La primera prueba de la segunda fase daría comienzo. Para poder avanzar, tenías que anotar 100 goles en 90 minutos, lo cuál determinaría la nueva posición en la que serías clasificada.
Un primer balón llegó a tus pies y el silbatazo indicó la luz verde para empezar.
—Estoy yo sola aquí frente a la portería. —susurraste un segundo antes de reaccionar al balón que permanecía inmóvil a tus pies. —He vuelto a mis orígenes.
Una sonrisa ambiciosa se dibujó en tu rostro. No podías pedir algo más fácil. Toda tu vida jugaste sin un equipo. La nostalgia te llegó mientras anotabas un gol tras otro. Cada minuto anotabas más de 10 goles, pateando en el instante que caían con tu reacción inmediata, directo a un punto específico en la portería. En menos de 10 minutos superaste la prueba.
Fué cansado. Caíste de rodillas por el esfuerzo extremo pero te sentirás orgullosa.
—Valió la pena, todo lo que hice para llegar hasta aquí, soy tan feliz. —admitiste.
La puerta de salida se abrió y podías avanzar. Secaste el sudor de tu rostro con una toalla y caminaste en esa dirección, preguntándote a quién de los chicos te toparías durante la segunda fase.
Al llegar al recibidor de quienes pasaron la prueba de 100 goles, estaba completamente vacío.
—Soy... ¿la primera en llegar? —pensaste.
En la pantalla, apareció tu nombre y el número en el que habías clasificado.
Arey Zian. Puesto 2.
—¿Cómo que 2? —giraste un poco la cabeza y de reojo notaste que había un chico de pie en un rincón, apoyado en la pared con cara de aburrimiento. A primera vista lo confundiste. —¿Isagi? No, ese chico es más alto y esos ojos... ¿dónde los he visto?
Irónicamente, el tono de aquella mirada de largas pestañas negras eran color Cian. Parecido a tu apellido. Pero la frialdad que transmitía no te inspiró ni un poco de confianza.
—Hola. —saludaste por educación, pero él no contestó. —Tú llegaste primero, ¿no? ¿Cómo te llamas?
—Rin. —Contestó sin más y desvío la mirada cortando el contacto, dejando más tensa la conversación.
Después, un letrero nuevo apareció en pantalla. Para avanzar, necesitabas hacer un equipo de 3 personas.
—Eso quiere decir que debo esperar a que llegue otro. ¿Será prudente si me quedo hasta que venga alguien que conozca? ¿O esto es una especie de carrera? Si tan sólo llegaran Bachira, Isagi, Chigiri, Kunigami, incluso Reo y Nagi, no me importaría hacer equipo con ellos. Sé que son buenos jugando y confío en sus habilidades. Más vale malo por conocido, creo. Los primeros dos que lleguen serán mi equipo.
La puerta se abre nuevamente, dejando entrar al tercer puesto. Lo descartaste inmediatamente, ya que no lo conocías, pero él corrió hacia tí desde el momento en que te vió.
—¡Pero qué hermoso rostro tienes! Es tan fino como el de una princesa. ¡Tú naturaleza es glam! —elogió el jóven alto, de extenso cabello negro y porte elegante. Te pareció un poco divertido, al menos era más sociable que el tal Rin. —Me llamo Aryu Jyubei. ¿Cuál es tu nombre?
—Arey Zian. Un gusto.
—¡Arey y Aryu! —repitió encantado con el parecido de tu nombre con su apellido— ¿Acaso es este el destino? Si estás en el puesto dos significa que eres muy talentoso, ¿eres soltero?
—Ay, dios mío, este sí es...
Antes de poder contestar, el número 1 avanzó hacia ustedes y cortó la distancia que tenían pasando por en medio, dirigiéndose a la puerta que conducía a la siguiente fase.
—Oigan, ya somos tres, sigamos adelante. —demandó con seriedad.
—Qué apuesto es, su estilo es muy glam.
—Disculpa, Rin. Yo estoy esperando a otras personas y la verdad...
—Si no han llegado, significa que son basura. —Exclamó sin tapujos— Estás esperando a perdedores, en ese caso, quédate y púdrete con ellos.
—¿Qué dijiste? —Por primera vez te habías enojado con alguien personalmente. Eras capaz de cualquier cosa con tal de hacerlo callar, pero recordaste las palabras de Ego. Si te metas en problemas con otros chicos, nadie te ayudaría y podrías ser expulsada definitivamente. —Iré contigo, haré que te retractes, señor número 1.
—La tensión entre ustedes es tan glam. Me sentiré honrado de que estén en mi equipo.
—Al menos él me cae bien. —admitiste siguiéndolos. Quien quiera que fuera el presumido número 1, le enseñarías una lección y sólo por eso te uniste a su equipo.
Al esperar en otro salón, Ego apareció en una de las ya acostumbradas pantallas para explicarles de lo que consistía el siguiente reto.
—Hola, hola, diamantes en bruto. Felicidades, ustedes son el top 3 de todo el edificio. Esta vez sus clasificaciones son reales, así que tienen una noción del lugar en dónde se encuentran. Aunque como a cualquier líder de la jerarquía, siempre tratarán de derribarlos y quitarles la corona.
—Ego, tengo una pregunta.
—Dime, Zian.
—Si las posiciones iniciales hubieran sido las reales, ¿cuál habría sido nuestro número?
—Bueno, es posible que Rin y Aryu entraran con números bastante cercanos al que tienen ahora. No puedo decir lo mismo de tí, ya que tu condición cambió cuando llegaste aquí, lo sabes bien, pero no necesitas un número para saber en dónde te encuentras porque para mí todos siguen siendo basura.
—Ay, gracias... —Si tuvieras orejas de gato, se te habrían venido abajo en ese instante. Ego no dejaba espacio libre para humillarlos a todos.
Ego explicó cómo funcionarían los siguientes enfrentamientos, el robo de miembros para pasar de fase y las reglas a seguir.
—En fin, esperen a que más equipos lleguen, sólo podrán enfrentarlos si los rivales están de acuerdo. No me decepcionen.
Ego se fué para seguir dando avisos a otros equipos. Tú y tu nuevo equipo esperaron bastante para que los posibles rivales llegaran. Aryu se la pasó haciendo poses glam y Rin parecía mirar al vacío en silencio.
—Hay algo en este chico que me resulta desagradable y a la vez me intriga. ¿Le habrá pasado algo?
—¿Qué tanto miras? —confrontó Rin en cuanto notó tus ojos en su dirección por más de dos segundos.
—Nada. —dijiste sin dejar de verlo, inventando algo para molestarlo. —Tienes una mancha en la comisura del labio.
Rin ignoró por un momento y discretamente se limpió con la camisa, cosa que notaste y te hizo reír.
—Caíste. —tu burla lo hizo molestar y darse la vuelta para no verte la cara, como si hiciera un berrinche.
—Imbécil.
Aún de espaldas, admiraste su figura, era bastante hermoso a pesar de su horrible actitud, pero notaste algo extraño.
—Me da lástima. ¿Quién lo habrá herido tanto como para que evite una simple conversación? Parece un niño abandonado y maltratado. ¿Qué escondes, Rin?
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ZIAN [+18]
Fanfiction• Bluelock x tú Eres una gran delantera que ama el fútbol, pero nunca has jugado en un equipo de hombres. Infiltrarse en Blue Lock sin saber de qué se trataba fué tu mayor error. Mientras intentas sobrevivir, aprenderás por las malas el largo camin...