Emiliano y Lúcia les encantó la idea y pidieron una fiesta de boda pronto.

Inés estaba con Amanda hablando de cómo sería a partir de ese momento, Amanda intentaba hacer entender a Inés que ya no necesitaba trabajar.

- No, no está bien, me gusta trabajar, puedo ver un trabajo cerca, en el centro de salud, en clínicas.

- Inés, conozco a mi hermano. Puede que me convenza para abrir una clínica y contratarte como enfermera, no es que sea malo, pero me gusta trabajar en urgencias.

- Y me gusta trabajar, hay un centro de salud cerca, podría ir a trabajar allí.

- No vas a cambiar de opinión, ¿verdad? - Inés lo niega. - 'Vale, voy a ver cómo te sale trabajar en el puesto, pero te advierto que no estoy de acuerdo. Ahora, en otro orden de cosas, Victoriano me dijo que te iba a comprar la píldora del día después, ¿te parece bien?

- La verdad es que sí, porque...' deja de hablar y luego respira hondo. - Fué mi primera vez, nunca me había acostado con nadie. Y tenía miedo de su reacción y de acabar embarazada.

- Inés, eras virgen, ahora entiendo por qué él está tan contento, Dios mío Inés le ha hecho el mejor regalo, lo sé, bueno si te quedas embarazada será el segundo mejor regalo.

- Vaya, el esfuerzo por encontrar a alguien ideal, que le quisiera, fue impecable.

- De hecho, no queríamos que Victoriano encontrara a alguien, pero cuando te vio, la expresión de su cara cambió, estaba en casa, mi mamá se quedó sin palabras, y a Lucía le encanta tener una mamá en casa.

- Vino a hablar conmigo, te quiere, pero echa de menos a su mamá.

- Sí, Antonia murió cuando ella tenía 7 años y fue duro lidiar con ella, Victoriano incluso consideró enviarla a un centro de patronato. Pero no fue así, porque mamá y yo nos vinimos a vivir aquí.

- Ella era muy pequeña.

- Sí, y si te pido que hagas algo, ama a mi sobrina, ella necesita el amor de una madre.

-Entiendo.

- Querrás tomar la medicina, la tengo en la maleta.

- No, vamos a ver qué pasa. - suspira.

[...]

Aquella tarde, Inés estaba recibiendo las nuevas medicinas de la señora Cecília cuando Ana llegó con su madre.

- Hola, Inés -dijo la mujer, acompañada de una señora-. - Esta es mi madre, la señora Cassandra.

- Hola Ana, qué tal, hola señora, encantada de conocerla. - Inés les sonrió cariñosamente.

- Mi hermana tenía razón, además de guapa es muy cordial, veo que mi sobrino ha encontrado su broche de oro.

- Hola tía, hola Ana. - Dijo Victoriano entrando en la casa. - No sabías que venías hoy, si me lo hubieras dicho te habría mandado llamar.

- Hola hijo mío, tu hermana ha venido a recogernos, está fuera con el abogado, ¡cuándo van a sentar la cabeza, eh!

- Amanda y Orlando son pareja, se casarán pronto. Y hablando de casarse, tía Cassandra, quiero que conozcas a mi prometida, Inés Huerta.

- Ya nos presentaron, ¿dónde está Cecilia? - dijo riéndose para sus adentros.

-Aquí, te dije que era la indicada. - dijo ella, entrando en la habitación. - Te dije que Victoriano había encontrado tu broche de oro.