ZIAN [+18]

56.- Fluir

—Zian... ¿porqué? —Gagamaru apenas podía creerlo. Todo el equipo volteó a verte en estado de shock. Incluso tú desconociste la persona que eras en ese momento.

—Yo... ¿qué hice? ¿Qué fué lo que... Dios...

—¡¿Qué está pasando en el estadio?! ¡¿Las opiniones se han vuelto a dividir?! ¡¿Será acaso el final de la delantera Zian?! ¡Bluelock se ha condenado con un autogol!

—Oh, no hacía falta que me ayudaras, pero gracias. —expresó Sae con malicia.

—¡¡CÁLLATE!! —gritaste cubriendo tus oídos y cerrando los ojos. Bajaste la cabeza y te sentías débil. —¡IDIOTA! ¡SOY UNA IDIOTA!

Nadie sabía qué decir. Casi todos estaban confundidos. Los detractores abucheaban y los defensores guardaron silencio. Tenías miedo de levantar la cabeza y ver el marcador.

—¿Porqué ella hizo eso? —Por primera vez, Karasu se acercó a Rin en medio de la confusión— Yo analicé sus movimientos varías veces, en todos los partidos que grabaron y aún así, no pude percatarme de esa falla.

—Yo sí lo sabía, pero estaba seguro que había aprendido a dominarlo. La evalué mal aquella vez. —De pronto, los recuerdos volvieron a su memoria, no sólo del enfrentamiento contigo, también del enfrentamiento que tuvo con Sae cuando rompió su promesa al volver de España— No. Fué mi hermano quien se equivocó.

—¿Cómo dices?

—Que Sae Itoshi solo tuvo suerte. El partido aún no termina. —dijo Rin, decidido a evitar que su hermano siguiera haciendo lo que le place.

—Ego, ¿qué está pasando con Zian? —preguntó Anri, abrazando su tabla de datos en un intento por calmar la ansiedad— ¿Está bien? ¿Deberíamos sacarla?

—Hmmm... Esto es algo importante. —respondió haciendo memoria de algunos detalles que había notado— Yo permití que Sae Itoshi tuviera acceso a todos los partidos en Bluelock, incluyendo los de práctica. Así fué como, además de Rin, Sae se dió cuenta del problema con la reacción inmediata. Zian probablemente no quería anotar, pero su cuerpo se movió más rápido de lo que su mente pudo procesarlo, ese error le jugó en contra.

—Oye, tú, cuatro ojos. —ordenó uno de los chicos con voz imponente— Méteme al juego. Y ni se te ocurra sacar a mi reina o me olvidaré de que eres el entrenador.

—Sí, ya me estoy acostumbrando a las amenazas. —se resignó Ego, haciendo una señal para Bluelock— Sale Otoya Eita y entra Barou Shouei.

—¡¿Qué es esto?! ¡Bluelock ha vuelto a reemplazar a uno de sus jugadores! ¡¿Podrán remontar después del terrible error de su delantera?!

—¿Qué hice mal? ¿Porqué actúe así? —continuabas regañándote mentalmente— No puedo concentrarme, no puedo ver dónde está el balón, me tiemblan las piernas. Esto ya no debía suceder, ¿porqué volví a fallar?

—Lo estás sobrepensando. —Escuchaste desde tu costado, saliendo del trance negativo en el que estabas, ¿acaso ya hasta leía tu mente?

—¿Isagi?

—Hablaremos de todo esto más tarde, ¿está bien? —dijo tocando tu hombro— Por ahora, vuelve al presente, todavía te necesitamos. Rin te necesita.

—¿Rin?

El Itoshi menor avanzó al ataque en un arrebatado movimiento por obtener el balón interceptando un pase. Su mirada había perdido luz, su boca se abría  lentamente dejando escapar un hilo de saliva. Usaba a cada jugador  en el campo, enemigo o aliado como juguete para romper, eliminando las armas de cada uno de forma horrorosa, siendo alcanzado tan sólo por Sae, quien buscaba quitarle el dominio, entrando en una fase similiar. Su propio trance en el que sólo existían las ganas de "matar" a quien se atravesara.

—Sé lo que intentas hacer, maldito hermano de mierda, no te dejaré eliminar a Zian. —advirtió Rin.

