El Centro Comercial

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Durante los últimos tres días de diciembre los precios en todas las tiendas caen bastante, así que Andrea y yo íbamos al centro comercial para comprar ropa o lo que nos gustara, Johan nos seguía a unos metros de distancia, tenía una gorra morada que usó con indicaciones de que era más fácil de encontrar, pero llevaba ropa normal. Subíamos por las gradas eléctricas para el tercer nivel en busca de una tienda de tenis deportivos, Andrea agarraba dos bolsas de papel grandes y yo solo tenía una del mismo tamaño, la diferencia era que las de Andrea iban atascadas de ropa, y la mía solo tenía una blusa blanca en su interior que pensé que le gustaría a mi mamá, nada me parecía bonito. Me estaba distrayendo con los adornos de navidad que habían en niveles más abajo.

—Me encontré a Lily ayer. —Me contó Andrea sacándome de mis pensamientos. —Y no sé si quieras hablarlo, pero me preguntó si era cierto que tú y Daniela estaban dándose un tiempo.

Su tono es serio y directo, probablemente había querido hablar de esto toda la tarde. El ambiente entre nosotras cambia drásticamente. Había querido salir a distraerme, así que ahora solo pensaba en Daniela y su carita bonita de porcelana. Respiré profundo y subí la mirada para confrontar la situación. 

—Sí. —Contesté intentando que ese fuera el final de la conversación. Andrea obviamente no iba a dejar de preguntarme. —Daniela me gusta muchísimo. —Agregué.

—¿Pero? —Pregunta. Sé que no va a gustarle la siguiente parte.

—Pero toda esta situación de Grace me dañó mucho, aún no puedo superar el miedo. —Admito. Andrea levanta una ceja y me mira con decepción. —¿Podrías no verme así ni regañarme?, sé que todos la odian y yo intento odiarla también, ¿No piensas que tal vez Grace tenía algo bueno en ella que me hizo quererla tanto?

Andrea se quedó en silencio, así que seguí hablando mientras nos movíamos con cuidado para salir de las escaleras eléctricas y seguir caminando.

—No quiero regresar con Grace, sé que ya no me gusta pero toda la situación... fue mucho. Estoy aterrada de empezar algo nuevo si al fin me siento en paz con todo eso.

Andrea se detiene junto a una banca y yo me detengo junto a ella. 

—Tienes razón, a veces no noto lo insensible que puedo ser. —Comenta como si alguien se lo hubiese dicho varias veces antes. 

No había querido sacarle el tema, pero estaba segura de que ella y Julián no estaban juntos tampoco, o por lo menos estaban peleando. Andrea se siente respirando profundo.

—No odio a Grace, si eso es lo que crees. —Me dice mientras deja sus bolsas en el suelo y se gira a verme con más atención. —Solo odio cómo te ha hecho sentir y que tus decisiones casi estén basadas en algo relacionado a ella, también en cómo te volvías de insegura en cuanto la veías.

—Vaya, gracias por ese dato. —Contesté ofendida.

—Estoy sincerándome contigo, desde que te conocí parecías esta inseguridad andante.

—Si quieres sincerarte entonces que sea de las dos parte, dime, ¿Cortaste con Julián? —Le pregunté atacando. Él se miraba tan enamorado, estaba segura de que Andrea fue la de la decisión.

Andrea se tensó al escuchar la pregunta y negó con la cabeza.

—No fue nada. —Me contesta. Ruedo los ojos inevitablemente.

—Andrea, estabas feliz todo el tiempo. —Le contesté. —Y luego solo parecías feliz cuando querías hacer molestar a mi-

Me detengo ante el error que iba cometer.

Solo Será Un MomentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora