—Bueno, nosotros vamos a ir a preparar otros tragos y unos nachos con limón y sal, ustedes quédense aquí. —Lily se pone de pie en la grada señalándome a mí y a Calle.
—Pero yo estoy súper cómoda y la noche está un poco fría. —Dice Lara, los ojos de Lily parecen a punto de salirse de sus órbitas y hace un movimiento de cabeza muy obvio señalando la pérgola, todos parecen entender lo que quiere hacer y se alejan de la piscina bufando, lo cual me hace gracia, miro a Calle para ver si a ella también pero parece estar más distante que antes, ambos brazos estirados en la orilla de la piscina, su cabeza hacia atrás, ojos observando la estrellada noche. Agradecía que el movimiento del agua no me dejara ver con claridad su atlético cuerpo, no quería engrandecer su ego ni un poco más. Estamos sumergidas en un silencio total.
Me acerco para estar a su lado.
—¿No dijiste que deberíamos subir una foto? —Intento sacarla del lugar inalcanzable al que se había metido. Ella se acomoda y me mira.
—Es tu turno. —Dice Calle, una mirada sin chispa. Me quedo en silencio pero sé que quiere continuar el juego de Lily, decido ignorarla. Expectante, no parece mostrar ninguna emoción ante mi decisión. —Anda.
Respiro hondo.
—Bueno, yo siento que-
—Así no, no es yo siento, así no empieza el juego. —Me interrumpe, una pequeña sonrisa aparece en su rostro y baja los brazos aparentemente fríos y los mete a la piscina, su pecho sale a la luz. Parecía divertirle el hecho de que ese juego me incomodaba, con su formato y todo, puedo verlo en su rostro. Ruedo los ojos para evitar desviarlos a otro lado.
«¿Otro lado como su bikini blanco?»
Me aclaro la garganta.
—Esta noche me hizo sentir bastantes cosas.
—Elabora un poco más la respuesta.
—Tú me has ayudado en cosas bastante importantes, siento que yo en comparación he hecho muy poco y también siento un poco de culpa porque una vez me dijiste que no conocía a Carla como tú lo haces, también siento odio hacia ella, también siento miedo, no quiero ir a la cárcel.
Su apariencia ensombrecida parece aclararse un poco, parece más ella misma, como si acabara de atravesar la niebla.
—Y yo que pensaba que solo podías gestionar una emoción a la vez.
—Parece que al fin te equivocas en algo. —El fantasma de una sonrisa cruza por su rostro.
Parece que nos hemos quedado en silencio, pienso que no vamos a volver a hablar del tema pero tras un minuto en silencio, Calle vuelve a hablar.
Su voz es casi un susurro.
—Mi mamá no tiene cáncer.
—¿Ah?, ¿No? —Pregunto con el tono más gentil que tengo. No noto hasta ahora que una parte de mi pecho estaba presionada, no lo había notado hasta que se liberó la presión. Parpadeo un par de veces porque ella parece tardarse un poco con la respuesta.
—Al menos no es oficial, solo están haciéndole muchísimos exámenes para ver si le regresó de nuevo porque tiene un par de síntomas. —Habla con la voz un poco más clara. —Así que por el momento, no tiene cáncer.
—Mi mamá tiene muchos compañeros que probablemente le deben-
—No gracias Poché, estamos yendo con el oncólogo que la salvó. —Me corta de una forma muy amable para ser ella, con un rechazo pero una explicación inmediata. Asiento. Pasa otro minuto y dudo en preguntar lo que he estado replanteándome toda la noche, necesito saber por qué hay tanta rivalidad.
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Solo Será Un Momento
FanfictionPoché tiene algo que la mayoría de personas no: determinación. Después de confrontar y llorar más desgracias, traiciones y sorpresas de las que puedes contar con los dedos de las manos y pies, ella no iba a dar todo por perdido. Un nuevo instituto l...