El Teatro ||

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Ya íbamos por la mitad del show, tuvimos un breve corte de cinco minutos. Todos gritaron cuando la música comenzó a sonar y los bailarines comenzaron aparecer en el escenario saltando y animándonos a levantarnos así que eso hicimos.

La cortina del fondo se abrió y había una pantalla inmensa pasando un montón de visualizers y animaciones geniales, la palabra once aparecía entre cada beat anunciando el nombre de la siguiente canción. La pantalla se expandía hasta el suelo en el que bailaban y todos gritamos cuando Daniela salió trotando al centro junto a las bailarinas que estaban vestidas igual a ella.

«Esa canción la reconocía, 11 y Once.»

Desconocía si ya lo hacía antes en sus shows, pero ahora mismo Daniela tenía un uniforme de porrista plateado con blanco que parecía lila por la iluminación del lugar, la paleta de colores del álbum era morada y así iban todos los colores del escenario. Incluso los instrumentos de el productor de Calle eran plateados o morados oscuro.

—El futuro cómo querías que lo viera, si tu lo tapabas con peleas.

Daniela cantaba al bailar sosteniendo su micrófono brillante. Bailaba de infarto, siempre había dado buenas funciones y ahora que llevaba años haciéndolo pues lo había perfeccionado. Su coleta alta se movía sin molestarla al bailar, es más... parecía que su coleta de cabello se movía hacia donde Daniela quería. Se tocaba el cuerpo con sensualidad cuando se quedaba solo cantando y a veces se agachaba dejándonos observar lo corta que le quedaba la licra por debajo de la falda, se levantaba un poco la falda, se la tocaba como si supiese todos estábamos muriendo por ella. Porque si hay algo que yo tengo en común con sus fans masculinos heterosexuales es eso, que me la pasaría horas con mis manos dentro de su falda. Los seis bailarines que la rodeaban la complementaban y parecían uno solo. Un sentimiento de celos se asentó en mi estómago al ver la danza que tenían entre todos hasta que Daniela llegó al puente de su canción, apenas se escuchaban las notas del piano y Daniela se había quedado sola en el escenario sosteniendo el micrófono, parecía una sola silueta debido a que la pantalla se volvió blanca por completo.

—Tú te fuiste y yo, claro que me fui

Esto se iba a acabar, yo te lo advertí.

Once y once y ya no te deseo.

La pantalla parecía comenzarse a romper desde el suelo hasta la pantalla vertical.

Yo te sigo queriendo desde lejos

no te odio pero sí, para ser sincero

Ella pareció levantar la cabeza en mi dirección y la música se detuvo así como todo mi funcionamiento corporal.

—La que jodió esto está en mi espejo.

Cantó con una entonación que me envió pequeños choques de electricidad a todas mis extremidades, además porque noté que había cambiado la letra. La música comenzó a sonar de nuevo y los bailarines entraron con espejos altos y movibles, rodeaban a Daniela y luego se alejaban, ella seguía cantando y mi funcionamiento corporal seguía sin funcionar.

Provocándonos, las dos buscándonos, provocándonos. —Cantaba Daniela en bucle mientras se agachaba, escondía el rostro y parecía afectada por los espejos hasta que se quedó rodeada por los ellos, siempre dejando un espacio entre ellos para que pudiéramos ver la actuación, yo la veía de frente y de lado. La veía de muy cerca.

Cuando la música terminó todos comenzaron a gritar, a aplaudir y las luces volvieron un poco a la normalidad en el escenario, la pantalla bajó su intensidad y Daniela se levantó sonriendo y respirando con pesadez. Una chica a mi lado se emocionó bastante, tanto que me empujó mientras aplaudía saltando y eso me regresó la función corporal, ya podía respirar, mirar y moverme con normalidad.

Solo Será Un MomentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora