ZIAN [+18]

Amor y amistad (parte 2)

Celebrando el especial 14 de febrero.

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Ary: 6 am. Las puertas se abren.

El itinerario del día comienza.

Tienes 24 horas para disfrutar con tus seres amados.

Regresarás a Bluelock mañana a la misma hora.

¡Diviértete!

Arey: 7 am.
Tiempo de calidad con tu familia.

Visitas tu hogar y le cuentas a tu hermano y tu mamá parte de tu gran experiencia en Bluelock.

Ellos están orgullosos de tí y todo lo que has logrado.

Tu madre te da como obsequio una fotografía familiar de una vieja navidad en la que aparecen disfrazados. Tu padre como un Santa Claus malhumorado, tu madre como una elfa ayudante sosteniendo una bandeja de pan, Arey como un muñeco de nieve y tú como un reno. Irónicamente tu nariz se había puesto roja debido al frío.

Detrás de la foto, las siguientes palabras:

De: Mamá Akira y hermano Arey.
Para: Ary.

"Ninguna familia es perfecta. Cometemos errores y aprendemos sobre la marcha, pero no hay duda de que te amamos. Siéntete orgullosa del nido en que naciste. Cuando llegue el momento, volarás para construir uno mejor."

Agradeciste el regalo con un nudo en la garganta y después te ofrecieron salir a algún lado para comer.

—No se preocupen. Tengo planes con alguien. —te inclinaste para despedirte respetuosamente y salir de tu casa— Volveré al amanecer. ¡Nos vemos!

—Muy bien, ¡cuídate! —tu madre agitó su mano, viendo cómo apresurabas el paso mirando el reloj en tu celular.— Alto. ¿Dijo que volvería al amanecer?

—Talvez quiso decir atardecer. —Arey intentó darte el beneficio de la duda, pero te conocía bien. Sabía cuando tenías planes en mente.

Hiori: 8 am.
Desayuno con sus padres.

El señor y la señora Hiori te han abierto la puerta con una alegría casi aterradora. Celebraban que su hijo había invitado a la delantera número 1 del mundo a su casa y que, además, era su novia.

La comida en la mesa era abundante, variada, saludable y deliciosa. Se notaba que se habían esmerado en prepararla desde el momento en que Hiori les avisó que iría a casa y tendría una visita.

Como sabía que sus padres no lo dejarían salir a disfrutar su día  de libertad, decidió invitarte a su hogar para no perderse la oportunidad de estar contigo.

Sus padres no dudaron en acaparar toda tu atención, hablándote de sus trofeos y logros personales como los cuasi-campeones que eran en sus respectivas áreas deportivas. Y claro, también presumiendo lo maravilloso que era su hijo, haciendo que este se pusiera nervioso.

—¡Yo-chan, estamos muy orgullosos de tí! —lo abrazó su madre, pero esto no le causaba ninguna emoción al peliceleste.

—¡Deberían comenzar a planear su boda! —sugirió el padre, tomándolos por sorpresa— ¡El mundo quedará impactado cuando sepan que nuestro hijo se convirtió en el número 1 junto a su bella esposa!

Hiori ocultó su rostro bajando la cabeza. Se veía incómodo. La imprudencia de sus padres lo estaba avergonzando.

—Sí, tienen razón. —Les seguiste el juego. —Planeamos tener muchos hijos y entrenarlos para que sean tan prodigiosos como nosostros. De hecho, si nos disculpan, nos encantaría hacer uno ahora mismo.