ZIAN [+18]

23.- Hablar de más

—Me pregunto cuándo llegarán los demás equipos. —Movías las piernas de lado a lado tratando de eliminar el aburrimiento. —Oye, Rin.

—¿Hmm?

—¿Cómo fué tu prueba de 100 goles? Llegaste antes que yo, y eso que intenté hacerlo tan rápido como me fué posible. ¿Eres un super humano o algo así?

No entendías la razón por la que seguías insistiendo en hablarle. Sólo buscabas romper el silencio para que el tiempo avanzara más rápido, pero el jóven se limitaba con sus palabras.

—Cállate. Sólo llegué un minuto antes que tú.

—¿Un minuto? —No esperabas esa respuesta, casi habrían llegado al mismo tiempo si no te hubieras quedado en el suelo a recuperar el aliento por el cansancio — ¿Pude ser el número 1 por un minuto de diferencia?

—¿Estás sordo o qué?

—Entonces, técnicamente empatamos, ¿tu arma también es la reacción inmediata?

—¿Qué clase de estupidez es esa?

—Deja de contestar mis preguntas con más preguntas, por dios.

La mirada descalificadora de Rin habría sido más que suficiente, pero sus palabras herían de la misma manera.

—Reaccionar a una situación inmediatamente no es un arma.

—¿Cómo te atreves? —Que te perdone Ego, pero tu paciencia se acabó, el chico te tenía harta. —Tú y yo, compitamos, ¡ahora mismo!

—Aquí no hay ningún balón, pero si quieres llorar, puedes ir arrinconándote en una esquina.

—Ustedes dos, dejen de discutir, me ponen de nervios y eso no es glam. —regañó Aryu, cansado de escucharlos.

El tema habría seguido de no ser porque las puertas se abrieron para recibir al siguiente equipo que se había formado, como una señal de salvación en medio de la incertidumbre. Tres chicos a quienes ya conocías.

—¡Isagi, Bachira, Nagi! —sonreiste profundamente aliviada al ver que se habían unido para avanzar. Y ellos también estaban contentos de verte.

—Como lo pensé, te nos adelantaste. —dijo Isagi con orgullo, tratando de ignorar al delantero de ojos de hielo a tus espaldas, a quien había visto antes.—No esperaba menos de tí.

—Nunca decepcionas. —añadió Nagi.

—¡Ziany! ¡Hola! —Este guapo ya saben quién es.

—Vaya, parece que eres popular, eso es ultra glam. —señaló Aryu tu frente con su dedo índice.

—Ven aquí, mi pequeña almohada. —De un momento a otro, Nagi te había derribado al suelo para apoyar su cabeza en tus muslos.

—Nagi, estás pesado... —trataste de moverlo sin éxito— No es momento de dormir.

—Ja, ja, ja, parece que se llevan muy bien. —se alegró Bachira— Le dijimos a Nagicchi que si tú querías, también podía ser parte de, ya sabes qué~

—¡¿E...en...serio?! —El rubor en tu rostro hacía evidente tu reacción, sobre todo recordando que Nagi había llegado más lejos contigo. —Eso quiere decir que Nagi también es mi novio.

—Zian, felicidades por llegar antes que nosotros, —Isagi tendió su mano para ayudarte a levantar mientras Bachira le picaba las mejillas a Nagi para hacerlo despertar. Sí, se había quedado dormido como piedra. — empezaba a sentirme triste cuando te nombraron, creí que no volveríamos a verte.

—Gracias por preocuparte, Isagi. Ahora díganme, cómo lograron que este dormilón se le uniera.

—Ah, en realidad, fué...