Momentos Importantes

331 27 0
                                    







Me temblaba la mano pero apretaba con fuerza el micrófono mientras caminaba por el escenario y cantaba mis partes junto a Lasso. Estaba al frente de miles de personas en un festival de música al que él fue invitado. No sé si fue el grito del público, no sé si fueron los bailarines o mi nerviosismo, pero el escenario tembló.

—Ya me advirtieron sobre ti, que no eres buena para mí. —Cantaba, mi audífono especial para presentaciones era prestado porque yo no tenía en mente dar presentaciones todavía, todo esto fue planeado hace tres días.

—¡Me obsesionas! —Me gritó Lasso una vez estuve frente a él, sin tocarme. El público gritó mucho más y ambos nos dimos una sonrisa cómplice al vernos, algo planeado que no tenía nada de verdad.

Mi corazón estaba acelerado, comencé a cantarle al público claramente buscando a una persona en específico, me sonreí mucho al ver a Lily grabándome con su teléfono, bailando y brincando a un lado en un área por delante de las vallas, pero se extinguió al no ver a nadie más. Me concentré en cantar la canción y mirar al público. Mis nervios habían desaparecido y mi emoción, por mucho que no quisiera que hubiera pasado, disminuyó unos momentos.

—Verte con otra persona, pega como una pistola. —Cantaba una de las últimas partes mirando hacia la enorme y brillante rueda de la fortuna.

Al terminar de cantar agradecí al público y le di un abrazo a Lasso antes de salir del escenario. Era mi primera presentación grande y en vivo. Pasé por el backstage y las personas del equipo que traía el artista me felicitaban bastante, pasé a el camerino de él a quitarme el audífono y su sistema de monitorización que iba escondido por mi pantalón en la espalda baja.

—¿Es tu primera vez? —Me preguntó el chico inclinado, desamarraba el aparato con sumo cuidado.

—Así es, no me fue tan mal, ¿No? —Pregunté moviendo mi bolsa entre mis manos como si fuese una pelota de fútbol americano. Los focos de el espejo iluminaban demasiado la pequeña habitación.

—Deberías estar orgullosa de ti, parecías en tu salsa. —Me contestó y mi pecho se me infló.

—Gracias.

—¿Tomaste algo para calmarte o...

—No, quería recordarlo todo.

—Es que... bueno, te daré un consejo. —Él se irguió con el aparato en su mano y me quitó el audífono sin tocarme la piel. —No uses nada antes de subir porque después no podrás parar y si logras que este sea tu trabajo el resto de tu vida, entonces no tendrás una vida muy larga si lo mezclas con una adicción.

Abrí los ojos ante la seriedad de su consejo y asentí.

¿Un poco exagerado tal vez?

Me sonrió y me guiñó el ojo. Escuché los gritos del público y el sonido de la música estaba ahogado. Me coloqué la bolsa cruzada para no tener que sostenerla o que me la pudiesen robar con facilidad.

Era un momento especial, estar en un camerino con un especialista en sonido de conciertos, estar en un festival. Tenía que estar feliz, tenía que estar extasiada.

Pero no lo estaba. Mi corazón se había roto un poquito hoy. Todo lo que quería era que ella me viera. Estaba siendo estúpida, muy estúpida por no estar disfrutando este momento a su cien por ciento y por mi amor, porque estoy segura de que tuvo una buena razón para no estar presente.

Al regresar al festival me dirigí al área de los foodtrucks porque así habíamos quedado, así nos habíamos dicho. Al reconocer a mi amiga Lily, la cual me vistió para la ocasión, me acerqué a abrazarla por la espalda, la apreté sin darle opción de elevar los brazos ni nada y ella brincó, entonces la solté y ella comenzó a felicitarme sacudiéndome el cuerpo entero. Sus manos apretaban mis hombros de emoción.

Solo Será Un MomentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora