María subió al coche con sus hijos, Arnaldo, el nuevo conductor, la ayudó. Esteban sintió dolor al verlos partir. Cuando volvió los ojos hacia la casa su ira tomó forma humana.
- Todos vosotros, buitres, pagaréis con sangre el sufrimiento que le causé a María y el que me estáis causando ahora. Todos vosotros a partir de ahora os dejareis morir.
- Esteban , yo no sabía nada. - Daniela habló nerviosa.
- Maria, siempre supe en su inocencia. Incluso se lo conté a Albinha. - Carmen los miró de pie y no estaba segura de lo que pasaba.
- Esteban , querido, te está utilizando contra nosotros otra vez. - Alba hablaba con miedo de estar sola y no tener nada.
- Siempre supe que era inocente, yo y mi esposa, no es así, querida Fabiola. - Bruno habló y su esposa consintió.
- Esteban .... No sé lo que pasó. - Demetrio trataba de encontrar palabras para defenderse.
- Panda de chupasangres. Vosotros, os quiero fuera de aquí YA. - Gritó tan alto y fuerte que todos se llevaron un susto tremendo.
***
María llegó a su nueva casa con sus hijos. Ya les había dejado preparadas las habitaciones. También tenía dos ayudantes, una se encargaría de organizar la casa y la otra con los niños. A partir de ese momento, su vida sería totalmente diferente. Trabajaría y cuidaría más de sus hijos. Llamó a una señora que era amiga suya desde hacía mucho tiempo para que la ayudara con todo, luego llamó al cura que también era su amigo y le informó de todo, incluso de que iría a la universidad para poder estar mejor presente en la empresa y ocuparse de sus intereses.
***
Esteban estaba en su despacho con un vaso de whisky y caminando de un lado a otro. Había hecho algunas llamadas para empezar la batalla por recuperar el corazón de María.
Era una mañana normal, María estaba recogiendo a sus hijos para llevarlos a pasar una hora de ocio junto a Suzy, la nueva niñera, después de dejarlos en el parque cerrado, se dirigió a su destino.
Esteban entró en la empresa con una mirada triste, pero también con un pensamiento fijo, María, tendría que encontrar la manera de hablar con ella a solas. Se dirigía a su despacho desde el ascensor cuando se topó con Lucía, su secretaria.
- Señor, la junta comercial, jurídica y de socios ha sido convocada, la reunión tendrá lugar dentro de una hora. - Dijo ella sabiendo su reacción.
- ¿Qué pasa? - se pasó la mano por la cara y luego por el pelo, era algo con lo que aún tendría que lidiar esa mañana después de todo. - ¿Quién ha convocado la reunión? Yo no he pedido una reunión.
- Señor, la solicitud vino del departamento jurídico, ellos sólo avisaron y todos recibieron los correos electrónicos.
- Bien, avísame cuando lleguen todos, necesito una aspirina, y manda a buscar a Claudia.
- Sí, señor. - la joven volvió a sentarse y llamó al departamento jurídico. - Dra. Dante, le buscan en la presidencia.
- ¿Sabe lo de la reunión? - preguntó el abogado.
- Acabo de hablar, pero no he dicho quién la ha solicitado, sólo que el correo electrónico de convocatoria procedía de su departamento, no le ha gustado, pero creo que ese no es el tema a tratar ahora, como usted predijo, los socios recibieron la carta de venta de sus acciones a petición del señor SanRoman.
- Creo que ya sé por qué, voy a subir. - la mujer colgó, se puso el abrigo y subió a la planta de presidencia.
Claudia era una buena amiga de María, desde que era la secretaria de la presidencia, antes de que Esteban se hiciera cargo. Sabía lo que iba a pasar en la junta porque ella había escrito la carta a los socios, a petición de Esteban , y también la carta para sustituir al accionista mayoritario de SanRoman, que se discutiría en la reunión de la junta. La anunciaron y entró en el despacho de Esteban.
- Doctora Dante, necesito que haga una encuesta sobre las acciones de Demetrio como abogado, como le dije ayer por teléfono, defraudó mi demanda de divorcio y quiero una anulación y que pague por lo que hizo.
- Buenos días a usted también Sr. Esteban ... - ella ya lo había hecho y sólo le entregó los documentos. - Sabía que me pediría esto, después de que hablamos ayer, aquí están las acciones de Demetrio, la solicitud de anulación fue aceptada esta mañana, me alegro de que el juez haya hecho caso a mi petición, además tenía cierta admiración por su difunto padre.
- Muy bien, su eficiencia es notable, ¿qué pasa con los otros asuntos?
- Las cartas revocables de las acciones de los socios están listas, ¿estás seguro de que vas a quitarles el 2% a cada uno sin darles ningún valor por ello?
- Y que se quejen, ¡lo di lo tomo! - dijo volviéndose hacia la ventana, su mente vagaba hacia María, quería saber de ella. - ¿Sabes cómo está? - su tono de voz cambió, se volvió tranquilo, pero con cierta angustia.
- María está bien, ayer cenamos juntos, sabes que no podía creer lo que pasó, me alegro de que todo saliera bien.
- Casi todo, ¡no está conmigo!
- Esteban, dale tiempo, sí, tienes que aprender a esperar, ¿no te dijo que tendrás que reconquistarla?
- Sí, estoy pensando cuándo y cómo empezar.
- Un consejo, ¡dale tiempo y confía en ella!
- Siento interrumpir... - dijo Lucía. - La junta está reunida.
Se dirigieron a la sala principal de reuniones, donde ya estaban todos, departamento comercial, departamento jurídico y los socios, Daniela, Alba, Fabiola, Evandro, Demetrio, Bruno y Carmen.
- Bueno la reunión fue solicitada, ya que el Sr. Esteban SanRoman, solicita la revocación de los derechos de socio de los presentes, y para la comunicación del nuevo accionista mayoritario del Grupo SanRoman. - La Dra. Dante estaba haciendo el anuncio.
- ¿De qué se trata? - Esteban se levanta de su sillón presidencial.
- Como iba diciendo. Como los demás socios abandonan el Grupo SR, y las acciones no pueden volver a su destinatario original, el Sr. Esteban SanRoman, se colocarán entre inversores externos. Empresas que invertirán en el grupo.
- ¿Qué quieres decir, y la presidencia? - pregunta Esteban, los demás estaban tan asustados que no dijeron nada.
- La presidencia la decidirá el nuevo accionista mayoritario que a día de hoy posee el 51% de las acciones de SR Group.
- ¿Y quién es el nuevo accionista? - preguntaron todos a la vez.
-¡Yo!- María entró dejando a todos callados.
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