MIS AMORES LES TRAIGO LOS CAPITULOS DESDE EL DÍA DE HOY, PUES ESTE FIN DE SEMANA TENGO DEMASIADO TRABAJO Y NO QUIERO DEJARLAS COLGADAS. ASÍ QUE A DISFRUTAR.
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Miró de frente y sin mostrar sumisión, a la mujer que más daño le hiciera en el pasado. A la mujer que no le había importado ni un poquito lo mucho que el sufriera y llorara mientras el automóvil desaparecía de la granja. Que no le había importado ver como su abuela lo sujetaba del brazo y a Holly con él, para que no se fueran, mientras pasaban los siguientes diez años recluidos en esa finca, pasando necesidades.
Jade Donnovan, su madre, los contemplaba con indignación mal disimulada. Más a Mónica que a él, escaneándola de arriba abajo, como se miraría a una cucaracha después de haberla matado con mucha satisfacción. La mano que él había posado en su cintura para ayudarla a levantar, se hizo más posesiva, y cerró más el agarre, atrayéndola contra sí. Ese gesto no pasó desapercibido para nadie.
—Andrew.
La mujer avanzó unos cuantos pasos, más calmada, y cuando pretendía darle un abrazo, él se echó hacia atrás, esquivándola. De solo pensar en que esa mujer lo tocara o quisiera prodigarle su falso amor, sentía fastidio y odio a partes iguales.
—Buenas noches, Jade.
—Me alegra verte.
Todas las miradas concentradas en los tres.
—Debo decir que no siento lo mismo.
Y era así tal cual.
A su recuerdo vino ese niño que él fue alguna vez, aferrándose de las faldas de la mujer que tenía delante. Los ojos llorosos, pidiéndole que no los abandonara, mientras su padre permanecía en el auto. Holly pegada tambien de ella, aunque más pequeña. Y la que era su madre, soltándolos con brusquedad y anunciando que era necesario y que dejaran de lloriquear. Para después marcharse y nunca regresar. Vinieron los recuerdos de las noches de hambre y frío, de las palizas de sus abuelos, que gracias a Dios ya no vivían. El miedo. Y como poco a poco su corazón se volvió de piedra solo para sus progenitores y sus abuelos.
¿Cómo esperaba esa bruja que él se alegrara de verla?
—Hace muchos años, que dejé de sentir cariño hacia ti. Menos me alegra verte.
—Tu padre y yo no tuvimos opción, Andrew. Creímos que hacíamos lo correcto.
El ni siquiera la miró. A sus cabellos oscuros a la altura de la mandíbula. A su figura curvilínea y el rostro aun joven por la cantidad de cremas que se ponía y cirugías que se hacía, para aparentar verse más joven a los cincuenta.
—Cierra tu maldita boca—masculló, y sintió que Mónica le ponía una mano en la espalda, para mostrarle apoyo, aun de pie a su lado.
La mirada de la mujer se posó entonces en su prometida.
—Hace... unos segundos hablaste de una prometida. Que esto era una fiesta de compromiso. ¿Ella es?
—Ella es Mónica Guerrero. Mi prometida—sus ojos eran fríos, cuando por fin miró a la que era su madre.
Jade Donnovan volvió a escanearla y negó.
—No te vas a casar con ella. No me gusta para ti. No estoy de acuerdo.
Apretó una mano en puño detrás de la espalda.
Las ganas que tenía de ahorcarla en ese momento y que desapareciera de la faz de la tierra para siempre.
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SUITE 405 (COMPLETA)
Romance¿A qué estarías dispuesta por salvar tu vida? ¿Perderte lejos donde nadie te conozca? ¿Pagar el precio que sea? O ir contra la ley, fiándote de un coyote que te ayude a cruzar la frontera de México a Estados Unidos, sabiendo como podrías acabar de s...