ZIAN [+18]

77.- Genios

—¿Ahora están todas? —Te preguntaste al llegar a los vestidores y mirar las cosas de varias de las chicas en las bancas— Seguro están ocupando el campo de fútbol. —Caminaste por un pasillo que llevaba a dicho lugar  y comprobaste que ahí estaban, haciendo  un partido de entrenamiento entre ellas— ¿Será cierto que su capitana viene por las noches?

—Sí, es cierto. —respondió una chica detrás tuyo, sobresaltándote en respuesta a su presencia fantasmal.

—¡Oh! Tú eres... ¿Mila? —Intentaste recordarlo pero sólo habías oído su nombre una vez.

—Milly... —corrigió agachando la cabeza, con una bandeja llena de botellas de agua entre las manos. Era la ayudante del equipo.

—Sí, ya te recuerdo, la portera de reemplazo que nunca había jugado fútbol. Gracias por ignorar mi red. —dijiste con sarcasmo.

—Lamento eso, Grace me dijo que no hiciera nada o me golpearía.

—¿Grace? ¿La bajita obsesionada con ser el perro de su capitana? Creí que la esclavitud ya no se permitía...

La chica soltó una risa ahogada. Tu comentario le había hecho gracia, pero no quería que alguien las escuchara.

—Pienso que lo único que se le da bien a Reyne es el fútbol. En todo lo demás, es bastante promedio. Yo diría que más bajo incluso.

—¿Cómo sabes eso?

—¡Ay! ¡¡No quise decirlo!! ¡¡No les vayas a contar, por favor!! —tembló arrepentida de haberse dejado llevar por sus pensamientos en voz alta.

—No lo haré, pero a qué te refieres.

—Es que yo...

—¡Milly! —llamó Reyne pasando a su lado sin dirigirle la mirada. —Guarda mi celular.

—¡Voy! —acató la orden, dejando rápidamente la bandeja en el suelo para salir disparada por el aparato.

La acción repentina de sus movimientos flexibles te tomó desprevenida y a la vez te molestó lo grosera y abusiva que había sido la delantera.

—Reyne le lanzó el celular a gran velocidad sin ver la dirección y Milly lo atrapó de un salto y sin estropearlo. Además, mantuvo una buena postura hasta que llegó al suelo. Esos dotes son perfectos para una portera. —analizaste en silencio.

—Ah... salvada. —se alegró la chica dando un suspiro y abrazando el celular contra su pecho agitado.

—¡Milly, tienes un gran cerebro y reaccionas bien al recibir objetos! —elogiaste con sinceridad, poniéndola aún más nerviosa.

—B..bueno, me acostumbré a ser molestada en secundaria y ahora ya se cómo detener todos los objetos que van hacia mi cara. —justificó con modestia— De verdad perdón por no atrapar bien aquella vez.

—¿Porqué te molestaban?

—No quiero decirlo... pensarás lo mismo que todos. —dijo bajando la voz.

—Por mi fútbol te prometo que seré respetuosa. —juraste con una mano en el pecho.

—Ay... lo que pasa es, yo soy...

—¡La mejor estudiante del colegio! —gritó Grace a la par de las felicitaciones de las demás miembros del club— ¡Otra vez en primer lugar, Reyne! ¡Estoy tan orgullosa de tí!

—Basta, basta, ya lo sé. No necesito que me lo repitan cada día, jajaja. Bueno, quizás sí. Soy una genio por naturaleza, ni siquiera tengo que estudiar. Hasta en eso soy perfecta.