Víspera de Navidad |

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No hablé mucho con Daniela durante las siguientes semanas. Los exámenes antes de las vacaciones por navidad nos tuvieron bastante ocupadas, eso me recordaba a que debía elegir una carrera para seguir.

Ya no tenía mucha gracia que la recogiera por las mañanas si teníamos que ir en silencio, además de que me molestaba su guardaespaldas aunque no dijera ni una sola palabra.

Al menos, nos sentábamos juntas durante el almuerzo o ella llegaba a visitarme a los entrenos.

Era el último día antes de vacaciones, estábamos hablando en el parqueo junto a su grupo de amigos, Andrea y Dylan habían decidido acompañarme con ella, no prestaba mucha atención porque yo solo podía notar lo mucho que me gustaba su atuendo normal, unos jeans un poco holgados, una playera blanca que se cernía bien a su cuerpo, noté su cabello suelto y brillante sobre los hombros, pensé que se lo había cortado un poco, noté lo tersa que está su piel, pensé en que ella no debía tener problemas con granos gigantes, sus grandes ojos parecían hechos a pincel, la curvatura de sus párpados, sus pestañas, parecía una muñeca de cera. Estoy tan distraída dándole vueltas a ese pensamiento que casi no escucho lo que me dice a continuación:

—¿Tú qué harás?

—Ah. —La miro con la cabeza ladeada. —No salimos a ningún lado, mis abuelos vienen a la casa.

Daniela aparta la mirada viendo a Andrea.

—Yo iré a la playa.

—Eso suena divertido.

Daniela mira al frente para escuchar algo que le está diciendo Matt y no puedo dejar de pensar en que cuando el sol le pegaba directamente a la cara, sus oscuros ojos expresivos parecían transformarse en oro.

∆∆∆∆∆

Las vacaciones por navidad me vinieron muy bien, el ambiente bajó algunos grados pero yo me la pasé nadando a pesar del frío, además de ayudar a mi mamá a elegir los arreglos de navidad para la casa, siempre me había gustado hacer eso. Cuando tenga una familia propia lo haré una tradición, como lo ha hecho mi madre. Andrea llegó con Julián y estuvimos contentos tomando una chocolatada adentro de la piscina.

—Hey. —Nos habla mi madre desde la puerta de vidrio. Nos mira con los ojos entrecerrados y nosotros nos dedicamos a flotar pero observarla con atención. —Los dejaré tomarse eso adentro de la piscina solo porque hay frío.

—¡Gracias señora Poché! —Le grita Julián, mi madre se ríe mientras cierra la puerta.

—¿Y Daniela? —Me pregunta Andrea.

—No lo sé, en su casa. —Le contesto con un tono de advertencia.

—¿Por qué no la invitas? —Preguntó Julián.

—Sí, Poché. —Sonríe Andrea. —¿Por qué no la invitas?

Mis mejillas arden un poco. Desde que dejé las cosas claras con Grace, era más obvia en cuanto a Daniela. Me la pasaba mirándole la boca cuando no hablaba conmigo. Me reía bastante a su alrededor, quería su atención, quería besarla.

Me aterraba, la evitaba casi...

Tenía que ordenar mis pensamientos.

—Tiene una cena con sus tíos. —Mentí. Julián asintió con la cabeza y Andrea solo me juzgó con la mirada. A ella también la había estado evitando. No quería que nadie supiera lo de Grace.

Así que cuando Julián se despidió, me di cuenta que Andrea llevaba su propio carro y no había forma de escapar de ella.

Estábamos en mi habitación y Andrea se secaba el pelo con una toalla, nos turnamos para bañarnos.

Solo Será Un MomentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora