—No puede ser, otra vez desapareció mi cama...
Resignada, merodeaste por las instalaciones buscando en dónde dormir y hallaste de nuevo a Chigiri en los vestidores, esta vez, masajeando su pierna derecha con una especie de ungüento.
—¿Piernas cansadas? —jugaste intentando empezar una conversación.
—Esa arma tuya es una verdadera joya. —Cambió el tema de inmediato— Incluso cuando no ves el balón eres capaz de anotar sin fallar. Sin duda eres el mejor goleador actualmente. Incluso tu ranking se elevó al puesto 270.
—Gracias, creo.
—No fué un cumplido. —Aclaró Chigiri— Tarde o temprano perderás ese talento que tanto amas y tu mundo se vendrá abajo en un abrir y cerrar de ojos. Disfrútalo. Una sola cosa mal en tí podría cambiarlo todo.
—Ya lo sé. —respondiste segura de tí misma— Por eso haré todo lo posible para que no pase. Aunque no te comprendo. ¿Porqué me dices todo esto?
—Ni idea. Talvez es sólo mi subconsciente hablando en voz alta. Ignorame, ¿sí? —insistió para levantarse y dirigirse fuera del vestidor.
—¿Porqué no intentas hacerlo? —Continuaste interesada— ¿qué te detiene?
Chigiri guardó silencio y dió un suspiro largo.
—Mi arma... eso me detiene.
—¿Puedo saber cuál es?
—Te burlaras de mí y ya es bastante patético que lo sepas. Tú eres un delantero perfecto, ni siquiera deberías estar aquí.
Sentiste lástima al escuchar sus dolorosas palabras. Era como si cada una fuera sentencia o castigo para su propio ego. No lo soportaste más.
—Soy una chica.
El pelirrojo se mantuvo un momento quieto, soltó una leve queja y volteó hacia tí, esperando que dijeras que fué una broma, pero tus ojos no mentían.
—¿Qué?
—Ese es mi secreto. Ahora dime el tuyo.
Tomaste el riesgo y revelaste tu identidad a un rival. ¿Te daría la información que querías a cambio?
—Oigan, ¿porqué Bachira duerme con dos futones? —Gagamaru encontró al siguiente día al culpable de que tuvieras que dormir en el suelo.
—Creo que uno es de Zian. —contestó Imamura sin culpa alguna.
—Hablando de él. ¿Dónde está? —Preguntó Naruhaya —todavía no se va, ¿o sí?
—Creo que lo citaron para explicarle el proceso de su descanso. —dijo Igarashi —Me muero de celos, yo quisiera salir de aquí para comer otra cosa que no sea rábano encurtido. —lamentó picoteando su platillo.
Volviste para despedirte después de recibir indicaciones para poder salir de Blue Lock. En el campo de entrenamiento encontraste a Bachira practicando sus regates.
—Felicidades, Ziany. Disfruta tu día libre. Saluda al sol por mí. —El chico no dudó en darte un fuerte abrazo, desde que se enteró que eras chica, su trato cada vez se hacía más íntimo y cariñoso.
—Me gustaría llevarte conmigo y presentarte a mis padres. —dijiste sumamente felíz para luego sonrojarte y separarte— Es decir, ¡no de esa manera! ¡Lo juro!
Presentar a un chico formalmente a los padres era señal de que tenías una relación con él o pretendías que lo fuera.
—No te preocupes. Yo haría lo mismo. A mi madre le agradaría conocerte. —aseguró sonriendo y deslizando sus dedos por tu cabello. —Ziany, cuídate. Nos veremos pronto.
—Me da miedo pensar que puedan perder el siguiente partido.
—¡Claro que no! Gracias a tí, hemos encontrado una motivación para superarnos. ¡Eres nuestra ídolo!
—Exacto, nuestra. —Afirmó una voz diferente a la tuya. Quien acababa de escuchar la conversación sin querer.
—Isagi... —Por poco sufrías un infarto. El chico que te gustaba y te trataba tan lindo ahora lo sabía. —Yo...
—Está bien, no pasa nada. Bachira me lo contó anoche.
—¿Qué? ¿Porqué lo... —Ibas a regañar al chico del mounstro.
—Yo se lo pregunté. —aclaró Isagi. —Tenía la duda porque... Eh...
—Porque nos gustas. —Confesó Bachira, adelantándose al notar los nervios del número 11. —Me puse celoso al verlos juntos y escondí tu futón para que no durmieras a su lado.
—Ah, gracias, no sabes lo cómodo que es tirarse en el suelo frío. —reclamaste con sarcasmo.
—Acordamos que ahora dormirás entre los dos.
—Eso sonó algo raro, Isagi. —Se burló Bachira ocultando una risilla perversa.
—¡Lo siento! Me refiero a que... para no pelear con quién dormirá a tu lado, estarás en medio, si tú quieres, claro.
Te encontrabas en silencio, aún procesando las palabras "nos gustas" en tu mente. Nunca habías tenido novio y de repente dos chicos lindos se te declaraban.
—¿Estás enojada? —entristeció Isagi asumiendo que todo aquello te hacía sentir incómoda y desesperada por irte. —Olvida lo que dijimos, por favor, no queremos que nada cambie entre nosotros, perdón por ser tan imprudentes.
—Es que... no es eso... —admitiste agachando la cabeza, con mil dudas en mente —Yo...
Un llamado se hizo a todo el equipo para reunirse en videollamada con Ego, a excepción tuya que debías presentarte en la puerta de salida.
La conversación quedó al aire y apenas pudiste despedirte.
Por medio de una bocina, la voz de Anri te deseó buena suerte en tu día libre y te esperarían mañana a la misma hora de regreso.
—Chigiri, espero que no te rindas, esa rodilla no debe ser un impedimento para que dejes el fútbol. —fueron las últimas palabras que intercambiaste con él y seguían pasando por tu mente. Sobre todo por la respuesta que él te dió.
—Si yo gano el siguiente partido, me debes un beso, Arey Zian.
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ZIAN [+18]
Fanfiction• Bluelock x tú Eres una gran delantera que ama el fútbol, pero nunca has jugado en un equipo de hombres. Infiltrarse en Blue Lock sin saber de qué se trataba fué tu mayor error. Mientras intentas sobrevivir, aprenderás por las malas el largo camin...