La Fiesta de Wooden High 2

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Perdíamos por un vaso, ellos tenían tres y nosotras dos. Daniela se veía frustrada conmigo porque solo había metido una pelota pero la verdad es que me ponía muy nerviosa el jugar con ella, es muy exigente. 

Ya habíamos ganado la primera partida, pero eran dos de tres.

Durante esta partida empezaron a llegar algunas personas que me querían saludar rápidamente, incluso no recordaba a algunas. 

—¿Podrías concentrarte por favor? —Daniela me pidió irritada después de que me perdí el turno fallido de Andrea por saludar a un ex compañero de clase.

—Tranquila, ya ganamos uno. —Murmuré, después de una ruda partida al final yo había metido el vaso ganador y habíamos ganado la partida anterior por roces, el trato eran dos de tres para ganar completamente. 

—Y en ese momento estaba muy feliz, ¿Puedes hacerme feliz de nuevo? —Me regala una sonrisa caprichosa. «Sin comentarios.» Julián iba a tirar en ese momento y ambas nos giramos a verlo, Andrea a su lado tenía un rostro de gratificación al estar venciéndonos y estaba segura que no tenía absolutamente nada que ver conmigo. Julián lanzó la pelota y cayó en nuestro vaso. —Te lo tomas tú. —Me ordena con la cabeza inclinada viéndome hacia abajo. Rodeé los ojos, levanté el vaso y me lo tomé a fondo. Ahora era nuestro turno, ella lanzaría primero. 

Daniela era muy buena jugando, me preguntaba cuándo había aprendido. 

—Ahora remontaremos. —Le digo. —Si metemos ambas en el mismo vaso entonces ellos tienen que tomarse tres así que ya ganaríamos la partida. —Ella pone los ojos en blanco y no dice nada, pero comenzaba a sospechar que le molestaba cuando le explicaban cosas que ya sabe, puedo decirlo porque a mi me sucede lo mismo. —Calle, si la metes te ganas un besote. —Bromeo entregándole una pelota y se gira riéndose para tomarla.

—¿Cómo podría fallar a eso? —Regresa la atención a los vasos y puedo notar que sus mejillas se pusieron un poco rosadas lo que me hizo sonreír, respira profundo antes de posicionarse para tirar.

La pelota va en el aire en dirección a uno de los vasos y cuando entra en un tiro limpio ella se gira en mi dirección con media sonrisa y forma un corazón con las manos y ladea la cabeza, una risa honesta brota de mi garganta.

—Van perdiendo. —Nos dice Andrea como si no lo supiéramos. Entonces me acerco a la mesa.

—Por mí. —Me dice Daniela con esa mirada burlona de siempre, entonces caí en cuenta que lo dice por todas esas veces en que las personas del público me han gritado lo mismo durante los partidos y curiosamente marco el punto. Doblo el codo, reviso que no me esté pasando de la mesa, respiro profundo y lanzo la pelota al aire.

Los brazos de Daniela me rodean en cuanto la pelota entra al vaso y el sentimiento de euforia crece por mi garganta hasta convertirse en un grito de emoción.

—¡Sí! —Grita Daniela sin dejar de abrazarme. Yo me río en voz alta y termino devolviéndole el abrazo. Nos separamos y Daniela toma el vaso que nos quedaba y se lo entrega a Andrea la cual tenía una expresión bastante frustrada. El lugar ya estaba lleno para este momento y las amigas de Daniela se acercaron a celebrar con nosotras nuestra victoria por segunda vez. Debo decir que Lara ya estaba bastante ebria en este momento, se tambaleaba un poco. Unos chicos de Wooden High nos preguntan si íbamos a seguir jugando así que Daniela le pregunta a Andrea si quiere jugar otra partida a lo que ella responde que no observándome a mí con odio pero estoy completamente segura que poco tenía que ver conmigo. 

Después de la partida nos adentramos a la casa porque Lily pensó que sería buena idea ir a por shots, así que todos fuimos hacia allá, no sé en qué momento habían más chicos con nosotras pero tampoco me importó. Así que estábamos atravesando la sala donde las personas estaban o sentadas fumando porros o cigarros, también habían unas parejitas besándose o más bien devorándose «Por Dios, consíganse un cuarto» para dirigirnos a la visible cocina donde la mayoría de las personas habían colocado el alcohol. Julián se encargó de buscar los vasitos pequeños de plástico que habían comprado para la fiesta y cuando los encontró nos dio uno a cada uno. Cada una se sirvió del alcohol de su preferencia y Daniela se colocó frente a mí para tomarse el shot. Todos brindamos y nos tomamos el shot. 

Solo Será Un MomentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora