65.- Reconciliación

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A la mañana del día siguiente, recibiste un mensaje de Ego, con la fecha y día de tu salida. También recibiste un mensaje de tu hermano con múltiples emojis llorando donde se disculpaba por haber sido descubierto tan pronto. Y pasado el medio día, después de la comida, recibiste el mensaje de tu padre, que ya estaba al tanto de la nueva situación.

Papá: Arey ya está listo para volver a Japón. Espero que tú también estés empacando ya. Te esperaré en el aeropuerto cuando arrive tu avión. Y esta vez no quiero trucos.

Ary: Sí, señor.

—Por lo menos no montó un teatro respecto al fútbol. —balbuceaste haciendo una mueca de disgusto, sin importar que tu madre escuchara.

—Es porque sabe que jugarás en un equipo femenino. En el fondo, desea tu bienestar, y sabe que lo que hiciste fué riesgoso, así que esto lo tranquiliza. —Levantó tu plato vacío  y los cubiertos para luego darte una palmadita en la cabeza— Mentiría si digo que no me duele saber que te vas, Ary. Sin embargo, quiero que cumplas tu sueño y que seas felíz. Ya casi eres una adulta. Te apoyaré donde quiera que estés.

Agradeciste las palabras de tu madre y le ayudaste a limpiar la cocina antes de cambiarte de ropa y aproximarte a la puerta.

—Saldré esta tarde, no me esperes despierta, es mi última noche en Japón y quiero arreglar algo antes de irme.

—No me digas, ¿irás a ver a tu novio?

—En realidad, a quien voy a ver es mi...

Las olas del mar, aquella tarde, tendrían un sonido agradable de no ser por la cantidad de personas que caminan por la acera. No le quedó más remedio que usar un par de audífonos inalambricos y escuchar música, aunque en el estado emocional en el que se encontraba, le era imposible disfrutar cualquier canción sin relacionarla a tí.

—Hermano... ¿porqué lo hiciste? ¿porqué te metiste con ella? ¿Y porqué fuí tan estúpido? Supongo que lo hecho está hecho. No lo puedo remediar. Le dije todo eso y no podré borrarlo. ¿Qué es lo que quiero? ¿Esperaba ser escogido? ¿Para qué? ¿Para arrastrarla a mi venganza? ¿Con qué propósito? Este es el infierno que yo escogí. No traeré a nadie más conmigo. —Giró su rostro casi por instinto en ese momento, como si el universo conspirara en su contra para hacerle ver lo mismo en todas partes. Una chica con las características exactas se acercaba desde lejos— ¿Zian? —Sin embargo, dudó de la posibilidad y le evadió para seguir enfocado en la naturaleza frente a él— No... Debo estarlo imaginando. Ella debe encontrar a quien la haga felíz, no a quien la use como yo lo hice.

—H..hola. ¿Tú eres Itoshi Rin? —Una voz suave, casi infantil y desconocida lo abordó desde el lado contrario. Se trataba de una chica común.

—¿Hm? —Rin estaba acostumbrado a escuchar esas voces fingidas y ver esos gestos tímidos exagerados. Todo el tiempo recibía regalos en la escuela que rechazaba por falta de interés.

—T...te ví en ese partido... en televisión y... me pareces un chico extraordinario. Me preguntaba si... podría tener tu número de celular.

Él sacó su celular de inmediato para pausar la canción que estaba oyendo y darle una respuesta.

Esa fué la escena que viste al aproximarte. Te detuviste un momento y pensaste en cruzarte la calle para no interrumpir. No sabías qué sucedía, sólo diste por hecho que habías llegado tarde.

—Vaya, qué rápido me superó. Bien por él. —Cuando estabas por moverte en otra dirección, notaste algo extraño— ¿Eh? ¿Me está apuntando?

—¿Ves a esa chica de allí? —dijo Rin a su fanática— Es mi novia y es muy celosa. Si te alcanza, va a golpearte hasta romperte el cráneo.

ZIAN [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora