—Seguro que va a matarme porque no llegué a dormir. —Angustiada, llegaste a la puerta de tu casa, despues de que Reo te dejara ahí por la mañana. —Debe estar en la sala esperando hacerme el interrogatorio más largo de mi vida.
Empujaste la puerta, que estaba medio abierta y te encontraste con el sitio en silencio. Una copa rota en el suelo y botellas de sake vacías en el suelo de la alfombra frente a la televisión.
—¿Mamá? —llamaste esperando su respuesta. Ella no solía aprobar el desorden, por lo que era extraño— ¿Esto es vino? —revisaste la etiqueta de una botella para comprobarlo. Ella no solía beber.
Subiste a buscarla, tocando la puerta sin recibir respuesta. Sin embargo, también estaba medio abierta y tu preocupación te hizo entrar.
—No había entrado a su habitación desde que volví. Es un desastre. —Notaste más botellas vacías y colillas de cigarro en el suelo, ropa sucia y basura por todas partes— Seguro ha estado bebiendo desde que papá se fué.
Las cortinas estaban cerradas y no podías ver bien por dónde pasar sin tropezar. Buscaste el interruptor y antes de poder encenderlo, pisaste el cristal roto de una foto matrimonial hecha pedazos.
—¡Tú! —dijo tu madre levantándose del suelo, en un rincón de la habitación— Sabía que volverías arrastrándote. ¿Qué? ¿Tu madre tampoco pudo con tu insoportable actitud?
—Eh... —Te estaba confundiendo con tu padre, era extraño para tí y no sabías qué decirle en ese estado— ¿Mam...
—¡Cállate! —se acercó a tí, aún en medio de la oscuridad de la habitación, no podía distinguir tu rostro, seguía en estado de ebriedad— No hables y escucha lo que tengo que decir. Puedes hacer lo que quieras en mi contra, ¡pero te prohíbo hablar mal de nuestros hijos! Te prohíbo separarme de ellos porque los amo, ¡¿oíste?! ¡Tienes dos niños maravillosos, llenos de talento y eres el único que no puede darse cuenta! Cambiaste tanto después de la guerra, ya no eras el hombre que amaba. Es como si nunca hubieras regresado, como si hubieras muerto... —de pronto, las lágrimas brotaron de sus ojos. Dejó caer la botella que llevaba en la mano y se abrazó a tí— Y no sabes cuánto te extraño.
De alguna manera, te sentías como si fueras él. También habías vivido experiencias arriesgadas que te cambiaron, pero a diferencia de tu padre, tu escencia no cambió. Podías entender el dolor que sentía cuando alguien que amabas te había herido también. Correspondiste su abrazo y lloraste en silencio, por el fracaso familiar y amoroso que aún fracturaban tu corazón.
—¿Rin habrá sentido todo esto cuando Sae rompió el sueño que ambos compartían? ¿El dolor de perder a alguien especial que simplemente nunca volvió?
>>Papá se fué a la guerra cuando yo recién había nacido. Lo conocí realmente cuando regresó 3 años después, pero nunca pude entenderlo. ¿Qué clase de persona era mi padre antes de irse a luchar? ¿Porqué mi madre lo sigue amando tanto a pesar de los años que nuestra pequeña familia se estuvo desmoronando lentamente? Talvez ni siquiera conozco a mis padres, porque ninguno volvió a ser el mismo después de aquello.
Tu madre se quedó dormida y la llevaste a su cama. El resto del día te dedicaste a limpiar el desastre que había en su habitación, la cocina y la sala.
Cuando despertó al atardecer, se disculpó contigo por haber dejado aquél desorden. Ni siquiera se dió cuenta que no llegaste la noche anterior y eso era una bendición.
Se veía más tranquila y entonces preparaban juntas la cena, conversando acerca del proyecto, el futuro que te esperaba y las dificultades que pasaste.
—¿Y te gustó algún chico? —preguntó de forma curiosa, casi desinteresada, como si fuera algo casual.
Por tu mente pasaban uno tras otro, los rostros de cada uno de esos seres masculinos que vivían en tu corazón e incluso algunos que no. Quienes amaste a primera vista y quienes tuviste que entender antes de sentir algo por ellos. Quien se quedó en el camino y quien trató de destruir el tuyo. Pero sobre todo, la culpa de no saber disimular la sonrisa nerviosa en tu rostro cuando pensabas en la reciente noche.
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ZIAN [+18]
Fanfiction• Bluelock x tú Eres una gran delantera que ama el fútbol, pero nunca has jugado en un equipo de hombres. Infiltrarse en Blue Lock sin saber de qué se trataba fué tu mayor error. Mientras intentas sobrevivir, aprenderás por las malas el largo camin...