¿Qué había pasado con Kunigami? Regresamos el tiempo para ver cómo fué el desenlace de la tragedia que arrancó de tu lista al que juró protegerte.
—Reo, ¿estás bien? —Regresando a la fase anterior, el pelinaranja mantuvo la cabeza en alto, debido a que era el último pilar emocional que daba soporte a Mikage en tierra firme.
—Ah... supongo que sí. Desde que empecé a jugar fútbol, no había perdido nunca, y ahora que he probado la derrota más de una vez consecutiva es difícil asimilarlo. Perdí contra el equipo Z, perdí a Nagi y perdimos a Chigiri. Me siento patético.
—Entiendo tu frustración, pero no te rindas. Aún si pierdes mil veces, vuelve a jugar, ¿me oíste? Eso fué lo que aprendí de Zian y estoy seguro de que te está esperando. Si te dejas vencer y no lo das todo por lo que amas, entonces sí habrás perdido.
Reo quedó extrañado de sus palabras de aliento. No conocía del todo a Kunigami y sin embargo, le caía bastante bien.
—Ahora sé porqué te quiere tanto. —dijo Reo sintiendo paz y confianza— No me importaría unirme a su relación si estás ahí, eres un buen tipo.
—Ya te estás convenciendo, me alegro por tí. —felicitó dándole una palmada en la cabeza como a un gatito.
Antes de entrar a la sala de enfrentamientos, vieron a varios chicos reunidos en la puerta, todos tenían varias heridas causadas por golpes. Cuando Kunigami les preguntó qué estaba pasando, dijeron que adentro había un loco golpeando a cualquiera que se negara a jugar contra él.
—Fué el máximo goleador de mi estrato, su nombre es Shidou Ryusei, pero es extremadamente violento. —afirmó uno de los asustados chicos.
El intimidante rubio de mechas rosas y tez bronceada, estaba discutiendo con su compañero de equipo, al cuál estuvo a punto de partirle la cabeza con el pie, de no ser porque un héroe apareció para salvarlo.
—¡Igaguri! ¿Te encuentras bien? —preguntó Kunigami después de bloquear la patada del rival— ¿Cómo terminaste siendo compañero de este tipo?
—Es una bestia, pero es casi tan bueno anotando como Arey Zian.
—Y si es tan bueno, ¿porqué no se lo llevaron a él? —inquirió Reo, acercándose también.
—Perdimos porque a Shidou le dieron tarjeta roja, es muy temperamental y golpeaba a todos.
—Así es, ninguno de esos inútiles hizo que mi corazón explotara. Fué muy aburrido. —expresó Shidou. — Juguemos, héroe. ¿O prefieres morir?
—Ganemos, Kunigami. —se animó Reo, haciendo estiramiento de brazos— Si su compañero es Igaguri, será fácil.
—Los estoy oyendo, ¡¿saben?! —se quejó el monje.
—Honestamente, no quería arrastrar a este tipo con nosotros, —admitió— pero si es tan buen jugador como dicen, quizás le tenga algo de compasión.
—No necesito tu lástima, héroe de mierda. —despreció Shidou— Yo seré quien te mande al infierno y me quedaré con el bollito morado de ahí.
—¿Bollito morado? —se ofendió Reo.
—No perderé, se lo prometí a Zian, que volveríamos a vernos y me devolvería aquello que le dí antes de separarnos.
—¿Porqué siguen mencionando a ese tal Zian? ¿Acaso no pueden hacer nada sin él? Los haré pedazos y después buscaré a ese supuesto goleador estrella. A ver si vale tanto la pena como dicen.
—¡No lo hagan enfadar! —pidió Igaguri sabiendo de lo que el demonio era capaz.
A pesar del esfuerzo entregado por Kunigami y Reo, la desventaja ante Shidou era evidente por una sola razón. Su fútbol era guiado por lo único que podía hacerle frente inclusive a la intuición femenina.
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ZIAN [+18]
Fanfiction• Bluelock x tú Eres una gran delantera que ama el fútbol, pero nunca has jugado en un equipo de hombres. Infiltrarse en Blue Lock sin saber de qué se trataba fué tu mayor error. Mientras intentas sobrevivir, aprenderás por las malas el largo camin...