—¿Porqué te molesta? Después de todo, tú también la estás utilizando como arma para tu estúpida venganza. Eres todavía peor que yo. Si fuera tu enemiga, la habrías destruído sin piedad. Yo al menos fuí condescendiente.

—Eso no te da el derecho de hablar como si te perteneciera. Ya tiene un dueño y soy yo.

—¿A quién crees que prefiera? ¿Al que la usa como marioneta o al que le habla con la verdad?

—Déjenme responder a eso, incompetentes. Mi reina elegirá a su rey. —Barou se interpuso en medio de ambos y con un aura que lo rodeaba envuelta en llamas aplastó el balón contra el suelo, parando en seco para llevarlo a la portería, imponiendo su físico como escudo y marcando un gol con fuerza para volver a empatar el marcador—  ¡QUE SOY YO Y PUNTO!

—¡GOOOOOOL DE BLUELOCK! VUELVEN A IGUALAR A JAPÓN CON UN 5 - 5. ESTE PARTIDO ESTÁ QUE ARDE CON GOLES POR TODAS PARTES.

Barou esquivó a todo aquél que quiso abalanzarse para felicitarlo. Caminó hacia donde estabas, sentada en el césped, agitada y sorprendida por el gol de salvación que anotó el rey.

—Levántate, Zian. Una reina jamás se arrodilla ante el enemigo, aunque haya perdido la batalla.

—¡Has vuelto, rey! —lo abrazaste fuertemente para poder desahogar parte del llanto que venías guardando. Él te cubrió con su cuerpo y acarició tu cabello mientras secabas tus lágrimas.

—Oigan, no quiero interrumpir pero, —Señaló Isagi a una pantalla que indicaba el tiempo de partido— el juego sigue y nos quedan 15 minutos para desempatar.

—¡Arranca una nueva jugada de Sae Itoshi llevando el balón por la banda, burlando la defensa sin ayuda! ¡Un momento! Nuestra delantera favorita le cierra el paso y ha vuelto por más, ¿será que esta vez sucederá lo mismo y veremos a Ary eliminada?

—¿Otra vez tú? —arqueó una ceja— ¿No aprendiste nada o eres masoquista?

—No dejaré que hagas conmigo lo que le hiciste a Rin.

—Y según tú, ¿qué fué lo que hice?

—Ser un imbécil.

—Tú no sabes nada de mí. No sabes si te dijo la verdad o "su versión". ¿Cómo estás tan segura de quién de los dos es peor? —renegó pateando el balón por un costado de tu hombro para rodearte y obtenerlo de nuevo.

—¡¿Sae va a anotar de nuevo?! ¡No, se lo va a pasar a Shidou! —advirtió Nikko.

—Esa es tu falla, Sae, por eso no sirves como delantero. —diste una voltereta hacia atrás en el momento que el balón sobrepasó tu hombro— Los pases sólo se envían cuando tus posibilidades de anotar un gol se ven en riesgo y sólo hay un camino para ganar.

A un minuto de finalizar, te sabías lejos de la portería. El mundo se congeló a tu alrededor, buscaste reflexionar en milésimas de segundo lo que estabas a punto de hacer.

—He aprendido que mi reacción inmediata no sólo busca la portería. Nunca más  volveré a cometer este error mientras pueda combinar mi intuición con mis reacciones. Cuando estoy muy lejos de mi área, puedo sentir en el campo a la persona mejor posicionada de todas. —con una patada precisa y a larga distancia, enviaste el regalo de tiro que creaste con el último aliento de tu energía— ¡Ese eres tú, Isagi!

A pocos metros de la portería enemiga, el jóven delantero que estuvo esperando ser el protagonista, fué visto por el ángel de su equipo. Recibiendo en su poder la responsabilidad de cambiar el mundo con sus goles.

Isagi Yoichi, el primer chico del que te enamoraste y viste esforzarse lentamente para alcanzarte. Realizó un tiro directo arriesgado y potente que los llevaría al triunfo, golpeando la red sin freno alguno.

El partido se cerró en un 5 - 6. Con el grito inconmensurable del público en favor a los campeones del partido nacional más visto del mundo en televisión e internet.

Gracias a tí.

Gracias a Isagi.

Gracias a Bluelock.